Sunday, December 18, 2005
Giggle the Ozone/Roxanne Jean Polise (Brise-Cul Records, s/n, 2005)
Giggle the Ozone es uno de los más excéntricos artistas en el ya de por si excéntrico catálogo de X Died Enroute Y Records. Se trata de un cuate llamado Dylan Sparrow, quien se dedica a componer sus canciones –no puedo dejar de sentirme incómodo utilizando el término, por si alguien pregunta- a partir de un piano que pelea con una batería, una caja de ritmos, grabaciones sacadas de la televisión (¡los pequeños Muppets en español en ‘Eco Vibe’!) y la desquiciada voz del mismo Sparrow gritando a más no poder. El resultado es igualmente devastador. Por ejemplo, ‘Global Groove’ yace en un campo indefinible entre Boredoms, Captain Beefheart y Screaming Jay Hawkins, pasando de una aparente apertura glam a súbitas entonaciones blueseras y cayendo en el violento frenesí del hardcore. En ‘RUV Radio’, Sparrow incluso echa mano de una grabación para su propia contestadora telefónica a manera de despedida. Su discurso no tiene desperdicio, por supuesto, pero su última línea, ‘mantain a safe flight’ parece ser la de mayor sentido.
Y para hacerlo todo más ambiguo aún, después de las cinco abruptas y coléricas incursiones de Giggle the Ozone en este breve split, nos encontramos con los profundos drones de Roxanne Jean Polise en un track llamado ‘Thank You Cloud, Fuck You Deerfly’. De mucha menor capacidad en cuanto a su producción imaginativa física –un poco menos visual que la mayor parte de su trabajo reciente, digamos-, esta pieza ofrece una primera parte relajada y abierta, cuya relativa calma se ve coartada tras la incursión de frecuencias más extremas hacia el final de la pieza. El final, abrasivo, terroso, es una suerte de paisaje erosionado similar a los de Hum of the Druid, si acaso, un tanto menos seco y con más ecos musicales. El único problema es que la pieza, apenas pasando de los diez minutos, difícilmente tiene tiempo de arrancar y de aterrizar. Los cambios de atmósferas se sienten un poco forzados por la cuestión del tiempo limitado y el final es tristemente tajante, no como los dramáticos, longitudinarios e impredecibles finales a los que nos ha acostumbrado Thompson.
La presentación es sencillamente genial. Una tarjeta de invitación impresa inserta en un sobre que apenas dice los nombres de las bandas y de la disquera Brise-Cul Records. La tarjeta está impresa con dos fantásticas y torcidas imágenes salidas de la mente del creador de Giggle the Ozone y el 3”cdr está inserto en una fundita pegada a la tarjeta.
Éste es sin duda uno de los splits más contrastantes que yo haya escuchado jamás. En sus apenas 20 minutos de duración, estas dos bandas tienen todo para poner al cuarto de cabeza y para hacer sentir a tus vecinos muy ansiosos. Realmente no puedo dejar de pensar, ¿qué demonios haría Giggle the Ozone’ con setenta minutos libres para el solito?
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1 comment:
Estupendo blog. Tienes que hacerte promoción. ¿Habra forma de que nosotros, simples mortales, podramos conseguir facilmente la música que reseñas? Hay que distribuir esa música en la ciudad. Saludos y hasta pronto.
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