Thursday, December 29, 2005

Roxanne Jean Polise – Michi-Gone Again (Chondritic, tba)

Hace unos cuantos meses, Steev Thompson abandonó Michigan para establecerse en Chicago. Para su despedida, preparó la salida de un disco que se llamaría ‘Michi-Gone Again’. Aparentemente el trato con la disquera se vino abajo y el material que comprendería este disco quedó a la deriva. Afortunadamente, Chondritic Sound ha decidido rescatarlo y, con un poco de suerte, el disco verá la luz muy pronto.
‘Michi-Gone Again’ es un material que se ubica en los mismos parajes atemporales y profundos de la mayor parte de la discografía reciente de Roxanne Jean Polise. El marco de la primera parte de la pieza está formado por oscuras oscilaciones electrónicas con apenas ligeras variaciones de amplitud. Las intromisiones de otros sonidos, tales como teclados, guitarras severamente distorsionadas y ¿voces?, son sumamente minuciosas y discretas. El flujo, el movimiento constante de esta primera pieza es muy claramente marcado, lo cual contrasta severamente con la divergente naturaleza de la segunda pieza.
Ésta pudo haber sido arrancada de cualquiera de los trabajos más oscuros de Mirror o Coil. La música aquí es profunda y abismal y revela una vertiginosa sensación de caída interminable. Muy en el fondo pueden distinguirse sonidos más profundos y percusivos, y, muy a diferencia de lo que ocurría en la primera parte del disco, las ocasionales intromisiones, que se quedaban en un segundo plano, aquí terminan haciéndose más y más persistentes, al grado que terminan por definir el rumbo completo del disco. Una violenta erupción, un espasmo electrónico pone fin a la disrupción y el paisaje, oscuro y letárgico, vuelve a sumirse en su ignominiosa paz. Pura poesía pura.
Coil - The Ape of Naples (Threshold House, s/n, 2005)



Si hubo una sombra que no nos pudimos sacudir a lo largo de todo 2005 fue la de la terrible muerte de Jhonn Balance. Indudablemente, fue un trago amargo saber que, tras el terrible deceso, Coil ya no volvería a producir más música; en voz del propio Sleazy: ‘Coil era Balance y Balance era Coil‘. Con todo, muchos cruzábamos los dedos ante la posibilidad de que algo del fragmentario e inacabado material de las legendarias sesiones de grabación de Coil viese la luz pronto. Recibir este ‘Ape of Naples’, tras una tan relativamente corta ausencia, fue una gran sorpresa.
De acuerdo con reportes, Peter ‘Sleazy’ Christopherson trabajó durante casi todo el año para poder armar el primer registro post-mortem del trabajo que proyectaba finalizar con su amante y compañero. Así, ‘The Ape of Naples’ sale a la venta hace apenas unos cuantos días desde la ya casi inactiva Threshold House. Y sin tener que escuchar mucho de éste, es fácil predecir que será un disco indudablemente polémico.
‘Fire of the Mind’ es una de esas funéreas piezas heredadas de Nico que Coil sabían hacer tan bien. Con fuerte carga en los órganos pesados y graves, la canción parece una reelaboración del ‘Janitor of Lunacy’ de la alemana; asimismo, es inescapable lo autoreferencial de la pieza, formulada a partir de la constante repetición del mántrico ’Man Is the Animal’ que viene persiguiendo a Coil desde hace ya algunos ayéres. ‘The Last Amethyst Deceiver’, como su nombre lo indica, es probablemente la última, que no la definitiva, versión del clásico de la última etapa de la banda. Ésta, que debe ser la décima versión que puedo contar, incluyendo las versiones en vivo, falla en el intento de agregar un nuevo elemento a las previas. El fondo sigue siendo el mismo, la voz de Balance, aún cuando un tanto más definida, persiste en sus líneas y la melodía apenas goza de un par de cambios en cuanto a la interpretación y la instrumentación. Dado el furor con que insistían en incluir la pieza en sus últimas grabaciones desde su creación en 1998, sonaba natural que una versión de la misma fuese incluida en el primer disco póstumo.
‘Tattooed Man’ es una de las piezas más sobresalientes del disco. En ella, Coil puede escucharse en un humor a la Tom Waits, conjurando el ambiente cabaretesco y las visiones tras copas y humo de bares al alba de la misma forma torcida que ’Love’s Secret Domain’ lo hizo hace ya algún tiempo. Prestando atención a la letra, es posible reconocer al demonio que persiguió a Balance susurrarle al oído, nuevamente, añoranzas por su propia muerte (There’s a man lying down/in a grave somewhere/with the same tattoos as me/and I love him). Cómo podría suponerse, escuchar los ebrios soliloquios de Balance a la muerte tras los sucesos de 2004 es cuando menos sobrecogedor.
‘Triple Sun’ rescata nuevamente material de discos anteriores con breves variaciones. ‘It’s in my Blood’ muestra a Balance en su temperamento más violento, haciendo chocar mantras y balbuceos contra la electrónica post-industrial de Sleazy en un ambiente muy a la Horse Rotorvator, aunque bastante más delirante. ‘I Don’t Get It’ cae en la misma lìnea sin mucha distancia. Por momentos, esta pieza se llega a sentir concisa, pero, en su mayor parte, se escucha rota, incompleta, distante. Valdría la pena revisar de que época data este track, definitivamente.
‘Heaven’s Blade’ es otra pieza original que se siente un tanto vieja, mayormente gracias a las secuencias rítmicas electrosas, las cuales recuerdan fuertemente a las que predominaban en el trabajo noventero de la banda. ‘Cold Cell’ suena un tanto más reciente con sonidos oscuros y fluidos enmarcándole, de nuevo, esta canción fue rescatada de algún oscuro rincón, habiendo sido previamente presentada en una mucho más conmovedora y compleja versión en ‘Live Three’. Asimismo, ‘Teenage Lightning 2005’ retoma el clásico original de ’Love’s Secret Domain’ sin agregar mucho a la bizarra pieza original.
’Amber Rain’, otra de las pocas piezas originales, es, de nuevo, otra de las poco agraciadas. En definitiva, aquí se siente la falta de acuerdo entre ambas partes, con una letra que difícilmente sigue la música y una participación instrumental que no puede redondear la voz, tras lo cual, el disco vuelve a recurrir a antiguas y más seguras estancias -‘Going Up’.
La mayor parte del material que compone ‘The Ape of Naples’ fue previamente grabado y empleado en anteriores ofertas de la banda. Por momentos, los diversos materiales que forman ’The Ape of Naples’ parecen querer hacer coincidir sus registros. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, la capacidad de reunirlos se queda corta y la ausencia se hace más presente que el fantasma de Balance; su guía, su dirección, su carisma y hasta su incompetencia hacen falta en este disco.
Sí, es Coil. Y también es un buen disco. Pero no es el disco definitivo de Coil en estudio ni mucho menos. Quizás hubiese sido pertinente esperar un poco más, trabajar el material un poco más. Creo que las últimas palabras de Coil debían haber tenido más peso.
Hum of the Druid – Societal (SNSE, SNSE71, 2005)

Hum of the Druid han sido sin duda uno de los proyectos más asequibles este año, ofreciendo una serie de individualistas producciones en ediciones limitadas que han sacudido al underground en muchos niveles. Quizás una de las razones por las cuales Hum of the Druid hayan encontrado tan buena aceptación radique en el hecho de que no aluden nunca a un género específico. Claro, la mayor parte de la gente podría argumentar que la música del proyecto es primordialmente noise, pero el hecho de que todos los ambientes que Eric Stonefelt recrea en sus grabaciones sean generados a partir de una óptica tan intensamente individual hace que trabajos como ‘Wall of Arms’ sean más fácilmente entendidos como paisajes sonoros que como ensanchamientos de una rúbrica genérica.
Apenas para cerrar este fabuloso año, Stonefelt tiene a bien editar un nuevo y fulgurante disco para SNSE en bellísimo formato de lp, por cierto, en réplica de los característicos digipacks que presentan a las más de sus creaciones. Las impresiones, con el característico arte del mismo Eric, son lujosas y perfectamente adecuadas; sin más, la portada de este fantástico ‘Societal’ es muy probablemente la mejor que ha aparecido en el año.
Como podría esperarse, el material sonoro de ‘Societal’ es un vasto vistazo en un paraje lleno de desoladoras villas apocalípticas con la alta tensión de cables vivos sacudiéndose y dando apenas espacio para las pesadas, difíciles atmósferas agitándose en el fondo. ‘Sores’ es muestra de ambos extremos, con sus límpidas descargas de estática amenazando con provocarle un derrame cerebral al escucha al tiempo que teclados van abriendo el tiempo por fuerzas forzando a la pieza a, abruptamente, aterrizar.
‘The Arms Never Sleep’ recoge esa sustancia mágica que hizo del ‘Soliloquy for Lilith’ un clásico de proporciones místicas, para dejarse atrapar por la presencia agobiante de drones largos y amenazantes brotando y llenando el espacio mismo. En corto, la pieza se ha convertido en una asfixiante máquina con los zumbidos y los crujidos del más hostil y frío industrial.
Sin duda, un gran acierto de SNSE editar algo de material de Hum of the Druid en oscuro chapopote. De lo mejor del año, apenas tirado en una raquítica edición de 291 copias y que además promete llegar a convertirse en un objeto legendario, a correr por él.
Painting Petals on Planet Ghost – Haru (Time-Lag Records, Time-Lag 30, 2005)

Uno más de los proyectos de los prolíficos hermanos Opalio, Painting Petals on Planet Ghost es un ensamble compuesto sobre todo por Roberto Opalio y Ramona Panzini, con la ayuda provisional de Maurizio. Ocupando todo tipo de instrumentos, la agrupación genera fantásticos juegos de atmósferas y armonías, sobre todo, gracias a la fantástica y evocativa voz de Panzini, cantando o recitando poemas en japonés.
Las piezas que integran este lp son a su vez tan tangibles como si se estuviese junto a la banda, y etéreas y fantasmales como si fuesen ecos de un profundo, místico bosque. La convicción y el cuidado con el cual las piezas son interpretadas es otro aliciente, con los hermanos Opalio produciendo música detallada y expresiva hasta la última nota.
Editado por la gloriosa Time-Lag en dos ediciones, una especial limitada a cien copias y otra normal limitada a ochocientas, ‘Haru’ es un disco perfectamente redondeado y estilizado, en el cual, la expectativa que provoca el silencio tiene tanto que ofrecer como el más abrumador gong. Otro asombroso artefacto para cerrar el año.
Steven R. Smith – Kohl (Emperor Jones, s/n, 2005)

¿Es posible que exista algo más glorioso que un cd de Steven R. Smith? Pues por supuesto, un lp de Steven R. Smith. ‘Kohl’, editado originalmente por Jewelled Antler en 2002 acaba de ser reeditado por Emperor Jones en un perfecto acetato con cubiertas en serigrafía, insert y un también perfecto booklet en papel revolución con souvenirs naturales. Cada una de las piezas, de hecho, están representadas por una de las imágenes u objetos que ilustran este folletín; una suerte de labor antropológica se atisba por momentos, como en el caso de ‘Kohl’ en donde la guitarra de Smith se entrelaza con un cantar de tintes tradicionales
Casi todo ‘Kohl’ se trata de Smith sacándole filo a sus guitarras con una soltura que se siente incluso superior a la del casi perfecto y más reciente ‘Crown of Marches’. La fluidez, el instinto, el arraigo sentimental, por momentos, son simplemente abrumadores. La pieza que da título al álbum por ejemplo, es una maraña de fibras, un corazón arrancado y entregado al sol. Otras piezas son explosiones de colores de campiñas a toda velocidad (‘Tent Pegging’) o perfectos ecos de lugares desparecidos hace mucho (‘Barkane’).
‘Divide y vencerás’ dice el dicho y es cierto. Las cualidades expresivas de las piezas de Smith se ven claramente potenciadas gracias a la división temática. Las referencias a imágenes son perfectas y claras, la intenciaón de su autor parecer ser, sobre todo, comunicarlas desde una óptica distinta. Smith definitivamente debió haber sido pintor. Pero afortunadamente no lo fue.

Sunday, December 18, 2005



Dead Machines – Live With The Way Out Band (PTapes, 2005)

En ‘Live with the Way Out Band’, Dead Machines ofrece una jam en cuatro partes de su electrónica sucia y rítmica. Una vez más, los sonidos grises y ríspidos de las máquinas muertas vuelven a recordarnos a los más primales jams de Throbbing Gristle y SPK. En cuatro breves muestras, Dead Machines ponen de manifiesto los límites de la erosión acústica. La constancia rítmica no son sino las espasmódicas convulsiones de animales eléctricos en una jungla de estática y herrumbre sonora. La última pieza, la más sorprendente, presenta una jam entre la electrónica, a cargo de Tovah Olson, y el sax de John en una guerra de ambientes y estática. La edición de P Tapes, por supuesto, tampoco tiene desperdicio, con su austero empaque y sus fundas réplica de lps. ‘Live with the Way Out Band’ es violenta e intensa malformación sonora que inunda, hasta el último momento, todo el lugar.


Giggle the Ozone/Roxanne Jean Polise (Brise-Cul Records, s/n, 2005)

Giggle the Ozone es uno de los más excéntricos artistas en el ya de por si excéntrico catálogo de X Died Enroute Y Records. Se trata de un cuate llamado Dylan Sparrow, quien se dedica a componer sus canciones –no puedo dejar de sentirme incómodo utilizando el término, por si alguien pregunta- a partir de un piano que pelea con una batería, una caja de ritmos, grabaciones sacadas de la televisión (¡los pequeños Muppets en español en ‘Eco Vibe’!) y la desquiciada voz del mismo Sparrow gritando a más no poder. El resultado es igualmente devastador. Por ejemplo, ‘Global Groove’ yace en un campo indefinible entre Boredoms, Captain Beefheart y Screaming Jay Hawkins, pasando de una aparente apertura glam a súbitas entonaciones blueseras y cayendo en el violento frenesí del hardcore. En ‘RUV Radio’, Sparrow incluso echa mano de una grabación para su propia contestadora telefónica a manera de despedida. Su discurso no tiene desperdicio, por supuesto, pero su última línea, ‘mantain a safe flight’ parece ser la de mayor sentido.
Y para hacerlo todo más ambiguo aún, después de las cinco abruptas y coléricas incursiones de Giggle the Ozone en este breve split, nos encontramos con los profundos drones de Roxanne Jean Polise en un track llamado ‘Thank You Cloud, Fuck You Deerfly’. De mucha menor capacidad en cuanto a su producción imaginativa física –un poco menos visual que la mayor parte de su trabajo reciente, digamos-, esta pieza ofrece una primera parte relajada y abierta, cuya relativa calma se ve coartada tras la incursión de frecuencias más extremas hacia el final de la pieza. El final, abrasivo, terroso, es una suerte de paisaje erosionado similar a los de Hum of the Druid, si acaso, un tanto menos seco y con más ecos musicales. El único problema es que la pieza, apenas pasando de los diez minutos, difícilmente tiene tiempo de arrancar y de aterrizar. Los cambios de atmósferas se sienten un poco forzados por la cuestión del tiempo limitado y el final es tristemente tajante, no como los dramáticos, longitudinarios e impredecibles finales a los que nos ha acostumbrado Thompson.
La presentación es sencillamente genial. Una tarjeta de invitación impresa inserta en un sobre que apenas dice los nombres de las bandas y de la disquera Brise-Cul Records. La tarjeta está impresa con dos fantásticas y torcidas imágenes salidas de la mente del creador de Giggle the Ozone y el 3”cdr está inserto en una fundita pegada a la tarjeta.
Éste es sin duda uno de los splits más contrastantes que yo haya escuchado jamás. En sus apenas 20 minutos de duración, estas dos bandas tienen todo para poner al cuarto de cabeza y para hacer sentir a tus vecinos muy ansiosos. Realmente no puedo dejar de pensar, ¿qué demonios haría Giggle the Ozone’ con setenta minutos libres para el solito?


Heterophobic Officers (White Rose, wrn-112, 2005)

Heterophobic Officers crean música a partir de pulsos deformados, loops y ritmos incidentales. Como podría esperarse los resultados son seriamente difíciles de definir. La primera parte de la primera, monolítica pieza de este cdr es bastante elusiva, con los Officers decidiendo no definir el rumbo de su grabación y ofreciendo a su vez ritmos torcidos y fragmentos melódicos bastante difíciles de seguir. La segunda parte deja las medias tintas de forma directa, volcando todo el contenido en una violenta carga de estática a gran velocidad y haciendo de una pieza que era originalmente bastante misteriosa y peculiar algo más bien convencional.
Esta mala decisión es decididamente evitada en la segunda pieza, en la cual el ritmo permanece abstracto y diferente gracias a sus constantes cambios. En esta pieza final, por momentos, los Heterophobic Officers llegan a alturas hipnóticas de drones pesados y herrumbrosos para, tras unos instantes, volverse a dejar ir sobre los pulsos ultrajados. Esta pieza posee, asimismo, cualidades bastante alucinantes gracias a su cuidadosa selección de sonidos, con frecuencias cargadas de estática, atmósferas repletas de reverberación y zumbidos agonizantes pululando e intercalándose en el espacio de la grabación.
Este cdr de Heterophobic Officers es excepcional, a la manera de algunos de los trabajos de Hum of the Druid, en cuanto a que se echa mano muy insistentemente de elementos propios del noise sin querer definir a la música como tal. Lo arbitrario está presente sin duda; pero arriba de ello se puede ver una mano diseñando y dando cauce a los sonidos de manera clara y ensimismada.

Friday, December 09, 2005

Música para soñar: Entrevista con Steev Thompson de Roxanne Jean Polise




Steev Thompson es mejor conocido por su rol como artífice de la máquina de sueños que es Roxanne Jean Polise. Bajo este sobrenombre, ha sido responsable directo de algunas de las mejores entregas aurales que se han producido durante este año. Pero el que su música apenas vaya dándose a conocer más ampliamente no implica que Steev sea un novato en estas cuestiones. Thompson, de hecho, ya lleva varios años grabando placas sonoras que podrían insertarse en prácticamente cualquier género musical anómalo.
Su primer proyecto, llamado Athenian Mercury, junto a su amigo Chris Peebles, se remonta a 2002. El grupo fue, de acuerdo con el mismo Thompson, “un proyecto bastante duro, pero con mucha variedad, como con instrumentación rota. Picos y valles... no sólo puro martilleo.” Tras grabar casi una decena de discos en diversos formatos, Athenian Mercury se separa. Chris comienza a trabajar en su propio proyecto, Eat Your Makeup, y Thompson a dar forma a varios de sus muchos proyectos, entre los cuales, quizás uno de los más importantes sea el de la disquera X Died Enroute Y Records.
“Comencé X Died Enroute Y Records en marzo de 2003 como una manera de editar nuestras grabaciones y las de nuestros amigos de manera relativamente legítima. Poco me imaginaba, apenas internándome en la escena noise, que otras 47384737945734 compañías ‘diy’ ya existían en ese momento.”En X Died Enroute Y, Thompson comienza a trabajar en varios proyectos propios bastante esporádicos, como Oighsoi, Solder Teenage Daughter y My Game of Loving, así como una serie de colaboraciones. Para principios de 2005, X Died Enroute Y Records ya se encuentra en plena forma, editando más de media centena de discos de una sensacional gama de actos locales. Bandas con cierto culto, como Scissor Shock o Ruinhorse, editan algunos de sus discos allí. Sin embargo, el alcance de la disquera de Thompson parece no haber dejado de ser local sino hasta fechas recientes, en que bandas como Sick Llama, Anthony Milton o D Yellow Swans comienzan a publicar discos en ella. Con tantas buenas bandas alrededor resulta muy difícil comprender esta tajante cerrazón.
Al respecto, Steev comenta que, hace algunos años, no estaba demasiado informado acerca de lo que pasaba a su alrededor: “Chris era el que se mantenía informado y que estaba en todo. Yo era el chavo tímido que vivía en las afueras y realmente no le prestaba atención a ni madres.” Esta actitud resulta curiosa, tomando en cuenta que ya tenía algunos años dedicándose a producir música independiente en su hogar en Michigan, cuna desde finales de los noventas de una escena subterránea que, prácticamente sin difusión alguna, ha sacudido al mundo. Steev comenta que al comenzar sus proyectos “en Michigan ya había una escena bastante grande de la cual yo realmente no sabía.”
El descubrimiento, como para casi toda la gente que se ha topado con esta escena, tuvo tintes epifánicos: ‘Simplemente observé lo que todos estaban haciendo y eso abrió mi mente a muchas cosas nuevas. Ver a todo mundo poner las cosas en marcha por sí mismos, en cuanto a su propio sonido, producciones, conciertos, etcétera, es bastante inspirador siendo que antes ignoraras que todo aquello sucediera.’
Después de un tiempo, Thompson no sólo compartía locación, sino además medios con la escena de Michigan, aunque no necesariamente raíces ni sonido. En fechas recientes es común ver discos de Roxanne Jean Polise circular en disqueras tan variadas como Audiobot, Knife in the Toaster, Apop o Chondritic.
En el presente, Steev se encuentra viviendo en Chicago, lugar al que emigró hace apenas un par de meses. Desde allí sigue manejando su disquera al tiempo que pone en marcha sus muchos proyectos, de los cuales, sin duda, sobresale el intenso y prolífico Roxanne Jean Polise.

Dream Music
Al escuchar algunos de los más recientes trabajos de Steev bajo el alias de Roxanne Jean Polise, su proyecto principal, se entra en contacto con música de naturaleza sumamente divergente al de las más de las bandas de Michigan. La música reciente de Roxanne Jean Polise es de inspiración material, plenamente evocativa y llena de imágenes, cuyas raíces son sobre todo ‘experiencias, pensamientos extraños al azar, imágenes, sonidos incidentales, sueños, parálisis durante el sueño y epilepsia’.

¿Cómo es que los males que mencionas influyen en tu trabajo? ¿Es posible verlos representados en tu música? ‘Es difícil describirlo... Después de tener un ataque (de epilepsia), vives en una neblina absoluta por las siguientes dos o tres semanas. Eso podría explicar por qué mi música suena distante y nebulosa.’
‘Con la parálisis durante el sueño... uno se encuentra bastante consciente, pero no te puedes mover. Tiendes a alucinar porque aún estás en un estado parcial de sueño. Es algo realmente jodido y confuso... aunque bastante sorprendente también a veces. El hecho de no poderte mover o hablar o hacer nada puede hacerte sentir extremadamente ansioso y atemorizado. Algo de mi trabajo refleja esa sensación.’
Y no es exageración. Esa sensación de claustrofobia y horror se vuelve inmediatamente verosímil ante las experiencias sonoras ofrecidas en producciones como ‘Leave Your Wet Brain in the Hot Sun’ y ‘Changing the Light Patterns of the Underwater Forest 1 &2’. Pero no todo es pesadilla y parálisis en el mundo de Roxanne Jean Polise. En muchas de sus grabaciones se encuentra latente una sensación de taciturnidad y profundidad características del ensueño, de ese momento intermedio presente entre la realidad y el reino de Morfeo. Es claro que el factor inconsciente pesa muy, muy fuerte sobre la obra de Thompson, y, además, que el balance entre ambos lados del espectro es a veces demasiado frágil.
La música de Roxanne Jean Polise es música en tensión constante por su angustiante falta de polaridad. Esta ambigüedad le ofrece un carácter de androginia patente a su música, una fascinante falta de definición. La música capturada en los trabajos de Thompson no es ni calma ni brutal y mucho menos parece ajustarse a la cuestión genérica. Precisamente, la tensión entre estados y géneros parece ser lo que ofrece mayor novedad con respecto a ella.

A mi parecer, ‘Leave Your Wet Brain in the Hot Sun’ es el disco que mejor balancea el sonido material, acuático de tu trabajo con tu lado más ruidoso y violento. ¿Posee tu trabajo una naturaleza ambigua?
“Estoy de acuerdo. Me siento muy orgulloso de ese álbum y parece ser que ha sido el mejor recibido por la crítica de todos. Creo que si fuese a mostrarle a alguien lo que hago, ése sería el disco que le sugeriría (escuchar). Espero poder volverlo a poner en circulación en algún momento."
¿Cuál de tus discos crees que esté más polarizado, es decir, que posea un sonido más fuertemente delineado?
"En cuanto a cuál es el (álbum) más polarizado, probablemente lo sean los dos volúmenes de ‘Changing the Light Patterns of the Underwater Forest’. Ambos permanecen bastante en el fondo del espectro ensoñado, húmedo y acuoso de las cosas -aunque intenté hacerlos un poco diferentes… el primero, para Chondritic, es realmente oscuro y el segundo, para Russolo, suena más ligero. Eventualmente pondré a la venta una tercera parte que esté en la misma vena, pero ligero y que suene bonito… como si se pasara lentamente de noche a día a través de tres discos.”
¿Cuáles son tus influencias principales en cuanto a música?
“My Bloody Valentine, Nurse With Wound, Glenn Branca, White Noise, Black Cat #13, Slowdive, SPK, Stars of the Lid.”
¿Clasificarías tu música como noise o drone –ambient quizás? ¿Consideras que exista algún término que pueda definir tu música?
”Creo que podrías decir que mi música tiene elementos de todos esos géneros en sí. Pero no creo que se me pueda encasillar en ninguno de ellos –claro que a todo artista le gusta pensar eso. Yo llamaría a muchos de mis trabajos ‘dream music’ (música de sueños). (La música) es realmente nublada y nebulosa y suena como suena la música en los sueños... puede ser bella o sucia, llena de sonidos oscuros -tiene esa vibra distante y nublada. ¿Cómo catalogarías mi música?”
Nunca pondría una etiqueta a tu música, pero tus discos parecen balancear muy bien elementos de los tres géneros que mencioné. De hecho, la definición que ofreciste (‘dream music’) me parece muy adecuada. Quizás podría decirse que algunos discos de bandas como Mirror, Organum e incluso Nurse With Wound comparten esa misma cualidad surreal, profunda.
“Si, creo que (el término)‘dream music’se ajusta a la mayor parte de mi trabajo bastante bien, de cualquier modo, también tengo algunos álbumes bastante abrasivos...
Nurse With Wound probablemente sea una de mis mayores influencias... sólo piensa en aquel mundo torcido al que eres arrojado al escuchar sus discos. Además, realmente admiro cómo (Steven) Stapleton mantiene su trabajo variado disco tras disco. Muchos artistas no prueban cosas nuevas lo suficiente y creo que evolucionar y ramificarse en nuevos sonidos es muy importante. (Stapleton) mantiene una vibra característica de Nurse With Wound en cada álbum y, aún así, todos son muy diferentes. Creo que yo intento y hago algo de eso, sin embargo, no me molestaría hacer un disco que realmente saque de onda a la gente. Iba a hacer un álbum colaborativo con un cuate que hace synth-fuzz, pero aparentemente ya no se hizo. Ésa pudo haber sido una muy interesante mezcla de estilos. Con un poco de suerte quizás se pueda dar luego.”
La música de sueños reposando en los discos de Roxanne Jean Polise es todo menos idílica. Al escucharla, uno tiene la doble impresión de estar presenciando algo que es a su vez en extremo bello y sórdido, atemorizante. La música de Roxanne Jean Polise revela un lado oscuro y primitivo fluctuando constantemente en las pulsiones artísticas de Thompson.

¿Cómo percibes tu propia música?
‘Mi música, en mayor medida, es una extensión aural de mí mismo. Sea lo que sea que esté experimentando o sintiendo, (mi música) es la banda sonora registrada para encuadrarle. Puedo escuchar algunas de mis canciones viejas y éstas activarán en mi mente emociones y sensaciones que estaba sintiendo al momento de grabarlas. En lo que respecta a los sueños, muchas de mis piezas son bandas sonoras para ciertos sueños que siento que encajarían perfectamente en ese sueño o pensamiento’.
¿Podrías comentar algo con respecto a tu discografía?
“He hecho demasiada mierda (risas). El hecho de ser algo introvertido y haber estado desempleado por un periodo de tiempo relativamente largo ayudó. Todo lo que quise hacer por meses fue sólo estar sentado en mi cuarto grabando.”
¿Cuáles de tus discos podrías decir que son cruciales para entender tu trabajo?
“Probablemente ‘Projecting the Universe...’, ‘Leave Your Wet Brain in the Hot Sun’, ‘Changing Ligh Patterns of the Underwater Forest 1 & 2’ y ‘Thought Pattern Not Well Worn’. También definitivamente la caja para Audiobot cuando salga. Cinco discos con todo tipo de cosas que te harán sentir completamente harto de mí, incluyendo un par de los álbumes que acabo de mencionar.”

El músico tras el experimentalistaLos sonidos de muchas de las producciones de Roxanne Jean Polise parecen contener tanto elementos compositivos, como aleatorios. Sin embargo, la sensación de complitud y redondeo que su música ofrece debe obedecer a una idea y una meta claras. En cuanto a si su música es composición, improvisación, o ambas, Thompson aclara que ‘muchos de mis trabajos son ambas cosas. Algunas partes pueden estar compuestas de muchos fragmentos compuestos diferentes, otras tantas pueden ser sesiones de ‘jam’ completamente improvisadas.’
El elemento del azar, situaciones como los sonidos incidentales, ¿cómo afectan tu trabajo?
‘Los sonidos incidentales me hacen pensar en la capacidad al completo de un sonido si fuese arreglado o mezclado con otros sonidos –transformar sonidos no musicales en algo más musical. Creo que se me clasifica como un tipo ‘noise’ o experimental, pero sigo pensando musicalmente.’
Precisamente en cuanto a la cuestión musical, las raíces musicales de Steve parecen centrarse en la guitarra. Entre toda la densidad y bruma, por momentos es aún posible observar las notas del instrumento paseando por los oscuros paisajes de sus proyectos.

¿Qué fue lo que te llevó de ser un guitarrista a volverte un músico experimental?
‘Evolución natural. Después de cierto tiempo, todo mundo se cansa de una cosa y comienza algo nuevo. Entre más descubría, más eran las cosas que quería intentar y crear. Tan solo la cuestión de “cómo sonaría esto si combinara estos instrumentos.”
Aún hay un chingo de cosas que me gustaría incorporar a mi música, sólo que no tengo el dinero o los medios para conseguirlos.’
¿Has considerado hacer música para películas o algún otro tipo de performances?
“¡Si! Iba a comenzar a estudiar para dedicarme a eso pero no pude seguir. Lo haré cuando pueda costearlo. Supuestamente, debía musicalizar una película de horror que se estaba filmando en los alrededores de Chicago pero perdí contacto con el cuate que estaba moviendo toda la cosa. Mucha de mi música es accionada por imágenes y escenas extrañas que llegan a mi cabeza, así es que hacer que escenas e imágenes raras de una película produzcan música en mi cabeza sería realmente genial.”
Recientemente te mudaste a Chicago, ¿cómo te ha afectado hasta el momento?
“Mi cerebro está congelado. En definitiva no estoy acostumbrado a estar aquí. La mayor parte del tiempo me siento muy ansioso y deprimido así es que estoy teniendo problemas para sentirme motivado, aunque estoy comenzando a hacer cosas de nuevo. El hecho de vivir en un departamento pequeño con otras dos personas tampoco ayuda. Es muy difícil encontrar el tiempo necesario para grabar sin fastidiar a alguien más. Necesito conseguirme un buen sótano por allí.”
¿Es posible para ti sobrevivir siendo un artista underground?
“Por supuesto que para mí no, pero conozco gente que lo hace y me parece fantástico que sea posible.”
¿Por qué producir tantos discos distintos en números tan reducidos?
“Constantemente grabo y evoluciono, así es que edito muchas cosas. Las variables son cuántas copias se hacen, la demanda, abastecimiento, dinero, etc. Es difícil hacer ediciones de unos cuantos cientos de cada título cuando no tienes ni el tiempo ni el dinero para hacerlo, sobre todo si no hay siempre mucha demanda –viene y va. Si realmente algo me gusta mucho, intentaré como sea posible mantenerlo editado.”
¿Cuáles son tus planes para el futuro inmediato -proyectos de estudio, tocadas en vivo, proyectos a lanzar en tu disquera?
“En cuanto a mis cosas, un split en 12” con Hive Mind que sale a la venta este invierno, un 3” para Apop en diciembre, el box-set para Audiobot para antes de navidad, y otra caja super-limitada para Knife in the Toaster. Probablemente algunas otras cosas que en este momento no puedo recordar.
Tocadas... no por el momento. He tenido ofertas, pero desgraciadamente todas han sido por lo menos a tres horas de camino de aquí y estoy muy pinche jodido para hacer cada uno de los viajes. Uno pensaría que hay cosas chidas ocurriendo en Chicago, ¿no?Para XDEY, ¡Un montón de cosas fregonas! Cdrs de Knife City, Quilts, PBK, Evening, De Fenestra y 3” de 7/13 (Moons), D Yellow Swans, Dream Things, Lapdancer, Robedoor y más cosas, muy probablemente, puesto que siempre estoy fastidiando a la gente para que me pase sus discos.”

Uno podría llegar a darse una idea muy equivocada con respecto a X Died Enroute Y Records si se le juzgase exclusivamente tras sólo escuchar un par de las grabaciones que tiene en su catálogo. La disquera de Thompson es otro aspecto muy importante de su trabajo, la cual refleja en mucho su interés por la música de otros artistas y por la gama sonora que se produce en el subsuelo. La variedad es impactante. De los alucinantes y retorcidos cánticos superpuestos de Giggle the Ozone, al divertido metal industrial de Ruinhorse, pasando por el sensacional folk cargado de loops de Our Brother Native y la abierta ofensiva aural de Nkondi, no es difícil apreciar como X Died Enroute Y es más propositiva que muchas otras disqueras en la tradición del cdr.

Como jefe de tu propia disquera, ¿qué requisitos tiene un artista que cumplir para que pueda sacar algo en X Died Enroute Y Records?
“Me tiene que gustar mucho. El artista no debe ser un huesero. Lo que más me agrada es que (los artistas) tengan una vibra propia e ideas y que no sólo estén intentando sacarle varo al sonido de moda.”
¿Qué disco de un artista que hayas publicado en X Died Enroute Y Records con quien no hayas colaborado te ha hecho sentir más orgulloso?
“Giggle the Ozone es encabronadamente bueno. El tipo es un jodido genio loco. También Ruinhorse, definitivamente. Me gustaría que esos tipos ya dejaran de cogerse a sus hermanas y que empezaran a cogerse uno a otro y que hicieran otro fantástico álbum. Definitivamente, más gente debería escuchar los discos de esos cuates que he sacado.”
Con las nuevas tecnologías, los artistas independientes han prácticamente eliminado al intermediario. Esta situación ha tenido buenas y malas consecuencias en definitiva tanto para los artistas como para el público. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
“Es genial porque es tan sencillo llevar tu trabajo a la gente. Sólo tienes que ponerte a trabajar y ser creativo con el paquete completo para que se te pueda separar de los otros tantos cdrs en estuches delgados y arte mal impreso. Ese es el problema con los cdrs, cualquiera puede producir algo, así que mucha gente se ha vuelto más escéptica y no dan un segundo vistazo a las cosas porque piensan que podría ser basura convencional. ¡Quizás lo sea!”
¿Qué estarías haciendo de no ser por esta situación?
“¡Siempre puedes usar cassettes! Probablemente me estaría quebrando el culo enviándole demos a toda compañía disquera de la cual pudiera conseguir la dirección.”
Para finalizar, estás por estrenar una caja de cinco discos en Audiobot, ¿qué incluirá?
“Demasiadas cosas. Carlo me convenció de hacerla hace un par de meses, así es que intenté hacerla tan bien y variada como fuera posible. Contiene toneladas de cosas descatalogadas y super limitadas, como lathes viejos, splits, tracks para recopilaciones, un montón de material que jamás fue publicado por una u otra razón y un disco de grabaciones en vivo de nueve o diez shows distintos. Probablemente sea el mejor lugar para comenzar si no has escuchado nada mío. O Soulseek. Lo que sea que prefieras.”

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Discografía Selecta Roxanne Jean Polise:
Una alucinación, una profunda pesadilla de la cual parece por momentos has podido despertar y en realidad nunca lo haces, una caja china, un malestar que ha parecido eterno hacia el final de la noche, eso es ‘Changing Light Patterns of the Underwater Forest’. En apenas poco menos de veinte minutos, Roxanne Jean Polise recrea en este 3”cdr un ambiente portentoso cubierto de pesadas y lentas oscilaciones que pretenden –muy afortunadamente por cierto- fungir como las voces de las aguas oscuras moviéndose entre las corrientes subterráneas y abismales del mundo. Thompson logró preservar la ilusión gracias a la discreta inserción de elementos que realiza. En vez de embotar todo el espectro con frecuencias de todo tipo, cada uno de los instantes del paisaje acuático está adornado y enfatizado por breves detalles.

La segunda parte de ‘Changing the Light Patterns of the Underwater Forest’ rescata la idea de su antecesora aunque confiriendo sensaciones menos intensas. La composición, tanto más abierta, emplea sonidos que reflejan más lunas acuáticas y corrientes que abismos y aguas estancadas. Ésta es una obra con un espíritu vital muy fuerte e igual de poderosa que la primera parte.






A pesar de tener su carga ambiental bastante presente, ‘Leave Your Wet Brain in the Hot Sun’ se aleja de la mera representación material para crear música llena de sustancia y ecos sobre una atmósfera surreal y ensoñada. Durante algún tiempo, la pieza se centra en profundos cristales sonoros reminiscentes de cantos infantiles, cajas de música, espectros maternales. Luego, todo se vuelve lucha. Las frecuencias noiseras entran a combatir con las ambientales y el caos se apodera de la pieza, que se transforma, abruptamente, en un sueño torcido repleto de visiones deformadas. Tras algunos minutos de escucharle, queda claro que ‘Leave Your Wet Brain in the Hot Sun’ es un sube-y-baja emocional, que recurre a la calma, a la introspección, a la catarsis y a la regresión en imágenes sonoras poderosas y constantemente cambiantes. Sin duda una experiencia muy intensa, este cdr para Audiobot es uno de los trabajos más balanceados y completos de la escena reciente.

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Discografía Selecta X Died Enroute Y Records:

Scissor Shock – How To Make a Scream Queen Cream (X Died Enroute Y Records, XDER53, 2005)


Scissor Shock es un esquizofrénico proyecto sonoro que combina elementos de experimentalismo, noise, rock ácido y hasta garage rock con manipulación de cintas y grabaciones encontradas. Muy al estilo de algunos de los momentos más dedicados a los collages sonoros de Nurse With Wound, Scissor Shock ofrece música que no es ni pedante ni artsy-fartsy, sino declaradamente campy, inexpresiva y, sobre todo, absolutamente carente de sentimentalismos.
A través de toda esta densa bruma de inconstancia y debris sonoro hay sin embargo también algunos elementos sumamente persistentes, como son sin duda una buena dosis de sentido del humor y una carga enorme de valemadrismo. Y esto no quiere decir que ‘How to Make a Scream Queen Cream’ no posea sus instantes de belleza. Como en los trabajos de otros asalariados de las pesadillas, como Irr. App. (Ext.), en este cdr hay suficientes momentos rotundos de conjugación sonora como para dejar en claro que estos cuates conocen bien las reglas de su propio juego de shock y terror anti-formal. Totalmente ácido.

Wapstan – Trompe la Mort (X Died Enroute Y Records, XDEY55, 2005)
Wapstan es un proyecto que centra su sonido en el lado más oscuro y frío de los espectros. Su música emplea casi puras tonalidades graves y es de ésas que proyectan una gran calidad de movimiento y dinámica en un plano muy discreto. En abierta oposición a la música de los Pixies, ‘Trompe la Mort’ es un disco cuyo más claro objetivo es romper con la forma estricta. Las piezas son largas y sumamente independientes una de la otra.
Las dos primeras piezas son odas nocturnas, y éstas cantan las notas de los parajes más recónditos y oscuros del mundo. La tercera es una pieza con un ataque más abiertamente tonal y directo, empleando un violento teclado desnudo, apenas redondeado por las atmósferas del ambiente descuidado y sucio.
Hasta este momento, el disco es remarcablemente fuerte, sin embargo, lo mejor apenas está por venir. La pieza que definitivamente se lleva el disco es la cuarta, la cual pareciera ser una suerte de banda sonora para la ilustración de la portada: un paisaje gélido con vientos que soplan furiosos. Los detalles son minuciosos y los sonidos parecen tonos de grises fluctuando a lo largo del paisaje de un blanco estático, ensordecedor.
‘Trompe La Mort’ finaliza con una pieza centrada en los sonidos pesados de órganos, recordando bastante a los trabajos más taciturnos de Coil. Un final adecuado para un disco sumamente intenso y lleno de imágenes y poder.

Lap Dancer/AODL - Carpet Hag (X Died Enroute Y Records, 2005)

Creadores de abrumadoras forjas de estática abiertas y brutales, AODL y Lap Dancer ofrecen en Carpet Hag un terrible, violento split lleno de crueles contorsiones de retroalimentación y frecuencias altas. A pesar de que ambas bandas se puedan ubicar en zonas aurales más o menos igual de extremas, Lap Dancer es claramente más abrasiva y agobiante, gracias a su pulsión por hacer de cada momento un violento vendaval de óxido sónico.
AODL responden más a la cacofonía menos transgresora aunque igualmente violenta y desalmada. Sin duda, ‘Carpet Hag’, escuchándolo a detalle, tiene sus momentos. Desgraciadamente, desde que comienza el cdr hasta que acaba, es casi imposible dejar de pensar que cada fragmento es perfectamente predecible. De lo menos sobresaliente de XDEY, ‘Carpet Hag’ es desafortunadamente un documento de la gratuidad con que algunos proyectos actuales se llevan a cabo.


My Game of Loving -Prolongued Sunlight (X Died Enroute Y Records,XDEY67, 2005)

My Game of Loving muestra el lado más abrasivo del trabajo de Steev Thompson. En ‘Prolongued Sunlight’, el dueto crea atmósferas tanto más portentosas, hostiles y anárquicas, con pulsantes nubes de estática y drone en constante ensanchamiento. Los ambientes van del drone meditativo a la psicodelia en un viaje pesado, hipnótico largo y estático. En ‘Prolongued Sunlight’, My Game of Loving ofrecen un maleable trabajo de amplia carga anímica e introspectiva, el cual se presta incluso al absurdo jugueteo rockabilly del final. Ácido y sobrecargado, este 3”cdr es otra buena sacudida neuronal.


Quilts - Deep Pond (X Died Enroute Y Records, XDEY71, 2005)

Quilts es un combo de improvisación bastante indefinible, lo mismo echan mano de instrumentos acústicos que de secuencias rítmicas pregrabadas y percusiones llenas de efectos. Su énfasis en la percusión, mezclada con ligeros trabajos de power electronics y armonías rotas, parece hacer referencia a antiguos clásicos underground como 23 Skiddoo, A Certain Ratio e incluso SPK.
‘Deep Pond’ transmite una fuerte sensación de descuido, con su música incidental e inacabada serpenteando a lo largo de la grabación. ‘We’ es puro industrial primal abierto y amorfo, ‘Paper Mountain’, un retorno a lo asible, ‘Deep Pond’, la cual da título al disco, una fantástica jam en percusiones volátiles, las gemelas ‘Knees’ son violentas muestras de temperamento. En fin, ‘Deep Pond’ es un álbum que busca y encuentra la más extrema variedad en un sonido paradójicamente cerrado.
Sin duda, el mayor acierto de Quilts es hacer música con un eje percusivo tan fuertemente marcado en una época en la cual el énfasis está puesto, casi inexcusablemente, en la etérea divagación de la electrónica y el drone. ‘Deep Pond’ se siente original y logrado en bruto, pero, sobre todo, diferente. (S.S.)

Sunday, December 04, 2005



Death In June – Abandon Tracks (NER, BAD VCCD49, 2005)
‘Abandon Tracks’ hace referencia a aquella, aparentemente perdida, época de gloria de Death In June, con una serie de canciones rescatadas de lados B’s y tracks extras exclusivos de viniles y ediciones especiales. Quizás finalmente Douglas Pearce se haya dado cuenta de que el pasado importa -o quizás no.
Bastantes de los tracks, de hecho, son versiones de piezas claves en el repertorio de DIJ, como ‘Thirteen Years of Carrion’, ‘Rocking Horse Night’ o ‘Europa the Gates of Heaven and Hell’. Y aunque, como podría esperarse, algunas de las versiones son totalmente innecesarias, mostrando apenas ligeras, anecdóticas diferencias con respecto a las originales, otras son patentes, sustanciales reconstrucciones de las originales.
Quizás de estas últimas, el caso más polémico sea el de ‘Punishment Initiation’, canción en la cual la vehemencia con la cual Pearce decide cortar la voz de David Tibet y colocar la suya se siente escalofriante.
Asimismo sorprende la presencia de algunas piezas instrumentales como ‘The Concrete Fountain’, las cuales abandonan el tan quemado modelo de fraseo/coro de Pearce y se enfocan en un universo bastante libre y nuevo en las órbitas de DIJ.
Del otro lado del espectro, otra pieza que vale la pena mencionar es sin duda ‘Unconditional Armistice’ que hace ver a la dramática chaqueta mental de ‘Lay me Low’ de Nick Cave & the Bad Seeds como un crooning maduro y sensible. La letra no tiene precio (‘Can I trust a human?/Can I trust his soul?/They all live together in a selfish hole .... I wish I had a gun/Which set us all free/This is my dream’), dejando atisbar nuevamente en la naturaleza dolida, rencorosa y, lo siento, ridícula de Pearce, quien, últimamente, parece estar más preocupado por decirles a los demás cuán equivocados –y feos- están que en hacer algo decente.
Asimismo, otro rasgo negativo es la necedad de Pearce por querer rescribir el pasado y eliminar cualquier rastro que delate que en algún momento colaboró con gente como Rose MacDowall, John Balance o el ya mencionado Tibet. Afortunadamente, la versión de ‘My Black Diary’ tomada del álbum ‘Beauty Reaps the Blood of Solitude’ de Nature and Organisation –el proyecto de Michael Cashmore- conserva las voces originales de Tibet, McDowall y Pearce interactuando intactas, demostrando que incluso Pearce -hasta cierto punto- sabe que no se puede hablar de la historia de Death In June sin mencionarles.
‘Abandon Tracks’ vale la pena tanto para el coleccionista en busca de nuevas piezas que le ayuden a armar el rompecabezas de Death In June como para el neófito curioso. Desgraciadamente, su mera existencia hará a más de uno preguntarse si aún existe algo remotamente substancial en el futuro de la banda, si Pearce dejará de una vez por todas de soltar recopilaciones y rediciones de su backcatalogue para dedicarse a hacer un disco nuevo que tenga valía propia.


Abscess (American Tapes, AM505, 2005)

Abscess (American Tapes, AM505, 2005)
Al abrir el último paquete de American Tapes descubrí este cdr. Sin mayores datos que la fecha (Nov 15 2005) y un número de serie (AM505) inscritos en el sobrecillo decidí averiguar de que se trataba el misterioso objeto. De acuerdo con la discografía de American Tapes, se trata de disco de una banda llamada Abcess. No hay nada más mencionado. No sé quien forma parte del proyecto, dónde fue grabado... nada.
El sonido de Abscess deja entrever a una persona torciendo perillas y golpeando piezas de metal, probablemente platillos microfoneados y manipulados con arcos. En sus trece piezas, este cdr ofrece violentas variaciones de esta dualidad instrumental. Su sonido es cáustico en extremo, similar al las primeras grabaciones de Einstürzende Neubauten pero aún más abrasivo y amorfo. Hay instantes, como el del track 6, en los que las altas frecuencias son simplemente intolerables e inescuchables.
Sobra decir que Abscess no es precisamente el cáliz sagrado sino más bien uno de esos discos que únicamente pones cuando te sientes seriamente autodestructivo.

Saturday, December 03, 2005

OK... Aún para Blixa Bargeld, esto es algo totalmente inusitado...

Thursday, December 01, 2005

Bauhaus (Palacio de los Deportes, 30.11.2005)

Para beneplácito de las peluchinas y pijamudas huestes darkies de la Ciudad de México, Bauhaus se presentó ayer por la noche por segunda ocasión en la capital, y, bueno, qué se puede decir: Bauhaus nunca han tenido problemas para sobrepasar -por el lado sonoro- el estigma gótico que se les impone a muchas bandas. Su sonido, a casi veinticinco años de haber encontrado su fundación, sigue sonando sorpresivamente actual y único. Asimismo, sus integrantes, gracias a la falta de reposo, siguen tocando con un vigor poco común en las bandas de su propia generación.
El cuarteto interpretó prácticamente cada uno de sus éxitos –quizás con un par de excepciones si acaso. ‘Silent Hedges’, ‘Passion of Lovers’, ‘In the Flatfield’, ‘God in an Alcove’, ‘Stygmata Martyr’ sacudieron el domo del Palacio de los Deportes con una intensidad feroz. Daniel Ash rescataba los sonidos que le hicieron mítico como guitarrista de la banda y éstos sonaban frescos y precisos. Pasando de la guitarra eléctrica saturada de efectos a la aterciopelada guitarra electroacústica de doce cuerdas, Ash demostró su maestría. Y ni que decir de la potente y consistente sección rítmica de Kavin Haskins y David J., sonando impecable; especialmente la batería de Haskins, la cual, para el primer encore, jugueteaba como si nada con las embotadas secuencias del delay que caracterizan el himno gótico de ‘Bela Lugosi Is Dead’. Quizás el único punto bajo en este sentido haya sido la deplorable forma física con la cual Peter Murphy se presentó. Aún cuando su voz sigue estando en perfectas condiciones, la intensa presencia física del cantante se hecho mucho de menos.
Tras el primer encore, Bauhaus regresó a escena para presentar ‘Slice of Life’ con la voz de Ash en primer plano. La capacidad explosiva de la banda se dio a notar con una pieza que podría considerarse prácticamente acústica y que curiosamente hizo que la audiencia se sacudiera furiosamente. Inmediatamente después, la estática en la guitarra anunciaba que la oscuridad entraba. ‘Dark Entries’, una de las piezas más agresivas de la banda, dio ímpetus a los miembros de la audiencia que, al frente del escenario, se revolcaban y azotaban entre sudores propios y ajenos. Para el cierre, la banda interpretó su excelente y potente versión de ‘Ziggy Stardust’, el clásico de David Bowie, y dejó a un público visiblemente satisfecho tras apenas hora y media de tocar. La clave, sin duda alguna, fue el hecho de que, ininterrumpidamente, Bauhaus presentara éxito tras éxito de su limitada, pero adorada, discografía.
Para muchos, la reputación de una banda que revive una y otra vez glorias pasadas tras un periodo tan largo de desintegración podría quedar en entredicho. Sin embargo, las electrizantes vibras de esta banda, la garra con que atacan su discografía y la apasionada respuesta del público transmiten una sensación de vigencia que por momentos hace pensar que el tiempo, para Bauhaus, jamás se detuvo.

Der bekannte post-industrielle Trompeter – Freak Nerve Cell from Outer Space (Chondritic Sound, CH-75, 2005)

Con apenas poco más de dieciséis minutos divididos en tres piezas, Der bekannte post-industrielle Trompeter es capaz de electrizar todo el espacio a través del cual sus notas circulan. Con una serie de fraseos de trompetas loopeados y apoyados por la electrónica de Cristiano Laciani, el trompetista tiene a bien improvisar estrambóticas combinaciones melódicas a veces directas, a veces modificadas por efectos sonoros. El efecto es similar al de muchos de los trabajos más experimentales de Nurse With Wound en cuanto al empleo de sonidos caricaturescos y una suspensión casi espacial del elemento melódico en el líquido amniótico de la nebulosa reverberación.
Para la tercera pieza, ‘e.a.a.m. (Esperimento Andato A Male)’, el trabajo es mucho más intenso y la atmósfera se encuentra mucho más cargada y pesada. El rumbo va marcado de la apertura y libertad temporal de las dos partes de ‘Cerebral Mud’ a la trepidante sucesión obsesiva de sonidos de esta última pieza, en la cual la razón ya se ha vuelto llanamente abrumadora. ‘Freak Nerve Cell from Outer Space’ es un trabajo precioso, intenso y dedicado, que no deja de perder el sentido del humor y que abandona, afortunadamente, el rumbo opresivo en que a la escena, a últimas fechas, le ha dado por converger. (S.S.)

Family Underground – Slingshot Feud Vol.2. (Sloow Tapes, Sloow Tapes Juli, 2005)

Pocas veces me he sentido tan culpable de no haberle hecho caso a mis instintos como al descubrir el nuevo material de Family Underground, ‘Slingshot Feud Vol.2’, editado hace unos meses por las increíbles Sloow Tapes. Debí conseguir algo de esta banda antes. En fin, bienvenido sea este grandioso –pequeño- objeto. En primer lugar está la portada que adorna a este cassette, dibujada e iluminada cuidadosamente, dedicadamente a mano, una por una de las cien copias. Luego están los fantásticos sonidos contenidos a lo largo de aproximadamente una hora de intensos trabajos de retroalimentación, reverberación y delay.
Realmente no hay mucho que decir respecto a esta deliciosa entrega sino que el sonido invocado en ella es portentoso y amenazante, perfecta reflexión sonora del bello e inquietante arte de portada. Ideal para los amantes del drone más abrumador e intenso. Aparentemente no soy el único despistado, así es que con algo de suerte podrán aún conseguir copias en Fusetron, Volcanic Tongue o Time-Lag. Ahora hay que ir a por los bellos lps que Qbico tiró para la banda. ¡Adiós quincenas!


Rainbow & the Red Eye – When It’s Time to Play at Being Human (Heavy Tapes, 2005)

Una de las últimas entregas de Heavy Tapes, Rainbow and the Red Eye consiste en una serie de grabaciones que los miembros de Double Leopards realizaran antes de formalizar su banda propiamente. El sonido de ‘When It’s Time to Play at Being Human’ es similar al de otras de sus grabaciones contemporáneas, como el de Axe Halve LP, ofreciendo piezas con bordes mucho más ríspidos, llenos de herrumbre acústica y mucho más similares a asuntos de improvisación noisera, que a los profundos paisajes que han venido invocando en tiempos más recientes. El lado A es tan libre y disperso como puede esperarse que los leopardos sean; aquí, la banda conjuga los loops de feedback más abigarrados que pudieran llegar a generar, intentando llevarlos, sin escalas, al tope.
El lado B se muestra un tanto más mesurado, incluso podría sonar un tanto como el ‘God & Beast’ de NON, con sus turbios ambientes y oleadas de guitarras sometidas a arcos metálicos, evocando esas colmenas de furiosas avispas de Boyd Rice, prestas a atacar. Su sonido es paradójicamente simple y portentoso, amenazante y casero.
Sin duda, cualquier amante de la primera época de los Double Leopards será feliz con este breve documento de los inicios de la banda, sónicamente, mucho más convincente que otros proyectos como Religious Knives y con una idea de orientación que remite tanto más al germen de los leopardos. Su enorme desventaja es su prácticamente inexistente longitud, tocando los quince minutos, a lo mucho. Ojalá y Heavy Tapes siga editando más del material archivado de los inicios de sus múltiples proyectos, y que, la próxima vez, sean asimismo un poco más generosos
Double Leopards – A Hole Is True (Troubleman Unlimited, TMU159, 2005)

‘A Hole is True’ muestra a los Double Leopards desde su lado más brutal y animalesco. Grabado en 2005 en The Tar Pit, este nuevo lp, puesto a la venta por Troubleman Unlimited, consta de tres muestras más de la música eterna e inmanente que los leopardos tienen el poder de invocar. La primera de ellas, ‘The Inmost Light’ (¿ecos de Current 93, acaso?), es una árida conjugación de loops y frecuencias bajas al más puro estilo neubauteniano. En esta pieza, la característica mala vibra de algunas de las grabaciones de la banda se hace más que presente, forjando visiones hostiles y decadentes llenas de polvo y óxido. El resuello pasajero de una distante voz loopeada se extiende y deforma mientras los escasos remanentes de ritmo se convierten en mera estática lenta, abierta, febril.
La segunda pieza, ‘Chemical Wedding’, es un tanto menos abigarrada, menos tensa pero igualmente asfixiante. Los profundos drones de los leopardos, absortos en vibrante retroalimentación, se convierten en mares de lava y rugidos prehistóricos en un mundo regido por la atonalidad y los torbellinos sonoros.
La cerradora ‘White Cadillacs’ forja su entrada a partir de un loop mántrico que es violentado y llevado a extremos punzocortantes de agudos tonos y sobreposiciones de octavas. El loop se convierte en drone y su ciclo se cierra sobre sí mismo en un eterno despliegue de monotonalidad. La fundación de la pieza, la inquietante voz que se enmarca a lo largo de ésta, es apenas matizada por breves intervenciones de electrónica y un metálico martilleo de secuencia aleatoria.
Quizás uno de los menos exuberantes trabajos de la banda de Brooklyn, ‘A Hole Is True’ es un documento tanto más angustioso de la lenta, inmanente evolución de la banda. Los stickers del lp parecen hacer referencia al ya clásico ‘The Axe Halve LP’, con las emblemáticas caricaturas de Miller adornándoles; sin embargo, la música que Double Leopards han vertido aquí parece estar perdiendo la espontaneidad que caracterizaba aquellos primeros trabajos. ¿Tiene futuro Double Leopards, o es que su futuro siempre fue la inmanencia?

Saturday, November 19, 2005



Roxanne Jean Polise - Off Path On Time (X Died Enroute Y Records, xdey65, 2005)

El proyecto de Steev Thompson, Roxanne Jean Polise, es conocido por sus trabajos ambientales, sutiles invocaciones de imágenes subterráneas y acuáticas. Sin embargo, en este nuevo 3"cdr llamado 'Off Path on Time', Thompson ofrece una creación seriamente distinta. La pieza única que conforma este disco se prolonga hacia los veinte minutos y se centra en un rítmico loop, que pasa de correoso engranaje falto de aceite a pieza central del tema. Las variaciones que se presentan en torno a éste son, asimismo, bastante atípicas del trabajo de Roxanne Jean Polise. Casi toda la atmósfera va enfocándose en los sonidos agudos y chirriantes abandonando de tajo sus carácteristicas exploraciones abismales.
'Off Path in Time' es en general tiempo bien ocupado, sin descanso ni remordimiento y con mucha energía electrizando las atmósferas. Desafortunadamente fue tirado en una sola edición de 23 copias y vendido exclusivamente en el sitio de la disquera de Thompson, X Died Enroute Y Records, disquera a la que, por cierto, vale la pena echarle un ojo de vez en cuando.
Davenport - The Hands of Worm Heaven (Time-Lag Records, s/n, 2005)

Nemo había mencionado que ésta sería la última entrega del combo de improvisación de Clay Ruby, Davenport, aunque tras la última y reciente oleada de publicaciones por parte de 23 Productions, no sé si estoy dispuesto a creerle. A decir verdad, este más reciente trabajo de Ruby sigue siendo igualmente reticente con respecto a entregarse fácilmente; la música de Davenport sigue siendo grabada con las mismas limitantes y es inevitable notar que todo cobra forma durante las sesiones, durante el 'jam'. Sin embargo, es también inevitable notar que la calidad de los jams es muy superior a la de la mayoría de sus contemporáneos, conuna variedad de músicos aportando un amplio espectro sonoro y una punzante sensaciónde imprevisibilidad.
'The Spells We Know' es una pieza francamente mágica, con contagiosos himnos corriendo al tiempo de la efusiva percusión y los drones acústicos y electrónicos para rendirse en un final glorioso. 'Frozen Country Dub' es como una suerte de jam electroacústica entre The Dirty Three y Hair Police, con tiempos espaciados e intervenciones alucinantes en las percusiones y en una electrónica muy de fondo. Por su lado, 'Cough It Up' y 'Call To Worm Heaven' parecen hacer referencia a antiguas ofertas de la banda en una tónica mucho más ambiental y mucha menor participación instrumental. Bueno, al menos parcialmente...
Davenport, tras haber editado ya un gran número de discos, se han conservado íntegramente fieles a sus principios, ofreciendo música desde una trinchera anónima y minoritaria. La banda ciertamente no tiene necesidad de retirarse ya que no tienen absolutamente ningún compromiso que cumplir. Precisamente por ello, su música, como la de muy pocos es tan libre y se siente tan honesta. Y qué mejor ejemplo que éste. 'The Hands of Worm Heaven' hace tanta referencia a las estrategias de choque de Swans y al misticismo de Current 93 como a los sonidos pastorales de Blithe Sons sin dejar perder jamás su propia identidad. Editado en cdr por Time-Lag, 'The Hands of Worm Heaven' viene acompañado por siete láminas y un empaque de cuatro caras con ilustraciones de Dylan Nyoukis impreso en papel de lujo. Para variar está limitado a tan sólo 223 copias.


v/a - Naturalism (Tape Nature Limb, s/n, 2005)

Aún no puedo dejar de asombrarme ante el hecho de que este cdr sea tan poco conocido, sobre todo tomando en cuenta que presenta ampliamente el trabajo de uno de los combos más en boga en la escena underground de hoy en día, The Skaters -y toda su prole. 'Naturalism' es una recopilación que Nature Tape Limb pone a la venta en -obviamente- un tiraje mínimo y que presenta a solistas como Anthony Milton y Neil Campbell trabajando al lado de la mayoría de los proyectos solistas y colaboraciones de James Ferraro y Spencer Clark, como The Wooden Cupboard y The Candle Magicians. En su afán por ser ejemplarmente herméticos, los encargados de poner en marcha este proyecto han decidido no incluir siquiera un track listing que establezca quién toca qué -ya ni decir del nombre de las piezas-, mencionando, si acaso, el orden en que las bandas van presentándose a lo largo de la grabación.
A decir verdad, el sonido de todo este álbum es tan monolítico que de hecho resultaría imposible distinguir a primeras oídas a cada una delas bandas. Casi todas emplean con maestría los trucos del underground contemporáneo, aunque en su mayoría, evitando los drones y priviliegiando la percusión minimal o la rítmica de los instrumentos acústicos. La variedad sonora se concentra aquí en grabaciones en lo-fi y en improvisaciones regidas por la combinación de electrónica manipulada y el uso de instrumentos acústicos, como acordeones, órganos y guitarras. En sí, el álbum se siente sumamente orgánico; la presencia de los mismos elementos -tanto de alineación como instrumentales- hace que cada pieza se sienta como una suerte de recreación de su subsecuente -a veces en sentido de deformación, a veces en franca progresión. 'Purpal Haze' se muestra como una torcida ensoñación salida de un cuento de hadas y parece incluso revertir el tosco ritmo impuesto por 'Hot Smoke' en su diminuta, pero persistente, colaboración. Y aún así, en ambas piezas -de hecho en todas- el enigma, la extrañeza, persisten. 'Naturalism' es muestra de como se hace la música hoy en día, como un proceso de introspección que no admite las complacencias de la música convencional; la disonancia lacerante, la intervención punzante, el corte descuidado, son todos elementos sustanciales del radical enclave de nuestros tiempos. Así, volviendo a la pieza de 'Purpal Haze', cabría preguntarse cómo una melodía tan prístina y colorida como la que se empleara aquí pudiera llegar a transformarse en una serie de visiones tan turbias y violentadas. Esta suerte de fascinación por lo macabro de la ruptura, por lo aterrador de la forma, es sorprendente; el impulso artístico como pulsión deformante.
'Naturalism' nos muestra a una generación de artistas que se notan sumamente inocentes en cuanto a sus propias nociones de producción e interpretación, pero que escuchan a la música con oídos experimentados. Su entendimiento de la música no es sencillo. Su acercamiento a la musa es dado por las rutas más difíciles, las de la ruptura. De las ingenuas muestras folk de The Wooden Cupboard a la estática abierta de Anthony Milton, pasando por el anti-todo que es el sonido de The Skaters, hay una conexión clara, la luz de la novedad entrando a los ojos sorprendidos de un anciano.


Steven R. Smith - Crown of Marches (Catsup Plate Records, #CPR722, 2005)

Steven R. Smith, en sus numerosas contribuciones a las discografías de Thuja y Hala Strana, se ha consagrado como un multiinstrumentista cuyo trabajo tiene cualidades evocativas únicas. Para su más reciente cd, 'Crown of Marches', Smith tomó su guitarra, y, a la usanza de aquel solitario Neil Young de la banda sonora de 'Dead Man', creó pulsante música nocturna y pasional inmersa en la más fascinante oscuridad.

(fotografía tomada del sitio oficial de Steven R. Smith)

A pesar de que en 'Crown of Marches' se emplee a las guitarras como intrumento principal, Smith no puede dejar de echar mano de algunos de sus muchos recursos intrumentales, empleando desde pianos eléctricos y órganos, hasta timpanis y platillos arqueados. La pieza única que compone este trabajo, es una suerte de oscuro lienzo, cuyas tonalidades son plasmadas por la insistente reverberación y el cauce de las marejadas de feedback de las guitarras eléctricas. Lo demás en 'Crwon of Marches' es casi todo matiz y brillos logrados por las ocasionales y esporádicas incursiones de los muchos otros instrumentos que Smith tuvo a bien de usar.
De cualidades hipnóticas y taciturnas, el álbum está repleto de ensoñaciones y misterio sin perder su elemento violento y sorpresivo. Las notas que fluctúan entre las pesadas oleadas de herrumbre acústica son a veces dulces y precisas y, sin aviso, se tornan veloces y punitivas, llenas de tensión y distorsión. Música para degustar y para dejarse llevar a ojos cerrados, 'Crown of Marches' muestra una faceta de Smith desafortunadamente no muy recurrente, la del músico en control y dominio del marco sonoro al completo, cuyo esfuerzo aquí, a diferencia de lo que ocurre en muchos otros de sus trabajos, no admite ni colaboradores ni acción sin intención. 'Crown of Marches' viene presentado por Catsup Plate en formato de cd con un perfecto diseño en digipack y es, sin dudas, algo de lo más notable de este agonizante año.

Thursday, November 10, 2005

Wooden Wand - Harem of the Sundrum & the Witness Figg (Time-Lag Records, Time-Lag 028-029, 2005/Soft Abuse , SAB012, 2005)

El joven 'Harem of the Sumdrum & the Witness Figg', ha pasado prácticamente por todos los formatos por los que pudo haber pasado; de una edición inicial en cassette a los presentes lp y cd. El enigma del por qué lo resolví al poco tiempo de recibir el disco. Tras escucharlo por primera vez, me fue evidente el por qué esta escueta, discreta música ha ido superando instancia tras instancia, convenciendo a cada vez más y más gente no sólo de su patente calidad, sino también de la necesidad de que sean más los que puedan escucharla. Se trata de un pequeño catálogo de canciones que a veces adorna las presentaciones de Wooden Wand & the Vanishing Voice, y que ha ido creciendo con una cohesión perfecta. La tónica para cada una de los temas que forman este cancionero parece estar tan bien encajada al grado de volverse prácticamente la misma: Letras con ecos de temas religiosos, míticos, ambientes folkies, melodiosos y llenos de ensueños, melodías apenas rasuradas por una distante guitarra eléctrica -acompañando el constante rasgueo de la acústica-, y la fantástica voz de Wooden Wand -James Toth-, a veces recordando a Marc Bolan, otras a Shane MacGowan. Siempre grandiosa.
A la manera de Devendra Banhart, Wooden Wand tiene la capacidad de evocar los momentos más brillantemente iluminados de su herencia folk americana. 'Leave Your Perch' es una de esas canciones que suenan como si hubiesen sido grabadas hace treinta años por un oscuro artista folk que la tierra se tragó. La atmósfera en las más de las piezas recuerda a la del 'Songs from a Room' de Leonard Cohen, con su reberveración natural, distante y profunda, y la manera en que el espacio se adecua a los preciosos y precisos rasgeos de las cálidas guitarras acústicas. Y pesar de que se siente la magia del mencionado disco del canadiense, la pesadumbre y lo taciturno aquí sobran. 'Vengeance, pt.2', uno de los temas claves del disco, ilustra con voz bohemia, la verdad eterna: '...and God said 'Vengeance is mine'' y lo terrible de estos argumentos se resbala delicioso a través de las ágiles rimas de Toth. 'Sundrum Ladies' es de esas canciones arquetípicas como 'Teachers', 'Fly' o 'It Ain't Me, Babe' que parecen arrancadas de algún momento en el tiempo que no podemos trazar. Es de esa música eterna, perfecta que vale una década completa.
Las versiones a encontrarse ahora mismo son dos: El lp de Time-Lag, limitado a setecientas sesenta copias y acompañado de un 7", exclusivo, de Wooden Wand Jehova, o la exacta réplica editada por Soft Abuse en cd.
'Harem of the Sundrum & the Witness of the Fig' es un disco cubierto por un halo de perfecta inocencia, un trabajo noble hecho por un artista totalmente desinteresado en términos impositivos de 'seriedad' o 'producción', absortamente concentrado en la cuidadosa confección de sus graciosas, bellas canciones. Cada una de las cuales suena tan fresca como grabada al primer corte y con la voz de James Toth brotando como una cascada de color, sin cuidados, sin preocupación y con el desgarbo que caracteriza a los grandes, a Barrett, a Dylan.
Así es que me he convertido en un eslabón más de la cadena que insiste a gritos: ¡'Harem of the Sundrum & the Witness Fig' es un disco totalmente n e c e s a r i o y sin desperdicio!

Crane / Toth Duo - Live (Polyamory, Polyamory 050, 2005)
Uno pensaría que limitar el instrumental de una banda a dos piezas resultaría en una cerrazón inevitable. En este set de siete improvisaciones a cargo del dúo de Bones Crane y James Toth se demuestra lo contrario. La pareja genera música que va del espacio libre y abierto al rugir de la locomotora con sólo una batería y una trompeta. La trompeta de Crane silba lo mismo que ruge sobre el persistente martilleo de Toth. La batería de Toth en ningún momento llega a sonar delgada, y ni que decir mesurada; cada golpe dado, cada ataque sobre la tarola es dado con severidad y provoca esa tétrica sensación de inminente fragilidad. Un esquema que parece por instantes aletargado, tranquilo, como el de la sexta pieza, es abruptamente roto, violentado por el torrente del pulsante dueto y vuelto a una fácilmente corruptible tensión, que amenaza con explotar en cualquier instante.
La música en este cdr no tiene ni un sólo dejo de formalismo; ni un sólo tema, ni un sólo fraseo refiere a una melodía. La tercera pieza, por ejemplo, es un ataque impetuoso que por momentos parece querer convertir los quebrantos de la trompeta en himno, ante lo cual Crane debe someter su instrumento a violentos, agudos espasmos y, tras el parcial silencio ofrecido por la batería de Toth, forjar, de la unión de ambos, un inmenso monstruo sonoro. Ésta es bella, intensa música para quienes estén hartos de las restricciones impuestas por los formatos del pop. Editado en formato de cdr como punto final de la agonizante Polyamory, Crane/Toth es un grandioso documento de uno de los lados menos explorados de los colaboradores de Wooden Wand & the Vanishing Voice.

Sunday, October 30, 2005



Double Leopards – Savage Summer Sun (Hospital Productions, 2005)

El nuevo disco de Double Leopards se sale un tanto de la órbita que imperaba en sus más recientes trabajos y los lleva nuevamente al drone industrial que caracterizaba a sus grabaciones de 2004. Éste nuevo disco se llama ‘Savage Summer Sun’ y está editado por Hospital Productions en formato de legímitimo cd. Si bien dicho formato hace pensar que Double Leopards han salido un tanto de su acostumbrada semi-clandestinidad, la fuente del material es nuevamente la oscura y transgresiva improvisación en vivo que les caracteriza como uno de los ensambles más radicales de hoy en día.
Las dos piezas que conforman ‘Savage Summer Sun’ están tomadas de dos presentaciones en vivo realizadas en marzo de este año. Ambas piezas fueron grabadas por Damian Romero y son muestra pulsante del poderío y rango de los leopardos. Su arte, no sabiendo definirse como ruido o música, tiene cualidades dinámicas plenamente diferentes a todo lo que circunda. Sus sonidos son envolventes e hipnóticos equivalentes de aguas pesadas; en ellos puede presentirse el vaivén de un Hades que desemboca en ojos violentos y en cuencas abismales, vertiginosas.
El sonido de los leopardos es inarticulable e imposible. Sugerir que exista algún ancla conceptual que permita definirlos es irrisorio; la banda sólo aprovecha lo efímero, la capacidad de tragarse al tiempo que posee la musicalidad para sustentar detalladas imágenes de horror en movimiento inmanente. La grabación correspondiente a la primera pieza es muestra bastante clara de ello. Tras volcar sobre los escuchas una marea sonora abrumadora por espacio de casi veinte minutos, la velocidad del oleaje sonoro decrece y el tiempo se torna visceralmente lento, agobiante y persistente. Las profundas aguas que parecían a punto de desbordarse se convierten así en una sombra que lentamente se desvanece, pero cuya oscura presencia no deja de vibrar cual enorme sombra tras vela alejándose hasta dejar una penumbra turbia y atemorizante.
La segunda pieza es sin embargo uno de esos momentos en que Double Leopards se sienten con menor cohesión. La pieza se basa casi totalmente en el revolver de una serie de loops que no ofrecen un marco capaz de albergar el espectro que la banda pretende evocar y que, cuando mucho en cuestión de instantes, se desintegra. A pesar de ello, la pieza no deja de ser lo suficientemente portentosa como para llevar al escucha al mesmerismo en pleno.
A pesar de su ambigüedad, ‘Savage Summer Sun’ tiene a bien la capacidad de enfocar ambos lados de los Double Leopards. El cd se extiende por allá de los setenta y tantos minutos en dos piezas y a pesar de que no se siente tan genuinamente extenso y completo como su anterior‘Halve Maen’, ‘Savage Summer Sun’ si ofrece una visión más exhaustiva de la banda que la mayor parte de su colección en vivo.


Friday Group (Beta-Lactam Ring Records/Records Are not for Baking, mt070/Baked 01, 2005)

Después de seguir a un artista por bastante tiempo, nos queda la impresión de que lo que haga ya no podrá volver a sorprendernos. Tom Carter no podría haberme desengañado más. Con sólo dos movimientos –el cd colaborativo que grabó con los fantásticos Bardo Pond- y éste, el lp que tiró como parte de The Friday Group, Carter ha sacado de balance todas mis premisas con respecto a su trabajo.
The Friday Group –el grupo de los viernes- practican música intimista, minimal que apenas parece mostrar movimiento. Más familiar al estilo de bandas como Mirror u Organum, las piezas de esta banda se componen de intensos drones –generados por órganos, slides sobre guitarra y feedback- apenas brevemente acentuados por la percusión frugal de campanas repicando intermitentes a la distancia.
El lado A de este disco, llamado The Friday Group 1’, es mucho más introspectivo. Las notas de teclados y guitarras se convierten por momentos en fantasmas intermitentes que se acercan y huyen, pero apenas haciéndose ver. Los sonidos son cuencas profundas, abismales de aguas oscuras fluyendo eternamente hacia la nada. Al cerrar esta pieza, la tensión se desata con espasmos violentos y sonidos más claramente persistentes.
‘The Friday Group 2’ sigue esta tónica. Enfocándose ahora en sonidos más superficiales, la banda suena mucho más consistente. Órganos y guitarras convierten sus notas en gritos de banshees, posicionándose unas arriba de las otras hasta que su canto se convierte en una sola voz. Las guitarras por momento se desprenden y ofrecen preciosos matices, tomando fuerza en los resuellos de la retroalimentación.
Este primer lp de The Friday Group es a su vez testimonio del reencuentro de Carter con su camarada Shawn McMillen, quien como parte del dueto Ash Castles on the Ghost Coast junto a Heather Leigh, grabara uno de los primeros álbumes en la historia de la disquera de los Carter, Wholly Other. Aparentemente The Friday Group parece ser un asunto un tanto más serio que tan sólo un proyecto; tras grabar este álbum, ofrecieron otro disco con material extra para Beta-Lactam –como podría esperarse de la disquera, sólo para suscriptores de un serial de doce lps, bastante inaccesible por cierto- además de un cdr editado en colaboración entre Wholly Other y Twilight Flight Sound llamado Wet Fur, el cual ofrece piezas grabadas en 2001.
La historia de la banda y cómo es que estas piezas se remonten a aquel año es un verdadero misterio. Sin embargo, The Friday Group parecen estar a punto de formalizarse y su música eterna, inmanente, con un poco de suerte, podría llegar a convertirse en una constante discográfica. Este lp para Beta-Lactam Ring Records está tirado en precioso vinil de 180 gramos, con portadas extra gruesas y muestra arte seriamente magistral; pero mejor cómprenlo directamente a Carter en Wholly Other –les va a salir mucho más barato.

(fotografía tomada de Kill Rock Stars)

Wooden Wand and the Vanishing Voice – Buck Dharma (Time-Lag, Time-Lag 026, 2005)

El último disco de Wooden Wand and the Vanishing Voice se ha convertido prácticamente de la nada en el disco más esperado del año. La edición de Time-Lag, como podría esperarse, está a instantes de verse agotada, y no es para menos. Limitada a 800 copias en una funda de doble panel con póster central y vinil de 180 gramos, esta versión de ‘Buck Dharma’ es seriamente fascinante. Eso sin mencionar el fantástico contenido sonoro.
‘Wooden Wand and the Vanishing Voice’ vuelven a tomar la psicodelia y a contextualizarla en este presente tan falto de sorpresas. Y no lo hacen nada mal; su sonido es totalmente verosímil y su interpretación del pasado en el presente es totalmente absorbente. Escuchar ‘Buck Dharma’ parece hacer sugerir que provienen de algún lugar idílico en donde la música de los Sex Pistols, Sonic Youth o Nirvana haya atravesado jamás un altavoz.
En su primer lado, ‘Buck Dharma’ ofrece algunas de las piezas más consistentes del álbum. ‘Hideous Whisker and His Woman’ comienza tenebrosamente con zumbidos y fraseos de guitarra que buscan seguir a un bajeo profundo, difuso. Al final de la pieza, una tónica ya se va definiendo con alguna otra guitarra interviniendo y dejándose por instantes disolver para caer ya, claramente, en ‘Rot On’. Ésta es una de esas canciones que se quedan por horas en tu cabeza. La falta de estructura de canción pop hace que el fraseo aparente ser cada vez más atemporal y vago, consecuentemente más persistente y fascinante, contagioso. ‘Rot On’ es una canción febril, alucinante y oscura, profundamente oscura. Pero toda esa psicodelia en reversa, esa alucinación negativa se colapsa con ‘Risen from the Ashes’ y ésta es de hecho un fantástico levantón. La voz de Heidi ‘H-Reality’ Diehl, es increíblemente reminiscente de la de las matronas folk de fines de los setentas, con un tono que es alto y lleno de vigor. De una pieza a otra, Wooden Wand and the Vanishing Voice nos lleva de tenebrosos callejones sonoros a paisajes pastorales dulces y afables.
El segundo lado se va un poco más del lado de los devaneos. ‘Satya Baba Plays ‘Reverse Jam Band’’ es una larga pieza instrumental que utiliza organillos para crear sonidos carnavalescos y que siguen una procesión bastante limitada pero muy envolvente. ‘Owl Fowl’, por otro lado, es considerablemente más corta y tiene un toque mucho más ácido, con guitarras acústicas marcando tiempos junto a las percusiones en una onda totalmente folk, una guitarra totalmente cargada de efectos sesenteros y una voz que canta frases que redondean la rítmica contagiosa.
El tercer lado de ‘Buck Dharma’ comienza con ciertos ecos de free-jazz. Durante algún tiempo la percusión, abierta, sigue un sendero de improvisación hasta quedarse en un descendente tiempo cerrado, el cual se regenera en ‘I Am the One I Am and He Is the Caretaker of My Heart’. A partir de su rítmica sencilla y precisa, esta canción muestra el lado más centrado de la banda, con un uso discreto y preciso de los instrumentos y dejando prácticamente sin espacio a la improvisación. ‘Snakes Blues/Rational Blues’ es de buen grado más abiertamente experimental. Aquí Wooden Wand and the Vanishing Voice hacen uso de todos sus recursos, empleando discretos teclados y guitarras que puntualizan breves disonancias a través de una rítmica persistente e intensa. Incluso en cierto punto se salen de su órbita idílica y llegan a emplear breves instancias de ruido guitarrero. Éste es uno de los mejores momentos del álbum. ‘The Roebuck Song’ es pura tribalística punketa con Crane narrando, más que cantando, mientras cascabeles y tambores corren apenas seguidos por una guitarra y un muy distante órgano en el fondo, muy en el estilo ritualista de Sunburned Hand of the Man.
En cierto sentido, la cuarta cara representa una vuelta a su punto de partida. ‘Spear of Destiny’ es cantada de nuevo por Heidi y es muestra clara de carácter y fortaleza. Cuando ‘Wicked World’ comienza su procesión, larga y alucinante, la sensación de conclusión ya es inminente. Con su instrumentación persistente y libre, esta pieza parece por instantes referirse a los primeros trabajos de bandas como Hirsche Nicht Aufs Sofa o Déficit Des Anneés Anterieures en su inocencia melódica y pulsante energía.
Como aparenta suceder en algunas de las últimas composiciones de la banda, la fuerza de Wooden Wand and the Vanishing Voice es tal que el mundo parece estar contenido en sus temas. La música de ‘Buck Dharma’ es tan atemporal que bien podría haber sido sacada de un oscuro disco folk de los sesentas o setentas. Esta insistente sujeción a la austeridad es encomiable y fascinante. Es de notar sobre todo, la capacidad de contención que los Wand tienen al no caer en la fácil tentación de emplear medios sonoros contemporáneos, dejando todo a la magia que ellos solos, como banda, colectivo o pandilla, pueden invocar. ‘Buck Dharma’ quizás –ojalá- pueda definir el camino a seguir; mostrando que pasión infinita y mágica es necesaria para crear.


Magik Markers – I Love My Guitar, etc. (Ecstatic Peace/Apostasy, E#100e/APO16/APLP2, 2004)

Ante la insufrible oleada de bandas pseudo no-wave que inunda la radio ‘alternativa’ a nivel mundial, no podía dejar de faltar un fenómeno diametralmente opuesto a las azucaradas pretensiones de los cientos de copycats de Blondie, Talking Heads y Liquid Liquid. Afortunadamente, en el podrido corazón de la gran manzana han ido germinando flores oscuras e intensas tormentas sonoras. Como una bizarra cruza entre los momentos más salvajes de Birthday Party, Swans, Teenage Jesus & the Jerks y Sonic Youth, The Magik Markers se perfilan como los más precisos apoderados de la genuina rabia citadina.
Desde ya hace algún tiempo los Markers han venido ofreciendo una serie de conciertos brutales y presentando una serie de esporádicas y limitadas grabaciones en formato de cdr gracias a la fascinante y joven Apostasy Recordings, también casa de Son of Earth y The Believers entre otros. Sin embargo, no es sino hasta ahora que presentan su primer lp ‘en forma’, colaboración directa entre la titánica Ecstatic Peace y la mencionada Apostasy, y, en él, desde su título,‘I Love My Guitar, etc.’, despliegan toda su metralla de cinismo y neurosis.
Varias, muchas cosas son notables de los Markers: su fuerza, el desgarbo con el que atacan sus instrumentos, la consistencia y certeza de sus cortas canciones. Como en todo buen power trío –juar juar- los roles deben ser brillantes en cada caso; la titánica labor de la bajista Lena, tratando de dar filo a las desgastadas cuerdas de su instrumento mientras sostiene a la bestia que es la banda y la mantiene en su lugar, la actualización vocal de Kat Bjelland por parte de Elisa con su vigor insuperable y su guitarra amoratada suplicando piedad, la locomotora del otrora meditativo y mesurado Pete Nolan, aporreando platillos y cerrando tiempos con su chipoteada tarola.
El primer lado de ‘I Love My Guitar, etc.’ está grabado en el mismo‘Big Book Room’ donde los Double Leopards grabaron tanto su clásico ‘Halve Maen’ como su más reciente ‘Out of One, Through One, Into One’, y la grabación corrió a cargo de Samara Lubesky, quien por cierto acaba de tener su debut en Eclipse. Su primer corte, ‘I Trust My Guitar Etc’ suena francamente como una guitarra desafinada y agraviada corriendo apenas a tiempo tras una poderosa sección rítmica. Tras instantes de escuchar este primer corte, parecen evidenciarse las sucias intenciones de la banda: transgredir retomando el pasado, pero sin un sólo dejo de nostalgia, en una actualización que no resulta en absoluto mimética ni sentimentaloide. ‘Morris House’ es un soliloquio furibundo, virtualmente irrepetible y trunco. ‘Most Beautiful City’ es la oda que los Magik Markers le ofrecen a New York. En ésta, las vocales de Elisa parecen un tanto más contenidas, no así la lira, que sigue exactamente el mismo sendero de destrucción.
Es inevitable pensar por momentos en Iggy Pop y sus Stooges al sentir el arrojo con que esta banda se mueve. ‘Five Dollars’ y ‘Dreaming of Vegas & Pussy & Victory’ son puro punketismo pulsante y estridente, como los Pixies a mil por hora.
El arriesge más pesado al que cedieron los Magik Markers fue hacer que la última pieza del disco, ‘Straight A’s in Love’, cubriera la extensión de una cara al completo, en pleno palomazo que va del frenesí a la hueva en cuestión de segundos, demostrando nuevamente que el trío no tiene intención de mostrar la más remota complacencia hacia ningún ser humano que pueda toparse con ellos. Afortunadamente, queda demostrado que las intenciones de estos tipos jamás serán buenas. Después de todo, qué puede esperarse de una banda que tiene letras como ‘all I want is to get my pussy sucked’.
Finalmente, cabe subrayar que el extenso valemadrismo que se refleja en la crudeza de las piezas es seriamente contrastante con el cuidadoso trabajo de fotografía que adorna, en cuatro paneles, a este álbum. Estas imágenes muestran, en un bello paisaje al atardecer, la naturaleza arquetípica de cualquier banda de este calibre o hechura: es decir, tres güeyes rajándose el hocico. Fenomenal. La edición incluye un booklet numerado con poemas inspirados por las presentaciones y la música de los Markers, escritos por Byron Coley, Thurston Moore y Matthew Wascowich y con un par de ilustraciones de Dylan Nyoukis, y una calcomanía. Toda una joya de antología por este fantásticamente obsceno grupo.


Invisible Pyramid: Elegy Box (Last Visible Dog, LVD 080-086, 2005)

La titánica, ridícula tarea de escribir una reseña de ‘Invisible Pyramid: Elegy Box’ ni siquiera intentaría realizarla de no ser por la afinidad que siento para con los sonidos y las ideas contenidos en sus siete horas y treinta y seis minutos de duración. Este proyecto, planteado originalmente por la disquera Last Visible Dog hace algunos años, proponía ofrecer un tributo a Loren Eiseley, antropólogo y etólogo que se dedicara al entendimiento del entorno animal, intentando captar el aspecto superhumano en la naturaleza de las especies. ‘Invisible Pyramid’ es una virtual elegía al esfuerzo conservacionista y a la concientización con respecto al peligro que les imponemos a las especies que habitan con nosotros este mundo. Cada una de las piezas, las más superando los 15 minutos en duración, está dedicada a una especie que el hombre ha visto extinta, en mucho, gracias a su participación en el desequilibrio de los ecosistemas. Comentar el contenido del absorbente ensayo –escrito por Jeff Knoch de Urdog- y de las razones y dedicatoria de cada una de las personas involucradas sería totalmente injusto e inadecuado, baste con decir que es lectura obligada para quien desee acercarse a la genial música y los propósitos que comprende este disco.

El inicio de la recopilación le corresponde al dueto Black Forest/Black Sea, conocido por sus sonidos intimistas y experimentales, que suelen ser constantemente sazonados por grabaciones de campo. En este caso, BF/BS ofrecen una pieza llamada ‘Inepta’, orientada en un principio a sonidos abiertos y difusos y cerrándose en una bella improvisación para guitarra y violín. ‘Inepta’ es sumamente ácida y tiene esa tensión como de preludio tan común en las grabaciones de este dueto. Otro dúo, Birchville Cat Motel ofrecen a continuación una pieza llamada ‘Uneaten Star Duo’. Mesmérica y profunda, esta pieza inunda el universo con drones envolventes y ágiles, unidos a delicadas notas de órganos, pianos sintetizados y guitarras que matizan el cosmos que yace en el fondo de la pieza. La pieza decae ligeramente al final por la insistencia de los músicos en darle forma rítmica –con un loop- tornándola un tanto en una prima bastarda del trip-hop a la Massive Attack o Tricky, y alejándola un tanto de la grandiosa cualidad contemplativa e hipnótica que aparentaba en un comienzo. He de decir que ‘Uneaten Star Duo’ es, sin embargo, digna de un disco para sí sola. Los siguientes, Wolfmangler, aparecen del lado más pesado del espectro, con una pieza al más puro estilo Earth, con pesados y extra lentos riffs con un fuerte contrapeso de cuerdas arqueadas. Lo más interesante de ‘The Mangling of Tasmanian Wolves’ es ver como los miembros de una banda de rock, que no pueden sacar a Black Sabbath de sus mentes, adoptan un formato similar al del cuarteto de cuerdas –no en el burdo estilo de Apocalyptica- sino desde una perspectiva organicista y cuidada. La cuarta pieza está a cargo de Loren Chasse, integrante de Coeleacanth y Blithe Sons y digno alquimista de las texturas y los sonidos más sublimes de tiempos recientes. En ‘Of the Carapace and It’s Soul-Life’, Chasse ofrece apenas seis y medio minutos de grabaciones que combinan bellas y frugales melodías en instrumentos de cuerdas con largas instancias de manipulación de ambientes; los resultados son sonidos pulsantes, misteriosos y totalmente enigmáticos. Otro eslabón más en el camino de este esperimetnalista hacia su reconfiguración de la música contemporánea. El cierre de este primer disco viene a cargo de los ya clásicos Bardo Pond, maestros en el arte de la improvisación alucinante. Aquí dedican una improvisación en tres partes a ‘Bufo Perigles’ y la rinden usando toda su artillería, haciendo cimbales romper y saxes y guitarras llorar con ritmo frenético, pesado. Qué tanto puede llegar a decirse de Bardo Pond, la música que hacen es tan enérgica que puede hacerlo a uno vibrar de pies a cabeza. Así con el corazón en la mano cierran estos maestros la primera parte de este inmenso proyecto.

La apertura del segundo disco corre magistralmente a cargo de Sami Sänpäkkilä mejor conocido como Es. El músico aquí ofrece tres piezas llenas de belleza pastoral, cuidadosamente labradas en teclados, guitarras y frugales y misteriosas vocales. Sujetando una base de guitarra eléctrica repitiéndose melódicamente bajo una capa impenetrable de delays, Es ofrece en ‘Harmonia, rakkautta’ una fantástica paleta de colores sonoros que pasa de lo sublime al silencio más total y despiadado para caer nuevamente en los libres y coloridos lienzos melódicos de un piano, apenas matizado muy en el fondo, en ‘Pianokaari’. La segunda parte de este cd queda a cargo de Andrea Belfi –en percusiones- y Stefano Pilia –en todo lo demás-, integrantes del novel cuarteto Medves, y artistas solistas por mérito propio. En este caso podemos ver a Pilia alejarse un tanto de la inmanente belleza en drones que adorna su ‘The Season 1’ –editado para Time-Lag- y acercarse a un punto más abismal y experimental, que incluso podría llegar a sonar reminiscente de algunos de las improvisaciones más libres de Set Fire to Flames. ‘Cuora Yuannanensis’, la pieza de este dúo, suena vertiginosa y espiral como una eterna y laberíntica caída a través de la más abrumadora oscuridad. Siguiendo la perspectiva netamente experimental, ‘Steller’s Sea Cow’, del misterioso dueto de Anthony Milton y Stephen Neville, Sunken, es una pieza de detalladas involuciones de fondo y de tonalidades superficiales electrizantes y sentimentales. Su interpretación de los sonidos acuáticos -el hábitat sublimado de la vaca marina de Steller, a quien dedican la pieza- es tan material como puede llegar a serlo antes de tornarse palpable. Los finlandeses de Kulkija ofrecen a continuación cinco piezas, anteriormente editadas por Lattajjaa en un cdr limitado. Las contribuciones de Kulkija están totalmente gobernadas por el lo-fi. Los sonidos de cada una de las piezas están claramente orientados hacia el misticismo acústico, con voces musitando invocaciones (‘Hämärän Humina’) e instrumentos pulsando melodías baladescas y dulzonas, que chocan con la abierta oposición disonante de los teclados zumbantes (‘Ajatus Tassannus’). A pesar de que el material de esta banda haya de sido de buena factura, es inevitable sentir una falta de balance entre las –tanto más formales- composiciones anteriores y éstas, cuya fundación es precisamente una inocente simplicidad. El cierre del álbum le corresponde a los también finlandeses Tomu Tonttu, quienes ofrecen una serie de creaciones absolutamente distintas a las de sus compatriotas en el mismo disco. La música de Tomu Tonttu parece partir de un espíritu similar al de los alemanes de Hirsche Nicht Aufs Sofa, de hecho la segunda parte de Rattus Nativitatis podría encajar perfectamente en su ‘Gegenstände Fallen zu Boden’ por el persistente empleo de drones corales y los ‘campy’ loops que tanto caracterizaron a los alemanes. Y así en una órbita un tanto más aleatoria y distante al sublimado comienzo de este segundo cd, finaliza este proyecto a manos de miembros de Kemialliset Ystävät.

Los japoneses de Up-Tight abren el tercer disco con ‘Falling Into a Doze’, una alucinante pieza psicodélica llena de cascadas guitarreras a la Swans de ‘Soundtracks for the Blind’ pero en un formato mucho más parecido al de My Bloody Valentine. La subsecuente ‘Prisoner No.0’ parece prácticamente interpretada por otro grupo. Ësta canción parece mucho más cercana a alguna pieza garagera-grungera de principios de los noventas, rescatada de algún cassette mordisqueado y despostillado, pero eso sí con un ritmo acelerado y muy contagioso. ‘Le Bleu du Ciel’, {ultima pieza de esta banda es bastante más convencional, resultando en una balada psicodélica bastante más regular y hasta un tanto anacrónica con respecto a la mayor parte de las bandas en esta recopilación.