Saturday, December 29, 2007


Carlos Giffoni/Prurient - Heavy Rain Returns (iDEAL, iDEAL030, 2006)

El usual exceso que con toda su carga de corrosión oscurece los trabajos de Dominick Fernow, a.k.a. Prurient, se ve realimentado y sórdidamente desbordado en el abusivo, casi incontrolable acontecer de "Heavy Rain Returns", colaboración con aquel otro maestro del noise actual, Carlos Giffoni. En este trabajo, el peso de la balanza sin duda recae del lado de las prácticas más habituales de Prurient, quien, con sus sofocantes exhalaciones de negros tonos y timbres ferrosos, contrapone el trabajo de Giffoni, más conocido por sus virtousos juegos con enmarañados espectros aurales.
"Heavy Rain Returns" trabaja el tema de la violencia noisera a todo lo largo de su extensión de poco más de media hora. Sin embargo, lo hace con altibajos propios de una sesión de improvisación libre que, en aras de mayor efecto, sacrifica gran parte de su potencial dinámico.
Hacia el final de "Heavy Rain Returns", queda la impresión de haber presenciado un trabajo de noise de factura sumamente cruenta. Sin embargo, eso mismo podría decirse de la mayoría de los trabajos de Prurient, o de Giffoni respectivamente. Desgraciadamente, para el alto calibre de los dos intérpretes en cuestión, "Heavy Rain Returns" tiene muy buenos momentos, pero no hace honor a la usual calidad de sus creadores. (S.S.)

Thursday, December 27, 2007



Claypipe/Pekko Käppi/The Blithe Sons - The Amazed Map (Music Fellowship, MF20, 2007)

Por mucho tiempo, el colectivo Jewelled Antler nos dejó sin muestra alguna de sus legendarios trabajos. No es sino hasta este año que Music Fellowship edita algunos de los rastros que este importante grupo de artistas dejó a su paso; se trata de tres diferentes bandas o proyectos, cada una procedente de uno de los ejes del colectivo: Nueva Zelandia, Estados Unidos y Finlandia.
Claypipe, primer conjunto de este tríptico, está compuesto por el enigmático Clayton Noone -CJA- y por el legendario Anthony Milton; como podría esperarse de esta unión, el sonido tiende más hacia una composición muy abierta y llena de elementos acústicos que no tienden necesariamente a lo musical tópicamente hablando, sino a la musicalidad inherente al sonido, particularmente al de los sonidos encontrados en parajes lejanos a las civilizaciones. Contra lo que podría pensarse, los sonidos invocados por el dueto están lejanos de la simplicidad pastoral del llamado free-folk actual; se trata de piezas que observan detalladas exploraciones de campos acústicos. Cada pieza incluye como parte esencial de su constitución tanto las dinámicas musicales del dueto como los sonidos particulares e inesperados del lugar donde fueron grabadas. "Rusty Gun (emplacement)", por ejemplo, se trata de una pieza que tiene por eje semiconstantes, lentos fraseos en guitarra, que sostienen a la composición lo suficiente para que las cuerdas arqueadas de Anthony Milton puedan perderse en un delirio atonal y arrítmico. Mientras tanto, la sonoridad de los espacios, las intervenciones imprevistas del entorno fungen un rol esencial en las dinámicas tanto de grabación como de composición, afianzando firmemente la sensación de cuán efímera la música puede llegar a ser en toda su majestuosidad.
Los que más han rescatado el flujo de sencillez e inmediatez tan característico de Jewelled Antler han sido sin duda los músicos oriundos de Finlandia, quienes, lejanamente, parecen contener en su arte aún vestigios de la música kosmische de la Alemania psicodélica aunados a un influjo evidente de los sonidos folk británicos y nativos. La representación de esta tierra en este disco corre a cargo de Pekko Käppi, integrante de algunas de las principales bandas de la escena local, como Lau Nau y Päivänsäde entre varias otras. Pekko Käppi toma como base de su trabajo el uso del jouhikko, un instrumento tradicional de su tierra que posee tres cuerdas y ofrece un característico timbre de melancolía -de hecho al tono del drone que le caracteriza se le llama así-,el cual puede escucharse aquí, condimentando sus piezas con su característico sabor a tiempos lejanos. Käpi en su contribución ofrece cinco canciones que muestran a detalle una de las visiones más fuertemente interesadas en el rescate y la actualización de una tradición musical. Cabe citar además la presencia de Pauliina Haasjoki, su compañera en Päivänsade, apoyando con vocales en un par de piezas.
Finalmente, "The Amazed Map" presenta al legendario dueto de Loren Chasse y Glenn Donaldson, The Blithe Sons, quienes habían castigado a sus seguidores editando por última vez en 2004. Su contribución podría entenderse como opuesta a la de Claypipe en cuanto a que su eje es precisamente la composición escueta, centrada en un lirismo pastoral, sencillo, bello y lleno de certeza. Aún así, el elemento de los ambientes y las intervenciones accidentales sigue estando presente aquí aunque mayormente proveyendo a la música de atmósferas irrastreables y misteriosas. En sus tres intervenciones, The Blithe Sons logran reencontrar el sobrecogedor misticismo que caracterizó a trabajos como el clásico "We Walk The Young Earth", con el minimal uso que hacen de una intrumentación limitada pero empleada con maestría y creatividad.
Para finalizar, cabe mencionar que a la usanza de algunas recopilaciones clásicas de Jewelled Antler como "Heat and Birds", cada una de las piezas que componen "The Amazed Map" está separada por un segmento de sonidos de naturaleza grabados por Tony Endless y Byran Abbot. La última, que cierra el disco, se trata de una enigmática grabación que rapta las voces de aves y vientos furiosos forjando un marco acústico impresionante, devolviéndonos a la idea de la naturaleza del sonido y planteando nuevamente la incógnita de a qué le hemos de llamar música, cuando nuestros registros, siendo comparados con los de la naturaleza, son tan ridículamente ínfimos (S.S.)

Saturday, December 01, 2007

Secret Abuse - Young Man Pushing Away Everything (Callow God, CG046, 2007)

Vibrante, poderoso flujo de estática desbordándose a todo lo largo del espectro, con hirientes filos de feedback atacando a destajo en la lejanía, y gritos y sentencias masculladas, apenas audibles en lo más profundo del estanque de grises corrientes: la conjugación perfecta para un trabajo de harsh noise dispuesto a atontar a quienes se queden en lo superficial y a deleitar a quienes puedan leer entre las líneas del caos conjugado en "Possessed".
"His Meaning" es un juego de ambientes opresivos, con hostiles drones sosteniendo apenas una fluctuante e inasible masa de gis que aparece y desaparece alternativamente y que enmarcan el soliloquio de una voz seca e inexpresiva. Una exacta representación del yermo páramo que será de este mundo nuestro, donde apenas los fantasmas de voces humanas sobrevivan largamente distantes a la mecanización y el óxido, grey forever. (S.S.)
Quetzolcoatl - Sleeping Within the Sun (Phantom Limb Records, ARM010, 2007)

Dentro de la reciente oleada de droners que han invadido las tape y cdr labels, Quetzolcoatl ha sido un caso especial tanto por su calidad como por su prolífico calendario de ediciones. En "Sleeping Within the Sun", el proyecto de Timothy Hurley explora las posibilidades del consabido recurso del zumbido eterno, agregándole sus propios fantasmas, con etéreos lamentos vocales vueltos distantes visiones y guitarras y oscilaciones presentándose como continuos oleajes de memorias despidiéndose acompasádamente. En uno de los empleos más pastorales empleados en la electrónica moderna, Quetzolcoatl aborda el trabajo de loops como involución ulterior, conjugando una introspección elemental de vuelos muy elevados en constante movimiento. Y a pesar de que la obvia base de cada una de las piezas es claramente orbital, el control que Hurley tiene de la potencia y la melodía de cada una de las partes atadas en piezas como "River Pebble Make Worlds New" es capaz de otorgar a su música una forma siempre fluctuante, siempre cambiante. Aún piezas tan cortas como "Magic Breath" fungen largamente como una suerte de invocación desequilibrante, como una multitud de voces atrapadas en una cámara de eco llena de sonidos de música de cámara diseccionados y dispersos en un viaje hacia la eternidad. El resultado final es intimidantemente bello. (S.S.)

Saturday, November 10, 2007

Lilypad - The Moon and the Air Sparkle (Tapeworm Tapes, TW-34, 2007)

Lilypad es el proyecto solista de John Elliott, tecladista de Emeralds. En "The Moon and the Air Sparkle" nuevamente trabaja a partir de las texturas moduladas de su sintetizador para crear delirantes procesos de microtonalismo en drones que, si bien son dulces, no son necesariamente conducentes de una vibra enteramente cómoda. En dos piezas largas y monótonas, Elliott tiende puentes entre abismos de oscuridad impenetrable y fantasmales atisbos de destellos epifánicos sin hacer comentario alguno y sin hacernos sentir que algo faltase. Ésta es mística que se explica a sí misma; incuestionablemente bella e inspiradora música que contiene cualquier exabrupto en aras de crear arte estricto en una segunda pieza que no destiende ni un sólo altibajo y que contradice la inexplicable secuencia que ata espasmos de dulces síntesis con una emulación de oleajes primordiales y que a su vez da paso a un ríspido, mesmérico drone en la primera. Un perturbador corte final en esa primera cara, tomado de un long play de música infantil, acrecenta grandemente las enrarecidas sensaciones creadas por esta cinta. (S.S.)

Friday, November 09, 2007



Kites - Sky Hammer (Chondritic Sound, CH-182, 2007)

Kites toca música experimental como si aún fuese el declive de los años setentas; es decir, con una visión abierta y poco interesada en lo que concierne al decoro de nuestros días. Sus composiciones transmiten una doble visión de claridad y precisión por parte del autor y de inasibilidad e incertidumbre con respecto al escucha. Manejándose con soltura a lo largo y ancho de los campos experimentales, Chris Forgues parece no conocer sino la ruta de la apertura. Incórporando elementos simples en alternancia fluctuante, Kites hace de "Sky Hammer" un trabajo desequilibrante y adictivo, que lleva de la corrosión industrial a la elusiva fantasmagoria de la acústica experimental. Y este 3" para Chondritic es apenas una -excelente- muestra y una adecuada introducción al universo de este gran artista; ni qué decir de "Hallucination Guillotine/Final Worship", su impactante y más reciente long play para Load Records. (S.S.)
Emeralds



Este año ha sido decidamente el de Emeralds. El trío de Ohio se ha colocado como uno de los más importantes de este década a partir de una estética que paradójicamente opta por la precisión y el detalle que proyectan en una atmósfera de regular calidad de grabación. Sin producción, y constantemente echando mano de loops y samples simulando dubbings, el trío formado por Mark McGuire, John Elliott y Steve Hauschildt forjan intrincadas composiciones que abordan la precisión del esquema y la conectan con la espontaneidad de la improvisación.
Sus trabajos -así como los de sus proyectos alternos, Lilypad y Tusco Terror- desaparecen tras apenas mostrados en los updates de las distribuidoras. Su discografía ya es de hecho cuantiosa y preciada por coleccionistas; por lo cual las reseñas presentes buscan meramente preparar el camino para los anticipados lps que el trío tiene pendientes con las disqueras Hanson Records y Ecstatic Piece.

Emeralds - Allegory of Allergies (Gods of Tundra, s/n, 2007)

Al saber de este trabajo, la primera y más obvia pregunta prácticamente salta a mi encuentro: ¿120 minutos? La idea de que alguien pueda ofrecer algo lo suficientemente consistente para enfrentar a sus escuchas durante todo ese tiempo denota al menos grandes ambiciones, de vuelos suicidas. Pero la banda decididamente logra mucho en este trabajo de alcances épicos, reúniendo estados de consciencia, tradiciones en proceso de extinción y una expresa ambigüedad sonora.
Básicamente, lo que "Allegory of Allergies" hace en sus casi dos horas de duración es reunir bajo una misma cubierta una serie de sesiones que Emeralds bien pudieron haber presentado individualmente, pero que consecutivamente forman una línea que explora las varias capacidades del trío. Éstas cualidades se dividen en ambientes, texturas y registros sumamente variados pero que declaran el seguimiento de un ideario aural claro.
Apenas aportando cinco piezas en su primera cara, la cinta abre con un track lleno de nostálgicas cadencias que evoluciona en sentido circular, creciendo sobre su espiral, cediendo al color y, luego, disolviéndose lentamente. Con la segunda intervención del trío, quedamos ante un track mucho más abusivo en el área grave, que aún de ese modo está dulcemente iluminado por disparos de dulces melodías de guitarras desperdigándose. Sonidos indecisos, en un vórtice de psicodelia que apenas puede contenerse y que cede precipitadamente. La tercera pieza desenvuelve un drone vibrante en dinámicas aún mucho más lentas que las que suelen caracterizar a la banda. A pesar de que este track se mueve más hacia el espectro del ruido, posee patrones que están tanto más claramente definidos y que conllevan un dejo de melodías primales que arrebata en mucho cualquier sentido de apertura declarada. Aún este deambular, ligeramente radical se antoja parte de un plan claramente definido. El cuarto peldaño en este trabajo muestra una de esas amnióticas imágenes que Emeralds saben conjurar tan bien y que tiende a la crecida inundante. Quizás algo de inmamnecia hubiera hecho bien a esta pieza que acaba rehuyendo su propia fragmentación. La siguiente pieza de esta colección obedece afortunadamente esta lógica mediante una envolvente danza de velos sonoros que rodean ingrávidos ejes de corrosión creada en una fluctuante distorsión. La uniforme falta de movimientos en este caso hace que cada mínimo detalle crezca en significación; una pieza meditativa que retrae su inherente dulzura relajante para darle el espacio principal al zumbido inevitable del dolor de la cotidianeidad. Ying y yang. Luego, inadvertidamente el cambio se solidifica desde el mismo seno de la inmanencia. Sin notarlo hemos quedado presas ante una pieza que se entendería como progre de no ser por sus resquebrajados bordes y sus ácidos gustillos.
El segundo lado abre amenazante y grandilocuente, atacando octavas crecientes y obliterantes, agotando todo el oxígeno sin tregua, con teclados y guitarras unidas al unísono y repitiendo su ciego ataque hasta hacer una mole sónica de esta pieza. Tras la sublimación extrema del primero, entra un delicado corte de evocaciones pasajeras, de paisajes eléctronicos y vuelos contemplativos que acaba por tornarse en un sueño tóxico, cubierto de niebla e imágenes dispersas. El cierre de la cinta decididamente ofrece lo más logrado del trabajo al completo, con una pieza camaleónica en donde una enfermiza eléctronica toma el control de los instrumentos, despojándolos de sus registros naturales y acercándolos al dominio de las órbitas melodiosas del post rock hasta que una cortina de ruido comienza a cubrir los inciertos senderos de la banda y sólo los abandona para dejarlos en un invención pastoral, con base en una intensa profusión de tonos y colores. Los susurros emergen y la composición nuevamente deja ver la inundación de sus designios. Hacia el silencio, no queda sino la sensación de haber estado absortos, casi desvanecidos ante la presencia de una escultura sónica portentosa. Algo tan grande ha pasado entonces, algo de una naturaleza tan elusiva que difícilmente parece querer dejarnos declarar haber sabido de su presencia. En muchos sentidos, enorme.



Emeralds - Rotating Floor (Wagon, 2007)

Emeralds realizan en "Rotating Floor" un interesante juego de paneos de electrónica abstracta, semi ruidosa postrada frente a una elemental pero persistente fondo/marea de síntesis oscura y circundante guitarra eléctrica. Por momentos, el incipiente rastro del drone principal se ve atrapado en un loop inconstante y casi sin sentido, que, además, posee la deficiencia de haber quedado plantado a muy alto volúmen, evitando que se pueda apreciar el juego en espirales del resto de la instrumentación. Al eliminar la falla, los remanentes son sorprendentemente similares a alguna pieza post-rockera, aunque la negación hacia la progresión afortunadamente previene al dueto de caer de lleno en dicha etiqueta. El cierre de la pieza, con su insistente énfasis en los sonidos eléctronicos oscuros y en constante flujo, remite a algunos de los momentos más espectrales del Tangerine Dream de "Zeit" o de "Alpha Centaury", aunque con una muy evidente inclinación hacia los instrumentos de cuerdas y ciertas persistencias droners.
En "Passage", Emeralds parecen seguir declarando con fervor su amor por la electrónica alemana de los setentas con una introducción en teclados que recuerda a la magia pastoral de Florian Fricke momentos antes de ser interrumpida por ese abuso de loops que da una consistencia tan apabullante y extraña a su sonido. Posteriormente la banda hará llegar un bello juego de teclas, que con su combinación de sonidos naturales y efectos en reversa provoca una sensación de discontinuidad y sueño, un letargo provocado sólo para hipnotizar al escucha y hacerlo entrar a la portentosa crecida a seguir.

Emeralds - Smoke Signals (Wagon, s/n, 2007)

Indescifrable abuso en un delay embotado introduce "Jetstreams", que comienza por sostenerse en el característico teclado de evolución micrométrica y cuya carga de incertidumbre se ve aumentada por una línea de samples intrazables y delirantes. Aquí, contrariamente a lo que ocurre en "Smoke Signals", con su clara preferencia por los ensueños dulces, Emeralds recogen memorias de sueños profundos y grotescos, en una invocación abisal y apesadumbrada envuelta en drones casi guturales y de tintes rituales.
El portento de la octavación y de la variación microtonal se adueña luego de "Awful Chalk" en la cara b, donde las imágenes se instalan y fijan de lleno, vigorosas. La herrumbre desprendiéndose de la guitarra deambulando en el fondo recuerda brevemente a las composiciones en capas de los últimos Swans y a algunos de los trabajos de Glenn Branca; claro, hasta que nuevamente los teclados vuelven a adueñarse del aire por completo, ahora en un giro más ambient y complejo, cercano a la extraña belleza de los primeros trabajos de Growing, aunque optando por la desintegración sin un abandono catártico. (S.S.)

Thursday, November 08, 2007



Armenia + Cornucopia - Un Infierno Total (Sonora, RA-08, 2007)

Este trabajo conjunto entre dos de las más legendarias bandas de noise latinoamericano, el proyecto ecuatoriano Armenia y el dueto portorriqueño Cornucopia, se deja ver como parte del esfuerzo conjunto que ambos proyectos realizan en aras de mantener un sentido de unidad en la aún diminuta comunidad latina de noise. Ambos grupos ya son estandartes en la escena; Sabatto de Armenia ha venido trabajando en su proyecto desde principios de los noventas, siendo la primera banda latina en editar con RRR. Asimismo, la historia de Cornucopia, ya más familiar para los lectores de este blog, ha sido consistente al grado de haberles hecho acreedores de una impecable reputación como banda de importancia capital en el rubro del ruido internacional.
Para esta colaboración, ambas partes se concentraron en la creación de intensos cuadros de ruido improvisado, astringente y corrosivo, las cuales fueron analizadas y operadas por Sabatto. Éste, a su vez, trabajó a sus anchas cortándolas, bifurcándolas, seleccionándolas y uniéndolas en una colosal pieza de setenta y cinco minutos, con subidas y declives de tensión, flujo y potencia que forjan una aleación sónica constantemente mutante en un dinamismo extremo. En "Un Infierno Total" no hay tierra firme. A diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de los discos de harsh noise, aquí no hay un rasgo inamovible, un eje estático que sirva de ancla; el correr del ruido blanco es tan constante y veloz que deja al escucha fatalmente desprovisto de cualquier tipo de asidura. No hay más opción que la inmersión total en sus furiosas mareas. (S.S.)

Wednesday, November 07, 2007

Sutcliffe Jugend - This Is The Truth (Ground Faul Recordings/Hospital Productions, GF/HOS-166, 2007)

Contrario a lo que podría esperarse de una banda que ya lleva más de veinte años en el borde, Sutcliffe Jugend no parecen estar ni remotamente cerca de suavizarse ni de predisponerse a cóncavas indulgencias (veáse "Racket"). "This Is the Truth", su primer álbum íntegro en estudio en 8 años,es un disco que mezcla complejidad y subversión a partes iguales.
Partiendo del power electronics y en buena medida proponiendo su renovación, "This Is the Truth" muestra a una banda que no se queda en el esquema básico del sistema sonoro del que se desprenden. Corte tras corte de este álbum aparecen piezas que juegan con el escucha a diversos grados; por ejemplo, "Born Again", sirviendo como marco de entrada, establece un rampante seguimiento de atemorizantes texturas que son exponenciadas en tensión por la controlada voz de Tompkins, multiplicando cada instante de erosión, sólo para después explotar con la catastrófica "What If", en donde la voz aguda del cantante se une al deslave de punzantes y caóticos sonidos, aunados a un marco sonoro digital sofocante. La voz de Tompkins, no empleada en grabaciones desde hace ya algunos años, es absolutamente instrumental en el alcance de la abrasión de Sutcliffe Jugend, dando un sentido intrínseco de complitud a cada una de las piezas, lo cual obviamente se contrapone en gran medida al bagaje regular de indecisión e imprecisión tan criticado en la mayor parte del noise -al menos el categorizado como free o improv noise- actual.
Además de las obvias descargas catárticas, Sutcliffe Jugend ofrece en este trabajo bizarras muestras de un ácido sentido del humor, en "This Is the Truth" el dueto toca un paradójico blues en guitarra que choca de frente con su propia electrónica circular y estática, puesta un poco en estática para hacer a ambas partes contrastar mayormente. Entonces "Restraint", con su indefinido desprendimiento de notas de guitarra parece querer abrir con un animo más amigable. Pero en cuanto los elementos comienzan a coludirse, las cosas cambian. La voz filosa de Tompkins y la electrónica furiosa de Paul Taylor van cargándose poco a poco sobre lo que queda de las desperdigadas oscilaciones de feedback guitarrero hasta que lo queda no es sino un caótico cuadro de sónica agresiva obliterante y cada vez más y más creciente. "Pigboy" va por una dirección enteramente divergente; drones de oscilaciones muy lentas componen un entramado terriblista y digno de temor que se encuentra fielmente acompañado por un volátil soliloquio, ofensivo y grotesco. "Deviljesus" está formada a partir de las convulsiones sonoras de bajeos que chocan con las órbitas de los gritos de Tompkins y los reductos de melodías de unos beeps altisonantes para concluir en una suerte de mantra que encima la misma frase una y otra vez sobre sí misma, exceso perfecto, de corte fanático, para poner fin al primer acetato de "This Is The Truth".
Loops de líneas de guitarras inconclusas y chirridos ríspidos y sumamente agresivos comprenden la pieza abridora del segundo lp de "This Is the Truth", "Your Weakness", la cual va de la relativa certidumbre de los patrones circulares al más habitual power electronics con todo su caos y tensión. Para "Take" incluso se atreven con algo más cercano al noise más regular; la estática se va aglutinando al fondo mientras las voces van creciendo en intensidad y un zumbido, al centro de todo, va perfilando el rumbo agónico de la pieza. Entonces las fébriles vocales vuelven a tomar el control y el esquema se convierte en uno familiar, potente y abrasivo, que concluye con una serie de intensos juegos de frecuencias bajas nebulosas e hipnóticas. Con "Obsession", los ya de por sí atípicos medios de la banda se muestran aún más afectados por la labor compositiva de la dupla al ofrecer una acosadora descarga de sonidos furtivos indefinidos y vibrantes que comunican más de forma física que sonora, fungiendo apenas como receptáculo para los más francamente violentos quehaceres vocales. Finalmente, "Blind Ignorance" concentra a grado superlativo la catársis consumada con un tropel de ruido que forma paredes, se derrumba y vuelve a crecer: una salida efusiva para un trabajo que no ha escatimado en medios y que se posiciona no sólo dentro de las mejores del año, sino hasta dentro de los mejores de su propio género. (S.S.)

Saturday, November 03, 2007

Marble Sky - The Sad Return (Callow God, CG045, 2007)

Uno de los trabajos más elusivos de este año, "The Sad Return" es el debut de Marble Sky, un enigmático proyecto alterno puesto en marcha por Jeff Witscher -de Impregnable- y en ésta, su meláncolica carta de presentación, puesta en circulación en apenas quince copias, muestra un lado totalmente insospechado de uno de los noiseros más brutales de la época actual. "The Sad Return" presenta en dos cortes un trabajo meditativo y sumamente bello basado en el vaivén de oleadas de estática bien controladas y combinadas con un preciosista trabajo en teclados. Sin duda una de las mejores cintas del año, que, afortunadamente, verá una reedición próximamente. (S.S.)

Prurient - Kevin Drumm - All Are Guests In the House of the Lord (Hospital Productions, HOS-201, 2007)

Esta reciente colaboración de los extremistas aurales Kevin Drumm y Dominick Fernow -mejor conocido como Prurient- sorprende por su cuidadoso orden y respectivo seguimiento. Aislando temas sónicos de diversas índoles en segmentos reminiscentes de canciones o piezas en vez del mero enérgico debraye ruidoso, el dúo logra establecer ambientes claramente delimitados y de acabados de variantes bien sujetas. La introducción, "First Memory of Pain", ve a Fernow retrasando sus vocales frente al límbico devenir de un cuadro casi ambiental que, como si se tratara de un trabajo hecho by numbers, es seguida por "On This Slab", track de herencias claramente industriales, bastante lejano al noise y que reúne una sorprendente cantidad de elementos en una progresión discreta pero efectiva: metales golpeados, loops mecánicos, descargas de distorsión y gritos con mensajes lacerantemente irónicos y elusivos en sentido de confrontación, obviamente, hacia la iglesia católica. Con "There Died Venus", Fernow y Drumm retoman los primeros indicios antimusicales de aquellos lejanos trabajos de Boyd Rice a finales de los setentas trabajando sobre un compulsivo repetir, degrandante y agónico, pero sobre todo ríspido sin llegar a la abrasión total. Cerrando la primera cara, en "Though the Apple Is Rotten" la dupla conviene en una combinación de marcos sonoros extraños entre sí, mezclando la misteriosa indefinición de las grabaciones de campo, con loops de voces infantiles extrañadas y un acompañamiento musical ineludible a pesar de su falta de corporeidad, todo con un giseo aumentado ganando el centro del campo sin esfuerzo.
"In Long Rows" inaugura la segunda cara con un modus operandi bastante similar al de la pieza anterior, aunque ahora dándose más tiempo para cimentar una atmósfera tétrica, que bien podría pertenecer a una película de terror o a alguna cinta de guerra, cualquiera de clase B, centrada en lejanas imágenes de guerra. "Comes Another Brood" cierra la cinta con una contenida exploración de motivos apocalípticos, conjurada mediante un vibrante trabajo en eléctronica estática y órbitas industriales ferrosas y violentas en todos sus contenidos estáticos y dando lugar al desprendimiento de tóxicos nubarrones grises de teclados de gustillo alcalino. Otro buen trabajo en Hospital que ve a Prurient nuevamente alejándose de los terrenos estables y diversificando cada vez más su sonido con un acercamiento notorio hacia la formalización. (S.S.)

Greh Holger - Paralysis (Hanson Records, HN174, 2007)

La edición de "Paralysis" supone dos preguntas evidentes, la primera en cuanto al por qué Greh Holger prefirió emplear su nombre en vez de su más usual y constante alias como Hive Mind la segunda al por qué de la excesiva longitud de la grabación, siendo totalmente atípico de Hanson editar en cinta trabajos que rebasen la media hora total de duración. Ambas preguntas podrían responderse tras una primera escucha; éste se trata de uno de esos trabajos exploratorios tan socorridos por los personajes que pululan alrededor de American Tapes. Como Olson y -especialmente- Dilloway, Holger es conocido por su afición por los sintetizadores y por los trabajos experimentales formulados en torno a ellos. Esta cinta, desprovista de cualquier dinámica funciona de manera similar a la de los loops de Super 8 y decididamente privilegia consistencia por encima de variación alguna. No es sino hasta que el primer lado de la cinta concluye -tan sólo después de los primeros treinta minutos- que los cambios comienzan a acontecer, y, nuevamente, lo hacen de manera en extremo escueta. Ciertamente los elementos que conforman los trabajos regulares de Hive Mind se hallan aquí, aunque de una manera tan poco articulada y estática que es a veces difícil responder a ellos. Sin duda "Paralysis" es un trabajo que evidencia una dedicación tremenda, rayana en lo obsesivo y del mismo modo exige ser abordado por el escucha. Sin embargo, es difícil pensar que sus contenidos lleguen a sustentarse como de suficiente valía para que alguien deseé hacerlo; quizás la razón de que sea acreditado a Holger y no a Hive Mind es que no merezca del todo aparecer en su granada discografía. Decididamente sólo para entusiastas. (S.S.)
Robedoor - Hopeless Transformation (Goaty Tapes, Goaty Tapes #1, 2007)

Con "Hopeless Transformation" Robedoor vuelven a demostrar que lo suyo no es conformarse ni comprometerse. Sumamente atractivo al oído a pesar de la desbordada distorsión implícita en cada una de sus evoluciones, este cassette conecta momentos de nostálgicas, dulces melodías a la This Mortal Coil con irreflexivos estertores percusivos y constantes llantos de efectos obliterados. "Scaled Apparition" surge dentro de una dinámica que la banda ni siquiera requiere ejercitar para constituir; el trabajo de Robedoor ya está tan cuadrado que a estas alturas parece ser meramente el constante reacomodamiento de elementos previamente conectados y separados en docenas de distintas ocasiones. La embriaguez de esta primera pieza es tan perfecta y extraña como llantos grabados en piedra en tiempos lejanos; una piedra que no está perfectamente pulida, adornada por un lenguaje que no es tampoco imposible entender, pero sí de bordes ariscos y belleza imponente.
Desde la misma fuente de inspiraciones viene "Violent Memory", otro tema melancólico de dinámicas veloces aunque discretas y de reemplazamientos delicados de filos brillantes. Al cerrarse sobre sí mismo, este tema comunica un embrollo de sensaciones viscerales y delirantes fascinante.
Las pautas que esta banda ha ido marcando -aún siendo tan difíciles de seguir al ser una de las más prolíficas en el medio- son buenos indicadores; su diversidad y potencia son cuando menos encomiables. "Hopeless Transformation" es otro gran trabajo de uno de las mejores bandas de estos tiempos. (S.S.)

Saturday, October 27, 2007


A Bad Diana - The Lights Are On But No-One's Home" (United Jnana, 2007)

Antes de World Serpent, aun antes de Coloorta, Diana Rogerson fungió como partícipe de algunos de los trabajos más radicales de Nurse With Wound (véase "Soliloquy for Lilith"). Pero su historia se quedaría corta hasta ahí; a principios de los ochentas formó parte del explosivo dueto Stinkfist, notorio por sus escandalosos performances , colaboró con H.N.A.S. y Current 93, hizo alguna cinta de video que por su contenido Stapleton tuvo que destruir (en la época de la misma cacería de brujas que le costó el destierro a Genesis P-Orridge), y, bajo el seudónimo de Chrystal Belle Scrodd, grabó dos discos clásicos del underground de la época, "The Inevitable Chrystal Belle Scrodd Record" y "Belle D'Jour". Sin embargo, prácticamente desde entonces -a no ser por contadas colaboraciones-, esta artista sólo había ofrecido silencio.
Entre aquellos discos y "The Lights Are On But No One's Home", en el cual Rogerson ahora se presenta como A Bad Diana, hay una distancia de casi veinte años, los cuales, han ido dejando en la penumbra las posibles direcciones que la artista pudo haber seguido. Echando mano tanto de Matt Waldron, a.k.a. Irr.App.(Ext.), como del propio Stapleton, A Bad Diana propone un sonido muy similar al que empleó en sus anteriores trabajos; es decir, uno místico y oscuro, pesadillesco y opresivo, aunque decididamente menos aventurado, sobre todo por la evidente falta de presencia de la cantante. Su voz, antes elegante y aterciopelada o esquizoide y colérica, se sigue sintiendo seductora y misteriosa aunque irremediablemente agrietada.
Precisamente esto es lo primero que se debe notar; una dualidad entre encanto y defecto persiste a lo largo de "The Lights Are On But No One's Home". Dido es en este disco otra persona ;
en donde solía haber una psicosis incontrolable y un morbo pesado, conscientemente pecaminoso, ahora no queda sino una tristeza tardía y una plena consciencia mortal.
En sentido lírico, "The Lights Are On, But No One's Home" es un disco otoñal; piezas como "Notes from the Underground" refieren a una consciencia precisa de lo frugal: más que cantar, Rogerson dicta con precisión "Time taketh/And moths/And Rust... Unfulfillment/Cold at last/He needs to see you in prison/Let those who have ears listen/For if you think you are free, you cannot escape". Y dejándolas ir en líneas cerradas y resonantes como haikus, las vocales de Rogerson se extienden por entre los onirismos aurales de Waldron y Stapleton en uno de los mejores y más constantes momentos del trabajo, dejando un aroma a hojarasca seca y a alientos de sílfides juguetonas. Esta belleza inerme se extiende hasta "Behind the Curtain of the Sun" y "Chant d'Amour/Da Mort", canciones frágiles y entrañables; sobre todo la última, planteando con apenas una escueta melodía una composición amplia, repleta de fugaces caídas y sinuosas ondas fantasmales y acompañada de un inexplicable interludio psicodélico.
Pero desgraciadamente esta gracia no dura a lo largo de todo el disco. Piezas, como "Cupboardie Re-Nude" o "Asphalt Kiss", parecen haber sido compuestas digitalmente para una Nico de ultratumba, vaciando dejos de emociones en esquemas claramente artificiales, llenos de sobregrabaciones y atmósferas que quieren sonar apabullantes pero que difícilmente adquieren el poder suficiente para constituirse. "Mother" recuerda a los trabajos de Anna Wildsmith -bajo el alias de Sow-; mas donde aquella plantea narraciones sarcásticas y juguetonas bien trabajadas en sus contrastes, las declamaciones de Rogerson chocan con una extraña suerte muzak en un inusitado -por no decir inadecuado, errrhhh, momento...
En general, es evidente que Rogerson sintió requerir más ayuda de la que en realidad necesitaba, haciendo que buena parte del disco se mostrara irremediablemente intangible e incluso imperdonablemente hueca en algunos de sus momentos más cruciales. Asimismo, la selección musical en algunas piezas no reporta extrañeza o extravagancia como en sus ofertas anteriores, sino cierta cerrazón y falta de acercamiento al quehacer sonoro. Contradictoriamente, aun con todos los problemas presentes, los momentos efectivos de este trabajo hacen que al final valga la pena, pues, así, frugales y escuetos como son, sin duda, representan algo de lo más memorable que ha aparecido en este año.(S.S.)

Tuesday, September 18, 2007


Angels of Light - We Are Him (Young God Records, 2007)

El único problema con Michael Gira es saber hacia donde se dirige. En cada eslabón de su carrera de más de veinticinco años, el fundador y ex-líder de Swans ha demostrado ser acumulativamente impredecible. Los giros que sus trabajos han dado desde que abandonó la nave de Swans en 1997 han sido especialmente vertiginosos, y particularmente lo han sido los discos de Angels of Light. En ellos, Gira ha optado por mostrar cualidades profundamente intimistas desde una esfera musical sencilla y directa, esto, claro, sin querer implicar que se trate de trabajos simplistas; la misma obsesividad por conseguir un sonido específico por la que se hizo conocido en Swans persiste en sus discos, aunado a una enorme claridad propositiva.
Su largamente anticipado "We Are Him", nuevamente, destroza preconcepciones. Presentando material totalmente nuevo, con la única excepción de "Promise of Water", que ya había parecido en una versión acústica en su acetato solista, "Songs for a Dog", Angels of Light crean un espacio y un registro totalmente nuevo, lleno de profusión sonora, con material de un lirismo excepcional, que, siempre sorprendentemente, presta atención a cada detalle.
En cierto sentido, este trabajo supone un cierto balance con respecto al trabajo presente y pasado de Gira; en él participan tanto músicos que le apoyan actualmente -como los neofolkers Akron/Family-, como algunos que participaron en la última recta de la carrera de Swans -como los percusionistas Steve Moses, Phil Puleo y el gran Bill Rieflin, garantizando una contundencia percusiva, así como el guitarrista Christoph Hann, nuevamente dando fuerza y dimensionalidad a los momentos más blandos del trabajo. Por supuesto, a pesar de que hay cosas genéricamente discernibles en este trabajo, no deja de tratarse de una creación concretamente diversificante.
Un trabajo de Angels of Light jamás había sonado tan tópicamente clásico, tan contundentemente pop. "Sunflower's Here to Stay" es un giño al pop californiano de los sesenta; asimismo, una psicodelia parte blues parte gospel resuena persistente en las vocales de "Black River Song". Y todo este contenido aunado al dramatismo tan característico de Gira , como en "My Brother's Man", en donde el cantante escupe sus palabras en una mezcla de cinismo y desesperación, o como en "Sometimes I Dream I'm Hurting You" donde el frenesí apoderándose de la pieza parece no tener fin. Asimismo, "Not Here/Not Now" es otra pieza sorprendente, donde Siobhan Duffy y Larkin Grimm participan con vocales que recuerdan algunos de los momentos más viscerales de los primeros trabajos de Angels of Light, "New Mother" y "How I Loved You". Con todo, la canción donde mejor se siente embonar toda la maquinaria sónica de Angels of Light es "Promise of Water" donde la estructura va de la desnudez casi acústica, hacia la profusión delicada y plena, donde, la escritura de Gira retoma su crueldad visceral en escenarios apocalípticos y en violentas sentencias.
¿Qué más se puede decir? "We Are Him" es uno de esos discos, hoy en día tan raros, donde brillan empeño y convicción. (S.S.)

Friday, September 14, 2007



Sunroof! - Panzer Division Lou Reed (VHF, 2007)

Mucho más abrasivo que habitualmente, Sunroof! de Matthew Bower y Mick Flower destiende en "Panzer Division Lou Reed" su sonido a la manera de la enorme Vibracathedral Orchestra del propio Flower, dejando un tanto de lado los ensueños y optando más por la abrasión acumulativa. Al comienzo de este disco, la pieza de diecinueve minutos "Sew Plateus#1", graves voces hacen juego a una serie de licks psicodélicos, feedback de micrófonos y teclados en drones exaltados que se revuelven lentamente, fluctuando de semitono en semitono; la evolución del conjunto es lenta, escueta pero crece lentamente en definición. La bruma inicial sólo se vuelve más densa ante la llegada de las percusiones de John Moloney (Sunburned Hand of the Man) en vuelos libres, que, con sus tormentosos devaneos entre el silencio y la acción, marca la nueva crecida de un drone sucio, enfermo, chamánico. Asimismo, "Sew Plateus#2" domina los mismos terrenos de ciclos persistentes y delirio, caminos bien desandados por Sunroof! y aumentados por las inmersiones en estática que cierran la pieza, que junto a la segunda pieza "Etoile Sauvage", sirven apenas de preparación al último corte del álbum. "Stairways and Terraces Descending One Beyond Another in a Stupefying State of Exhaustion" es total y absoluta furia ciclónica a la Hototogisu; muy por detrás de esa humeante cortina de ruido se destienden guitarras que intentan conformar notas y cuyos estertores se repiten en convulsión, cediendo eventualmente sus fuerzas al cauce central, haciéndose de todo uno solo con descargas de feedback altísimo y maltrato arrítmico y atonal extremo.
Con respecto al trabajo de Bower, "Panzer Division Lou Reed", muy efectivamente, sigue un patrón de tonalidad más claro que el grueso de las últimas ofertas de Hototogisu o Skullflower; sin duda, de manera análoga a lo que ha sucedido en trabajos como "Orange Canyon Mind" y Spooked Summer", donde algunos cortes han evidenciado una mayor definicón melódica. Sin embargo, el que Sunroof! se haya perfilado mayormente hacia un terreno más ríspido, cercano a la órbita de los dos títanes mencionados y de la misma Vibracathedral Orchestra y el que no se pueda entender a esta banda como una simple extensión de otras posa una pregunta sobre la mesa: ¿Cuál será el futuro del rincón del pleno solaz psicodélico que solía ofrecer esta banda? (S.S.)
Slow Listener - Snow Falling on a Clear Blue Sky (Ruralfaune, 2007)

Extraños paisajes de geometrías ríspidas, como el lejano aullido de vientos nórdicos lentamente erosionando la tierra. Ambientes meditativos incómodos, de introspecciones casi forzadas, como un mesmerismo impuesto que se cierne a ambos lados del estéreo comunicando imágenes e impresiones más que sonidos; sí, con todo y sus rasgos -burdos y hasta groseros, confundiéndose con borboteante estática- delineando la potencia de la experiencia con precisión.
Quizás el único pecado de Slow Listener en "Snow Falling from a Clear Blue Sky" es la obviedad temática; el escucha que no pueda formalizar estas imágenes ante las portentosas paredes de giseo modificado no merece escucharle. "White Moth" remite a la más perfecta difusión de ambientes de Mirror, con una construcción por capas casi imperceptible. "Compromise: I Hate that Word" deja ver más claramente el proceso; de la incierta, informe melodía lentamente ciñéndose se desprende un fallo tonal que se convierte en un drone. A partir de allí todo es concatenamiento y persistencia
"Polarity Magnetics" es pura ambrosía, pareciendo alimentarse del mismo pulso magnético de un motor divino, ofrendando música ingrávida que entre el embeleso del reflujo se da el lujo de mostrar sus aristas con breves muestras de atonalidad. "Jaggernaut", un tanto más maliciosa, emplea caudales de feedback controlado como elementos tonales que suenan tan punzantes como ominosamente bellos; nuevamente, es su concatenación lo que la acerca a las estrellas.
Paisajes utópicos, de nostalgias inventadas, en "Snow Falling from a Clear Blue Sky", fluyen inabarcables las suaves e infinitas mareas de una naturaleza que no deja sino ver su magia en armónicas creaciones y que, contrariando a nuestra incierta realidad, nunca devela su cara de furia. (S.S.)

Thursday, September 13, 2007



Birchville Cat Motel - Bird Sister Blasphemy (Battlecruiser, 2007)

Blandiendo en lo alto la bandera de la diversificación musical, el neozelandés Campbell Kneale sigue desorientando a propios y extraños con sus convulsivas, casi sicóticas entregas. La presente, como han venido viendo cada una de sus más recientes producciones, es una conjugación maníaca de todos los trucos que este mago del sonido conoce. Tan sólo en el primer corte de "Bird Sister Blasphemy", "Powder Slave", Kneale explora a gusto ambientes intimistas, espacios sonoros contaminados por elusivas descargas de sonidos concretos, psicodelia infectada de germanismo ácido, ruido expansivo y eufórico y los tempestuosos bordes delineados por esa característica guitarra, altísima y delirante. Y con todo eso en mente, no es sino más pasmoso el hecho de que Kneale haya decidido vaciar este profuso universo de sonido en un espacio tan restringido; apenas son cuatro tracks, y la duración de ninguno rebasa los ocho minutos. Sin concesiones Kneale toma géneros, los explota, los deshace y luego los abandona a su suerte en una trepidante marea de ondas; nada deja de caber en sus fórmulas, pero para poder integrarse debe sufrir una profunda transformación, y vivir eternamente entre la evolución y la deformación de esta alquimia sonora. "Bird Sister Blasphemy" es pura energía y experimentación llevados al extremo.(S.S.)

Wednesday, September 05, 2007



Pure - Fetor (Freak Animal Records, s/n, 2006)
La trayectoria de Matthew Bower ha sido una de las más consistentes en tiempos recientes; desde principios de los ochenta ha logrado conformar un sonido único que ha ido evolucionando y exponenciándose en cada uno de sus proyectos: Total, Skullflower, Sunroof! y Hototogisu. Extrañamente, el gérmen de su trabajo con cada una de estas bandas -de orientación netamente guitarrera- no yace en el rock, sino en el corazón de la escena del power electronics inglesa, mejor ejemplificada por el trabajo de Ramleh, Consumer Electronics, Sutcliffe Jugend y Whitehouse entre otros.
La constante experimentación en busca de un sonido que fuese extremo y que desafiara los cánones llevó a parte de esa generación a colaborar constantemente, compartiendo sus rasgos más volátiles. El comienzo de la línea para Bower se da precisamente con Pure, agrupación de corta vida que cambió frenéticamente de miembros entre 1982 y 1984 para finalmente asentarse en 1984 como Total y luego como Skullflower. “Fetor” fue el único trabajo completo que publicó esta banda y que, desde su primera aparición en cinta, no había vuelto a ver la luz hasta su reciente reedición por parte de la disquera finlandesa Freak Animal en una edición de apenas trescientas copias.
Dividido en seis piezas, “Fetor” permite observar con claridad la persistencia sónica de Bower y compañeros. “Transformer” claramente contiene los elementos aurales que definen los últimos trabajos de Hotogisu aunque quizás a un nivel menos apabullante. Comenzando por el persistente uso de loops, vocales y percusiones, el total de estos seis tracks es decididamente menos abstracto que las usuales cortinas de distorsión de Skullflower o los nostálgicos y hasta dulces embrollos de cuerdas de Sunroof!, aunque, las piezas sí contienen de igual forma esa cualidad envolvente e hipnótica, esa psicodelia embotada y flujo inacabable.
Si bien el trabajo es claramente inacabado, la potencialidad visionaria de sus creadores es decididamente inspiradora, y muchos de sus componentes pueden advertirse en el sonido de bandas por venir. “Untitled”, fincándose fuertemente en oleadas de distorsión, prelude mucho de lo que harán las bandas de drone guitarrero de estos días, aquellos que, como Growing o Earth, formulan excesos para construir atmósferas y cuerpos sonoros más que simplemente para hacer un desmadre. Asimismo, es bien sabido hasta que grado el abrasivo uso de armónicos y el casi metálico filo de la distorsión de las guitarras de Bower pesaron sobre algunas de las bandas del metal industrial de los noventa –como Godflesh, por citar un ejemplo obvio-; “Fetor” en este sentido ofrece una visión más amplia que deja al descubierto muchos de los elementos que han ayudado a conformar el underground británico desde hace más de dos décadas. Y además lo hace de una manera muy afortunada; este trabajo se siente sumamente actual y su rico contenido sonoro lo valida más allá de su mero status como reliquia arqueológica. “Fetor” incluye además una –larga- pieza final grabada en vivo en 1988, la cual emplea material originalmente presente en esta cinta. Desgraciadamente, ni la pieza ni su calidad coinciden con lo que se puede encontrar en las seis piezas iniciales, pero, en fin, no está de más tener acceso a este material de archivo, sobre todo tomando en cuenta lo difícil que ha sido que éste vea la luz. (S.S.)

Friday, August 31, 2007



Saints (producido por la banda, s/n, 2007)

Con facilidad, Saints escapan definición. Las sensaciones que provocan las furiosas descargas de su debut son extremas; los remanentes de lo que suena como una estampida practicada en vivo forman cuatro piezas tituladas a partir de los nombres de Orishas -las divinidades paganas traídas a América por los esclavos venidos de Nigeria.
En este cdr se destiende una intensa colisión contra la melodía y la rítmica occidentales y se adopta de forma minimal un micro sistema tonal de tintes exóticos; cantos con trazas rituales se revuelven contra columnas de bajos enormes -¿loops?-, punzante feedback de micrófono, vocales histéricas y guitarras taladreantes. "Iansá" conjura el "A Screw" en vivo de Swans y lo lleva al paroxismo; "Oxum" retiene los excesos en retroalimentación de Whitehouse y les integra primitivos beats industriales; "Orixá" forja un delirio ritual sublimado en toxicidad y en barreras de tonos graves que no dejan que ni el aire se cuele; "Yemanjá" retoma el frenesí con una pieza cerrada, constante y que pura mala vibra de primitivismo moderno.
Creo que en afán de promoción, este dueto estaba regalando las últimas copias que les quedaban de este trabajo en su página de myspace, así es que si no se quieren perder de uno de los mejores y más violentos trabajos del año, mándenles un mensaje. (S.S.)
Hive Mind - Ashen Geometry (Throne Heap Devotional Music, TH008, 2007)

En estos momentos es probable que nadie pueda conjugar de mejor modo la disparidad del drone y del noise que Greh Holger. Hive Mind, en su intermitentemente constante carrera ha recreado lo mismo los susurros de la tormenta por venir que delineado el interior de tifones a discreción. Del mismo modo, su modus operandi nunca ha sido muy sencillo de definir; cuando parece hacer una línea de trabajos cuidados e integrados, contradice su devenir con trabajos un tanto más sencillos e inmediatos. "Ashen Geometry" en este sentido parece ser un trabajo intermedio.
Por momentos, esta cinta parece no seguir sino el lógico deslave de los barrancos de estática y tono que Holger apila con sus sintetizadores. En ciertos instantes, la grabación parece limitarse a eso; entonces, inadvertidamente una secuencia se comienza a delinear entre el caos dando lugar a una serie de inesperados -y hasta inadvertidos- giros. "Ashen Geometry" no llega a los extremos de intensidad y ferocidad que "Writhing Fleash" pero si posee un poder en el detalle que exige atención devota del escucha y una apreciación cuidadosa de esos movimientos orgánicos, sútiles que hacen de la música de Hive Mind una experiencia portentosa. Ésta es música que se siente en las entrañas y que estimula el frenético juego de las neuronas sobreexcitadas, música para tocarse a oscuras, y a todo volúmen. (S.S.)
Shitty Vibe Smasher - Bruised Fruit (Throne Heap, TH006, 2007)

Recluyéndose en los más profundos recovecos del espectro aural, forjando una aleación entre paisajes oníricos y la horrible certidumbre del accidente y sus espasmos, Shitty Vibe Smasher demuelen nociones, acreditaciones y lineamientos con una estampida de sonidos que de cualquier otro modo sería imposible relacionar.
Este grupo ya ha reunido en varias ocasiones a los ingenios que yacen detrás de los nombres Pulse Emitter, Sisprum Vish/Glamorous Pat y Budweiser Sprite, oriundos de Oregon que publican principalmente -y prolificamente- a través de la disquera de Pat, Cherried-Out Merch. Su quehacer parece enfocarse en la concreción labores múltiples; sus líneas sónicas fluctúan entre los trabajos de sintetizador, el drone, el dark ambient y el pulso aleatorio, que, de manera un tanto más lírica y espontánea que irr.app.(ext.) o At Jeannie Richie, juega con la frialdad y las aristas del azar. Las risas y conversaciones de sus integrantes dejan ver que "Bruised Fruit" no es algo que pretenda pasar por un trabajo tan acabado o meticuloso como el de los proyectos que acabo de mencionar; éste es, finalmente, un jam, sí, pero de un seguimiento pasmoso y que posee la rarísima cualidad de la sorpresa y el impetú en toda su inacabada gloria. "Bruised Fruit" registra en poco más de media hora, música tan abstracta y espontánea como puede llegarse a producir.(S.S.)

Sunday, August 19, 2007


Tom Grimley - Nevermind the Abstention, Here's the Semiautomatic!!! (Heavy Tapes, s/n, 2007)

Tom Grimley es un experimentador sonoro que ya lleva algunos años trabajando en la producción de sonidos basados en la manipulación poco ortodoxa de instrumentos y sus componentes. Usualmente el resultado de sus trabajos es llevar precisamente el registro sonoro de dichos instrumentos a dimensiones particularmente ajenas. En el caso de "Nevermind the Abstention, Here's the Semiautomatic", Grimley comienza una serie de grabaciones hechas exclusivamente para el sello Heavy Tapes, y, dada su calidad, éste es un asunto seriamente valioso.
Básicamente, esta cinta puede entenderse como un trabajo en vacío. Compulsivamente formulando series sonoras abruptamente cortadas que dan lugar a otras, Grimley opera diferentes niveles de beeps repetidos en frenesí en tonos y velocidades diferentes. No se trata realmente de una construcción violenta pero sí de una trangresora de formas; la disrupción parece interminable forzando un alejamiento estructural casi absoluto con un enclave en la velocidad, la confusión y la profusión sónica. (S.S.)
Impregnable - Polishing the Mirror (Chondritic Sound, CH-164, 2007)

A estas alturas Impregnable ya es uno de los pilares del wall of noise; sus producciones cortas y frenéticas son un buen muestrario de la irascible volatibilidad de este género. Permitiendo por momentos deslices de oscuras musicalades mediante samplers, Impregnable ofrece complejas intercalaciones entre efectos que forman capas sobrepuestas de estática, cambiando densidades, delineando patrones, abandonándolo todo a la inercia, mas siempre con prestura en el control de las difíciles, anárquicas fieras del ruido. Con las dos piezas que componen "Polishing the Mirror", Impregnable busca conducir a los escuchas directamente hacia los torcidos senderos del olvido del ruido blanco. (S.S.)

Saturday, August 18, 2007


Dead Wolf Black/Kilt (Barstardized, Bastardized#15, 2007)

Dead Wolf Black arremete con una actuación corta, totalmente llevada a la fluctuación entre el espasmo de la gravedad de la distorsión embotada y el coqueteo con el feedback de frecuencias muy altas sin llegar necesariamente al wall of noise. Asimismo, el dueto ofrece esas mareantes intercalaciones entre la ocupación total del espectro sonoro, y el abandono hacia el golpeteo de los micrófonos o su gutural empleo. Un set cerrado y violento que se siente tan intenso como si ofreciera el doble de tiempo.
Kilt por su parte se trata de la dupla que conforma Dead Wolf Black pero con la inclusión de Raven Chacon, todos pertenecientes al colectivo Cobra Group. El sonido del trío se basa, más que en la electrónica modificada, en el uso de efectos, percusiones y sax. Y, si bien la percusión queda en gran medida sepultada por la vibración de las ondas graves, ésta tiene también sus puntos degustables, brindando la posibilidad de dinámicas y, aunque el empleo del sax no es necesariamente virtuoso, el ejecutante cumple en ofrecer una atmósfera aleatoria híbrida, heredera tanto de la música libre como de la antimúsica. (S.S.)



Demons/Dilloway (AA Records, 070909, 2007)

Apenas el nueve de julio de este año, Richard Pinhas de Heldon ofreció un recital en Detroit. Quien visite habitualmente Hanson Records sabrá intuitivamente que Aaron Dilloway es un gran admirador de este maestro francés de los sintetizadores. Por ello, el noisero no podía faltar como presentador de este evento, uniéndose además a dos excompañeros de banda, Nate Young -de Wolf Eyes- y Steve Kenney -Isis & the Werewolves-, Demons, en un insospechado jam en sintetizadores.
"Live at the Magic Stick" captura dicho jam. Esta cinta comienza con el paso furtivo de Swans en la época de "Public Castration Is a Good Idea": un andar lento y pesado, pauta suficiente para la fuga que a unos instantes aguarda al portentoso motor de sintetizadores y maquinaria retorcida de los demonios. Caústicos en exceso, aunque prácticamente ajenos al noise que etiqueta a sus más populares trabajos, estos tres músicos destiende caudales tenebrosos que parecen emanar del mismo centro de la tierra. Demons y Dilloway generan una espiral descendiente de ondas profundas que erosionan y pulverizan el sinuoso camino de una lenta, casi imperceptible procesión de notas. Los accidentados bordes de su paso, se asemejan a la imperfecta geografía de los túneles sonoros que los vibrantes pulsos cavan.
El avance de la espectral retórica del trío es paulatino pero firme, lo mismo lleno de apesadumbrada tensión que de estallidos estrepitosos y colisiones. Un buen encuentro que no estaría nada mal volver a presenciar. (S.S.)

Friday, August 17, 2007

Segunda Entrega de Videos de los Conciertos de Bloodyminded en la Ciudad de México.

Finalmente he logrado subir la segunda tanda de videos de los dos recitales que la super banda de power electronics Bloodyminded ofreció en la Ciudad de México. Ni qué decir que fueron eventos grandiosos y que ojalá puedan repetirse en algún momento. Saludos a Isidro, Mark y Heber y a todos los amigos que se reunieron esas dos bestialmente ruidosas noches (S.S.)



Pro-Ana



Visiting an Ex-Girlfriend in the Hospital - AIDS Ward



Within the Walls




Shivery



Two Drops of Blood



Blind Fury

Wednesday, July 25, 2007



Warmth - Leave Your Wet Brain in the Hot Sun (Digitalis Recordings, digi040, 2007)

Tras un par de años y un cambio de nombre artístico, Steev Thompson -antes Roxanne Jean Polise, ahora Warmth- ha puesto de nueva cuenta en circulación aquel gran trabajo llamado "Leave Your Wet Brain in the Hot Sun", originalmente publicado por Audiobot en 2005. Como recordarán los que sigan este blog, en nuestro top 50 de 2005 este álbum alcanzó la segunda posición, únicamente superado por "Live" de Growing -también recientemente reeditado.
En adición al fantástico contenido sonoro del original, esta nueva edición incluye además dos bonus tracks, "Thank You Cloud, Fuck You Deer" -también anteriormente reseñado en nuestras cyber páginas como parte del split de Roxanne Jean Polise con Giggle the Ozone- y "Watch the Animals as They Glisten and They Rust and Rejoice", que originalmente apareció en un split con Parowek. Estas adiciones se integran perfectamente al registro de las piezas originales en sus temáticas oscuras, impredecible hostilidad, y metafísicas proyecciones. A la fecha, el trabajo pareciera ser el que mejor haya definido la prolífica carrera de Thompson.
Realmente no sé qué más decir para recomendar este disco. Este es un gran trabajo que vale la pena tener. Además la presente edición está grabada en un cd real -no un cdr. El propio Steev los está vendiendo en su página de myspace a la friolera de $6.00. No hay excusa. (S.S.)

Monday, July 16, 2007



Demons - Life Destroyer (AA Records, 2007)

Demons es el trío formado por Nate Young -fundador de Wolf Eyes y ex Nautical Almanac- y Steve Kenney -ex Isis and Werewolves- en sintetizadores y Alivia Zivich en trabajo visual. Como podría esperarse, esta banda ha editado la mayor parte de su catálogo en la disquera de Young y Zivich, AA Records, y los formatos que han empleado van de los afamados lathes de Young hasta la genuina rareza de loops en cintas.
Para su más reciente trabajo, "Life Destroyer", Demons han incluido tanto trabajo visual como aural en tres formatos, DVDR, CDR y cassette en un empaque que, como ha sido el sello de la casa, no deja nada a medias. El cdr contiene tres piezas largas que apuntan cada una en una dirección diferente. "Early Year", la abridora consiste de una lenta y cadenciosa línea grave de sintetizador, acompañada de variaciones tonales en sonidos loopeados en un total sonoro abarcante y absorbente. "Hellstorm" entra explosivamente, sin avisar siquiera; con un extra de volúmen y una violenta carga de furia sonora que sin embargo jamás se acerca ni al ruido ni a la falta de control. Esto sobre todo por la persistencia de los tumultuosos drones, que, aquí cerrados y vibrantes, en todo el set sostienen el poderío sónico de Demons. Hacia el final de la pieza el orbitar se hace cada vez más evidente y la atmósfera más vibrante. "Smoking Homes", tercer tema, interrumpe el estruendoso flujo regresando al ritmo lento y pesado, calculado y artero más característico de la banda. El circundante pulsar cae una y otra vez mientras capa sobre capa de sonido se encima, con una gama que va desde la estática hasta la indescifrable voz de fondo.
La cinta incluida en la caja ofrece dos temas, "Sick by Water" y "Life Destroyer". Esta cinta sobre todo parece hacer referencia directa al primer industrial, prácticamente omitiendo cualquier atisbo de noise y apoyándose totalmente en las lentas convulsiones de los sintetizadores que el dueto orgullosamente emplea. "Sick by Water" incluso podría decirse que yace en el extraño pantano del minimal techno a no ser por las incesantes intromisiones progres/psicodélicas. "Life Destroyer" es un poco más nebulosa y de un sentir tanto más droner claramente más contemporáneo.
Finalmente, esta caja incluye un DVDR con una versión en video de "Life Destroyer". Se trata de una manipulación visual análoga en video como las anteriormente presentadas en su serie de DVDRs Video Madness, creadas a partir de feedback de video y manipulación directa de las cintas, formando patrones abstractos.
Queda bien evidenciado en este trabajo hasta que grado la alternativa artística nutre; Demons, como proyecto, se siente más un grupo por momentos que, incluso, muchas recientes ofertas de Wolf Eyes. "Life Destroyer" es todo lo que se necesita saber de esta banda para convencerse de su calidad; en su cuidado formato puede evidenciarse un intento por superar la frugalidad.(S.S,)

Tuesday, July 10, 2007

Raven Chacon/Alchemical Burn - Bachelors, Even (sssk, sssk-014, 2006)

Lo que ofrece esta colaboración entre Raven Chacon y Alchemical Burn difícilmente podría clasificarse como power electronics o noise -aunque sí bordea constantemente por entre las naturalezas de ambos géneros, así como por sus orígenes-; en cualquier caso, "Bachelors, Even" se siente por momentos como un eco lejano de los primeros trabajos de compositores experimentales como Asmus Tietchens y por otros como un tratado sobre la esquizofrenía sonora. "Even Bachelors" es un trabajo fuertemente basado, por una parte, en los cromatismos y el minimalismo, y por otra en la disrupción. Los juegos tonales son muy reducidos, concentrando gran parte de sus cualidades en complejos juegos con silencios profundos, frecuencias casi inaudibles e incidencias atonales y arrítmicas estrepitosas.
Por la calidad de la grabación uno podría fácilmente pensar que se trata de un trabajo hecho en power books; sin embargo,la base de todo este lienzo aural es el equipo análogo. Empleando primordialmente pedales, micrófonos de contacto y cintas, la dupla de Chacon y Ken Cornell crea sonidos que van de lo simplista a lo sobrecogedor en instantes y que atrapan con su persistente dinamismo -que no es poco decir cuando ambos de los discos que componen este set están llenos hasta el tope. (S.S.)

Wednesday, July 04, 2007

El nuevo disco de Loopool puede descargarse de la siguiente página:

http://www.tentaclebeast.net/net.html

Wednesday, June 27, 2007

Savage Streets (Nurse Etiquette, NE#21, 2007)

Nuevamente Savage Streets ofrecen su punk rock neandertálico, volátil, altisonante, basado exclusivamente en los regurgitados sonidos de un bajo sobresaturado, feedback excesivo en guitarras -sustituyendo cualquier posibilidad de melodía, y una persistente batería en futil búsqueda de continuidad. Savage Streets pueden verse a distancia incluso como una incisiva parodia del hardcore repleta de abrasión en un extremo cercano al de Sword Heaven. El bajo es asfixiante y el guitarrista parece empecinado en no tocar una sola nota, llenando cada pequeño instante de ruido. El efecto, obviamente, termina siendo tan energético y abigarrado como el de la banda de garage más valemadrista (e.g. los primeros Melvins o Nirvana quizás). Nihilismo, caos y diversión.


Sacred Assault - By Your Command (Elephant Graveyard, eg-004, 2007)

Por alguna extraña razón, jamás he podido conectar con el black metal. Pero bueno, esta cosa... un disco cuya propia disquera cataloga como "obviously driven yet crude and incompetent black metal scum-fuckery", pues... tenía que escucharlo. Y definitivamente, la descripción de Greh es muy atinada; grabado con una calidad bastante mediocre, el total del disco se centra sobre la voz, embotada de reverb de un cantante típico del género -buen cantante, pero típico- dejando en segundo plano música que va de patética a interesante. Guitarras y bajo que parecen no poder llevar la velocidad a flote y se quedan en un limbo death rocker-punketa. Batería adecuada -nada notoria-, errores constantes y un sentido de melodía "bonito" terminan por hacer algo que difícilmente podría inscribirse en el género del cual, supuestamente, parten y, que extrañamente, con todas sus fallas, es bastante disfrutable. ¿Qué decir del cierre "Goats Herded by Rifles" en gutural acapella? ¿Pueden pedir más?(S.S.)


Nate Young - Drawings 2004-2006 (AA Records, s/n, 2007)

Paisajes mentales devastados, páramos introspectivos y recovecos primordiales humanizados, trazos poco firmes, dudosos pero eventualmente atinados conforman el arte de Nate Young, el cual ha adornado varias de las más recientes ofertas de su disquera AA Records -antes Aryan Asshole Records. En este librillo engargolado, en cuyas páginas aparecen apenas una decena de las ilustraciones de Young, puede apreciarse arte que parece desprenderse de algunas de las imágenes de los clásicos comics de Conan the Barbarian; composiciones complejas que a simple vista apenas dejan ver algunos de los muchos detalles, lugares improbables que resuenan en lo más profundo de la identidad de su espectador. Éste no es el trabajo de un ilustrador profesional, por ello sorprende aún más la complitud del trabajo y la atención prestada al detalle. Los bosquejos aquí presentados incluyen las imágenes usadas en el endless-loop de Demons y en el mágnifico lp de la misma banda. Breve pero muy bueno. (S.S.)



Faggot Cop (Elephant Graveyard, eg-007, 2007)

Faggot Cop tienen el dudoso honor de haber sido la primera banda en mucho tiempo en hacer que me duela la cabeza. Rescatando los exabruptos del hardcore, con lineas de riffs lentas y totalmente hundidas en un caos masivo de zumbidos y distorsión y alternándolas con veloces colisiones "rítmicas", Faggot Cop hacen de cada instante de sus interpretaciones un momento más y más y más tortuoso. En este tres pulgadas, hay secciones tan intensamente cargadas de saturación que el involuntario muro de ruido prácticamente aniquila todo el ejercicio instrumental. Esto es sin duda mucho más intenso que el material más bestial de muchas bandas de noise y, sin embargo, sigue siendo, por definición, música. Cinco canciones -sí, cantadas- perfectas para perforar tus oídos, torturar a tus enemigos, destapar cañerías o lograr que te corran de tu departamento. (S.S.)

Sunday, June 24, 2007





Friday, May 25, 2007

BLOODYMINDED


Bloodyminded surge en 1995 de las cenizas de la banda Intrinsic Action con Mark Solotroff a la cabeza. Desde aquel entonces, la banda, con base en aquel entonces en Nueva York, se ha caracterizado por tocar inagotablemente y por ser una de las pocas bandas de noise que plantean dejar un acervo estable. Con cuatro grabaciones en formato largo, Bloodyminded ha forjado un estilo radical y único. El mes entrante, esta banda presentará su trabajo en la Ciudad de México, evento que promete ser, cuando menos, histórico. Por el momento aquí hacemos una breve semblanza de su carrera mientras esperamos ansiosos la llegada de este evento.



Trophy (Bloodlust!, BloodLust! 001, 1995)
La discografía de Bloodyminded comienza en 1995 con "Trophy", un disco que ha provocado pasiones desde su salida, estableciendo la reputación de Bloodyminded como uno de los exponentes esenciales del ruido norteamericano. En este disco puede advertirse como Bloodyminded precedió mucho de lo que en estos momentos se hace en términos de noise por años, con un sonido que fuertemente habría de servir de inspiración a muchas de las bandas actuales. Las composiciones con bases analógicas y el minimalismo tonal conforman en mucho la base sonora de este ábum. De manera similar, la violencia y los temas turbios -el lado oscuro de la naturaleza humana-nutren la imagen y el sentido de una banda que constantemente busca ubicarse dentro de la voz y los ojos del criminal.
En "Trophy", Bloodyminded señala directamente a sus influencias, las flemas biliosas de un joven Michael Gira parecen haber poseído la garganta de Mark Solotroff y la insólita, abrasiva electrónica monotonal de Whitehouse parece seguir los mismos senderos que desandan los escabrosos pulsos repetidos hasta el hastío en este debut de Bloodyminded.
En cuarenta y siete tracks (¡!), el trío, formado por Mark Solotroff en voz y electrónica, Megan Emish en sintetizadores y Angel Ramos también en sintetizadores, se da a la tarea de crear mantras, rendiciones a mortecinas anatomías incógnitas, confesiones de psicopatías al borde y catársis, con la pulsión de reunirlo todo en un sólo disco, como si no fuera a haber mañana. Desde cortes que caen como yunques y se desvanecen del mismo frugal modo como "Hot" y "Crawl", hasta la eterna compulsiòn retratada en "Overdrive", Las descargas de "Trophy" destilan maldad y odio a través de cada una de las moléculas que agitan en el aire. Algunas de sus mejores canciones, como "In the Mood", "Waste", "Over Before You Know It", "Chinatown" o "Cro-Bar" comparten con el escucha una pulsión íntima e inexplicable que no puede definirse como ni como confesión ni como reporte.
La pieza central, "Trophy" va del autodiagnóstico -"Soy un coleccionista/pequeños recordatorios/mementos/evidencias(...)pequeños objetos/anal/obsesivo"- al develar por oposición -"Si tengo un trofeo/tú no existes/mis trofeos prueban que estás muerto"-. Otras buscan capturar la misma tensión, recreando esa intensa sensación de incomodidad, de ser parte de, de presenciar, de ponerse en los zapatos tanto de víctima como de victimario.
"Trophy" busca retratar la enfermedad que se esconde en el telón de la cotidianeidad y lo hace de una manera brutal; se trata de un disco que destila enfermedad, odio y delirio en cada uno de sus setenta y cuatro minutos ininterrumpidamente. Violencia, mutilación, asesinato, violación y muerte corren frenéticamente a lo largo del cd, iniciando de manera muy adecuada la carrera de esta enorme banda con un trabajo compacto y macizo como pocos.



True Crime (Bloodlust!, B!040, 2002)
La simplicidad que hace de "Trophy" un trabajo tan memorable es una cualidad difícil de conseguir; uno podría esperar que agregar complejidad a estas ideas rompería el hechizo. Pero no fue así. Con una inaudita cantidad de colaboradores, Solotroff renueva a la banda, ofreciendo un trabajo de vuelos muy altos.
No en vano a este nuevo "True Crime" le separan siete años de su predecesor. Se trata de un disco extremo sin más. Las canciones son más extensas y la inclusión de nuevos miembros y un buen puñado de colaboraciones, disparó sus sonidos y su complejidad. Es un disco cuya producción además denota un trabajo arduo, intrincado; capa sobre capa de vocales, samples, estática, drones y ruido se une para crear una muralla de sonido agobiante y difícil de esquivar.
Desde su inicio, con "Angel of Darkness", Bloodyminded arroja ese coctél de polifonías oscuras y escabrosas. La voz manipulada de una especie de narrador -muy reminiscente a las empleadas en el "Leichenschrei" de SPK, por cierto- se sostiene como una base que juega con los chirridos incontrolables del feedback y los cicls, gravísimos de los sintetizadores. Un cuadro de imágenes grotescas que sirve como marco a los guturales exabruptos de Solotroff, nuevamente víctima y/o victimario alternativamente.
En cualquier sentido, "True Crime" representa una escalada de la furia originalmente representada en "Trophy". Hay momentos en los cuales el ambiente es tan absurdamente hostil que degustar se hace casi imposible. "The Killer Department", por ejemplo, incluye exactamente los mismos descritos anteriormente, pero llevados hasta sus últimas consecuencias posibles. Las vocales son tantas y la tensión es tan intensa que las letras son prácticamente indescifrables. Y todo esa conjunción de sonidos llevados al límite sólo deja una temible sensación de confusión y caos, aturdidora.
En el proceso evolutivo de Bloodyminded, éste es sin duda el punto crucial. Canciones como "The Misbegotten Son" presagian la enormidad caótica e inestable del marmóreo "Gift Givers".
"True Crime" quizás no sea el mejor disco de Bloodyminded pero definitivamente es el más extremo de toda su discografía, un disco digno de estar entre los mejores del submundo postindustrial.



Gift Givers (Bloodlust!, B!045, 2005)
"Gift Givers" también tiene un eje temático; en este caso, el combo de Solotroff se centra en las deformaciones estéticas. Por supuesto, ése no es el tópico exclusivo de este álbum; como podría esperarse de un trabajo de Bloodyminded, también hay dosis suficientes de alienación, mutilación, odio, violencia gratuita, neurosis e incomodidad. Pero contra lo que podría esperarse, esto no representa la estabilización de una fórmula. En este álbum las adiciones y cambios en intérpretes provocan un cambio sustancial en el sonido de la banda.
Lo primero que es notorio del álbum -tras la desequilibrante introducción "Exercise (One)"- son las voces de Isidro Reyes y de Xavier Laradji, que en español y francés recitan/musitan/cantan/gritan/retuercen las palabras que después hará suyas Solotroff en inglés. El resultado es explosivo. Así, la violencia que cada palabra ejerce en su respectivo contexto en "Aller/Venir" es contundente, representando en flashazos un abanico de sensaciones que pasan del temor a la furia en instantes. Mientras tanto, algo del trabajo más agreste de la banda se deja sentir en toda su amplitud, con las oscuras sacudidas de sonidos sintetizados empujados al límite de las más oscuras reverberaciones y creciendo envueltas en un remolino de loops.
Contra lo que ocurría en la mayor parte de "Trophy", las piezas se extienden más allá del par de minutos. La monotonía de las nubes de polución que forman ese drone oscuro y motórico, presente en cada una de las piezas, se ve ultrajada por la caótica masa de voces en frenesí, cubiertas de distorsión y emanando de lo más profundo de las entrañas de los gritantes de la banda y los chirriantes y delirantes trazos del feedback retorciéndose a la distancia.
Piezas como "Stick Insects", "Chalk Eater", "Pro-Ana", "Pro-Mia" y, especialmente, "A Song for Lisanne, a Young Model" son punzantes críticas a una sociedad que ha llevado a muchos individuos a la práctica de operaciones erráticas y riesgosas con el solo objeto de preservar una apariencia. Muchos ven es este fenómeno el vacío existencial de la sociedad de consumo llevado directamente a sus más comúnes víctimas: los adolescentes, los individuos más susceptibles a inseguridades. Pero para Bloodyminded la vacuidad no es lo preocupante, sino más bien ese "naked lunch", la compulsión, la obsesión subyacente en el combatir a los delirios de las apariencias indeseadas.
Éste es en muchos sentidos el más logrado trabajo de Bloodyminded. Principalmente hay que notar cómo, a pesar de representar un trabajo mucho más depurado, sigue teniendo ese poder de tomarte por las entrañas, anular tu capacidad de análisis y dejarte inmune y a su merced. "Gift Givers" es música en su extremo más desarticulante.



Behind the Green Door/Live: Street Level at VG Kids (Bloodlust!, B!051, 2006)
Originalmente, "Behind the Green Door" ya había sido editado por Greh Holger en su disquera Chondritic en un tres pulgadas limitado. La versión presente incluye, además del audio íntegro, un video de la presentación que tuvo lugar la noche anterior a la cual se ha llamado "Live: Street Level at VG Kids".
Ambas presentaciones son extrañísimas. En "Behind the Green Door", Bloodyminded presenta aproximadamente 16 canciones, las cuales en total duran alrededor de 20 minutos. Apenas un par de las piezas pasa del minuto. Pueden reconocerse algunas selecciones extraídas de sus tres cds, pero, en general, el tratamiento es tan hostíl que sólo quedan las pesadísimas vibraciones de los sintetizadores y el feedback brotando paralizante.
"Live: Street Level at VG Kids" es una presentación gemela a la del día anterior, apenas con ligeras variaciones. Aquí vemos a la banda en una alineación de tres tocando prácticamente sólo para los cuates en el pasillo de una oficina (sí, en el pasillo de una oficina) mientras toda la masa de noisetas se avientan contra los muros. Greh (Hive Mind), los Wolf Eyes y muchos otros noiseros de Michigan pueden verse gritando, aventándose y volando sobre ellos mismos en pleno extasís etílico. Divertidísimo.




Magnetism (Bloodlust!, B!057, 2006)
"Magnetism" ya había sido reseñado anteriormente en este espacio, pero vale la pena recordarle brevemente. En este disco, la magia desarticulante del ruido hace sus veces al grado más exorbitante; la comunicación a través de palabras se ha dejado de lado, ya sólo los gritos, los ruidos guturales, los quebrantos comunican sensaciones. No hay música en este disco, sólo zumbidos, sonidos amplificados y deformados, inflexiones guturales, ruido, ruido y más ruido; "Magnetism" es un disco sinceramente extremo que, a diferencia de los extremos del noise más mecanizado, se siente humano, muy humano. Uno de los mejores discos de 2006 sin lugar a dudas. (S.S.)