Sunday, May 14, 2006


White Rock - The Exploder (Our Mouth Records, Our Mouth Records#7, 2006)
Decididamente algo está cambiando en el trabajo de la pareja de Maya Miller y Mike Bernstein. Escuchar su trabajo -tanto en conjunto como por separado- antes implicaba disecar imparables ondas de estática y encontrarles algún sentido. En cambio, en prácticamente todas las grabaciones que han ofrecido en este 2006, tanto como Workbench, Black Quarter, Religious Knives o White Rock, la pareja ha dejado en claro un abrupto y afortunado cambio de dirección. Y es precisamente con esta nueva entrega de White Rock, grupo que une definitivamente a estos individuos con el gran dueto Mouthus, que esto no sólo se vuelve evidente, sino que además se deja ver en toda su magnitud.'The Exploder' es un trabajo escueto, apenas llegando a los veintiseis minutos y dividido en dos sobrecogedoras piezas gemelas.
La primera de éstas es una delicada jam armada a partir de fluídos drones ambientales. Tras un firme inicio, la banda decide afianza un paso lento. La persistencia del drone inicial, redondeada por las dulces notas de otro teclado se deja sentir como el llamado de animales nocturnos. Su paso es aterciopelado e inquietante. Las percusiones de Nate en el fondo emergen como la voz del compañero que acude al llamado, primero distantes susurros y luego firmes y constantes voces, dejando clara su presencia. Hacia el cierre, la intensidad es total y la música se ha vuelto un viento que envuelve los sentidos con su fragor de geométrica, perfecta belleza.
'Exploder II' es una pieza orgánica, llena de sonidos y de distancias. Ante la presión de un zumbido, la banda ofrece una serie circular de ofrendas percusivas con inclusiones improvisadas. Ante el refuerzo del zumbido generado por un teclado, la percusión busca por turnos persistencia y abstracción. Los contrastes son ligeros tonos ofrendados, ambiguas alternancias de dulzura melódica y de incertidumbre atonal. La tensión crece y con ella la necesidad de encontrar una salida. Al final, la ambigüedad gana y, tras algunos intentos vocales y de ligeras variaciones melódicas, la banda decide rendirse ante la inescapable estatura del drone.
'The Exploder', con apenas más de una veintena de minutos, es un disco lisérgico y cautivante, capaz de atrapar al escucha y de no soltarle como pocos. Sin duda, el complemento perfecto para el fantástico lp de Religious Knives. (S.S.)

Dreams (New Age Cassettes, s/n, 2006)
Los Skaters son conocidos por su sonido crudo y nebuloso, sumamente pesado, cuyos componentes, a primera oída, son casi imposibles de distinguir. En este nuevo proyecto -supuestamente independiente de Skaters-, editado en la disquera del dueto, la austera New Age Cassettes, puede detectarse un método similar al empleado en anterior discografía. 'Dreams' está compuesto por veinte nubarrones de estática generada por efectos al tope de tiempo de repetición y por acústica sepultada por una inmensa capa de reverberación. Algunos gemidos de una guitarra, algunas ágiles secuencias solistas en un teclado psicodélico llegan a cruzar el umbral y se instalan momentáneamente en el eterno vaivén del purgatorio aural, mezclándose con los vertiginosos ciclos de voces graves y primitivas que prevalecen.
La música en 'Dreams' es primordial, casi prehistórica, y aterradora, un microcosmos, un pequeño mundo en movimiento enfrascado en sus órbitas crueles y avasalladoras, sepultando cada generación sonora con una nueva en aras de forjar su continuum de vida, muerte y dolor. 'Dreams' es un disco torcido, un cristal al borde de la fragmentación, apenas soportando un peso que está a punto de vencerle. Cada corte es apenas intuído como un breve cambio entre estados de conciencia pues finalmente, 'Dreams', es precisamente eso, un disco de imágenes, de libre consciencia, de sueños. (S.S.)

Friday, May 12, 2006

Cousins of Reggae/Mouthus (Olde English Spelling Bee, OESB06, 2006)
Mouthus, cada vez más prolíficos, han venido editando un buen tajo de lps bajo la joven Olde English Spelling Bee. Su última entrega para ésta se trata de un lp split y decididamente, no pudieron haber elegido mejor banda con quien poner esto en marcha que con el dúo de The Cousins of Reggae, el cual incluye a Blake de Dreamcatcher. A propósito de su sonido, los primos no podrían alejarse más de la lenta y acompasada síncopa del reggae, ofreciendo más bien una enérgica, pulsante mutación de acid-rock, aceleradísimo y encuadrado por una intermitente percusión cerrada y valemadrista. El lado de estos cuates, llamado 'History and Prehistory of Hudson's Bay in Five Parts', va de lo inarticulable del no-wave descuadrado y sucio, a lo aberrantemente violento del noise psicodélico, con cada track dando fiel testimonio del imparable colapso de la banda a través de un lisérgico, tortuoso trayecto. Destructivo y sumamente violento, a veces incluso ni remotamente logrado, el sonido de estos cuates es delicioso nihilismo puro con amplificadores al tope y baterías a punto de dejar volar sus parches.
El lado de Mouthus, por su parte, es sórdido, drogado y oscuro; más de lo normal, al menos. Aparentemente los recientes vuelos de Nate Nelson junto a Religious Knives le han contagiado de euforía alucinógena. El vuelo de Mouthus en 'New Drugz' es lento y abismal, tocando profundidades subconscientes en un trance de imposible abandono. Sin soporte rítmico que ofrezca asiduras, la pieza es decididamente delirante y grandiosa. 'Better than Facemask', por su parte, trae de vuelta a los Mouthus que ya conocemos, con sus punzantes percusiones y riffs circulando como loops, yendo siempre al frente, haciéndoles parecer o bien la banda de rock más prendida o la banda noisera más confundida. Mouthus de nuevo suenan como una ferviente reinvención del Tago Mago interpretada después de una sobredosis verspertina de Big Black por un par de músicos sin el más mínimo interés en mostrarse remotamente normales. Este split es una buena oportunidad de conocer el trabajo de los prometedores Cousins of Reggae, con cdr recién editado por Open Mouth, y de reafirmar interés por el trabajo de Mouthus, sin duda alguna, una de las mejores bandas de nuestros días. (S.S.)
The Nath Family - The Sounds of the Indian Snake Charmer Vol.2 (Hanson Records, HN134, 2006)
Apenas hace unos cuantos días, Hanson Records puso a la venta la esperada segunda parte del sensacional 'Sounds of the Indian Snake Charmer'. En esta ocasión no se trata exactamente de un long play de enormes proporciones sino más bien de las, a veces inacabadas, a veces logradísimas outtakes de la resultante del lp original.
Como ya sabrán aquellos afortunados que hayan tenido oportunidad de escuchar aquel primer trabajo, el contenido de estos volúmenes está compuesto por las vibrantes interpretaciones de la familia Nath, hindús que aún preservan la -recientemente perseguida- tradición de los encantadores de serpientes. Con base exclusiva en instrumentos tradicionales tales como flautas, escalando en ciclos de cacofonías enormes escalas, y tablas y percusiones de dulces sonidos, esta familia de músicos ofrece un perfectamente coherente y logrado mosaico sonoro, donde tradición y sorpresa se entrelazan y dejan ver como el avance musical de occidente no está sino a mitad de su soporífero, atrofiado paso.
Sin cortes ni edición alguna más que los dictados por las interpretaciones, los fascinantes y alegres coros de tonos vuelven a mostrarse en toda su pura, inmaculada perfección. La atmósfera tosca y callejera de la grabación se acentúa gracias a la selección del cassette para formato (¿inicial?) de 'The Sounds of the Snake Charmer Vol.2', que, como su predecesor, es parada obligada en los archivos de la disquera/mail order de Aaron Dilloway. (S.S.)

Thursday, May 11, 2006

Att Jennee Richee - Sound System Decontrol A.K.A. 'How We Rock' (Stentorian Tapes, ST10, 2006)
At Jeannie Richie es un fascinante proyecto que combina lo etéreo y meditativo de la alquimia atmósferica con la inquietante magia del cut up y el extrañamiento aural. En 'Sound System Decontrol A.K.A. 'How We Rock'', la banda, cuyo nombre está inspirado en las perturbadoras imágenes de Henry Darger, ofrece en dos piezas de cinco minutos dos buenos vistazos a los complejos, antagónicos universos que componen su sonido.
'Title Song' toma partes de acidez ruidosa y las vierte en el espeso caldo sonoro que contiene tanto erosionados fragmentos de percusiones como recortes de voces, paneos sin sentido y samples de piezas de identidades destruidas.
Del otro lado, 'Une Fenetre dands Mes Yeux' es una bella pieza en teclados que rescata el trino de aves ante el creciente empuje de la eternidad del drone. Cubierta con cuidados adornos de cuerdas y los mesurados avances de guitarras amplificadas, esta pieza apunta tan alto como para referenciar incluso la magistral apertura de 'Spiral Insana', aunque esta vez, con paso mecánico disminuido, dirigiéndose con su estertor cada vez más hacia el silencio. (S.S.)

Wigwam - Birdsongs (Tapeworm, TW-03, 2006)
En fechas recientes, Tapeworm, disquera de Miles Haney, se ha ido perfilando como una de las más necesarias gracias a sus ofertas de indefinible música experimental y noise. 'Birdsongs', última entrega del proyecto del propio Haney junto a Kelly Ginger, Wigwam, es muestra de ello. Para este trabajo, el dueto concentra su sonido básicamente en dos aspectos, el de la acústica trabajada a la manera del power electronics y el del noise resquebrajado, casi virtualmente suelto de la electrónica noisera. La conjunción de ambos elementos produce un sonido misterioso y sumamente visual.
De manera muy afortunada, Wigwam procura no abusar de su potencial sonoro. Su creación es mucho más minimal que abiertamente saturada, procurando apenas dejar escapar el poder suficiente para dejar intuir una tormenta, dejando clara su próxima presencia, pero nunca dejándola desbordarse. El primer lado de esta cinta, tanto menos formal es sumamente poderoso, con Haney jamás decidiendo apartarse de lleno del espectro ruidoso aunque tampoco blandiéndolo a todo lo que da. Su contenido deambula sin demasiadas ataduras entre la abierta descarga y el cuidadoso trabajo de espacio droner.
Por su parte, el segundo lado, continuación y final del ja, se siente ligeramente menos ambiguo gracias al uso más pleno de instrumentos regulares, las tétricas repeticiones de percusión reverberante y los ocasionales llantos de flautines y armónicas combinándose con una entrega vocal alucinante a cargo de Ginger, produciendo una atmósfera tanto más plena. Sus sonidos van de la inocente referencia a la caja musical a las frecuencias hipnóticas girando en el fondo. ¡El soundtrack perfecto para tu próxima pesadilla!
'Birdsongs' viene además en una bolsa de tela, rudamente cosida y acompañada de un inserto/booklet con imágenes alusivas al trabajo del dueto, dibujos e ilustraciones arrancadas de fotos o de inentendibles e incompletos sketches, dignos de sesiones de alucinógenos o de tests psicolanalíticos. Estos adecuadamente titulados cantos de ave navegan gustosos a lo largo de la paradójica cuestión, ¿es el canto de un ave realmente música o acaso un primitivo lenguaje oscuro, ajeno al humano? (S.S.)

Monday, May 08, 2006

Birchville Cat Motel. “Our love will destroy the world”. Pseudoarcana. 2006.

Esta edición, que incorpora tres nuevos tracks a un lanzamiento anterior “Screamformelongbeach” (Pseudoarcana, 2003), representa el ajuste de cuentas de Campbell Kneale con el metal-rock. Orientado mucho más a la guitarra, el trabajo que venía realizando con anterioridad basado en drones acompasados, cede su espacio a la contundencia de la distorsión y el feedback. El núcleo de la obra no es el noise-drone acostumbrado, sino una variante de metal-progre-psicodelia que se da la mano con Skullflower por momentos y con clásicos como Hawkwind, por otros.

“Our love will destroy the world” es una buena dosis de stoned rock, más cercano a Oneida que a Pharaoh Overlord: tracks pulidos, con guitarra y órgano que forman muros de sonido monocordes, percusión con un bombo inmenso y un volumen descomunal. Cinco piezas asesinas, que asumen la brillantez y potencia del rock clásico, pero reconstruidas cuidadosamente por la inquieta lógica de Campbell Kneale, quien, como en su proyecto alterno Black Boned Angel, sigue consultando los viejos anales del rock y el metal. Cinco rolas duras para disfrutar a alto volumen, pero también para degustar fría y mentalmente la hechura de las mismas. Amantes de la ortodoxia, abstenerse. (Alberto Mercado)
The Skaters. “Pavilionous miracles of circular facet dice”. Chocolate Monk 132. 2005

Música eterna. “Es aquella que, una vez que la convocas, asume una existencia propia, independiente de la conciencia o voluntad de los músicos”. Con esta definición, propia de la hermenéutica, Spencer Clark y James Ferraro tratan de acercarse a un concepto que perfile adecuadamente el sorprendente trabajo que realizan. Una vez que encienden su breve dispositivo para hacer ruido (un mini karaoke, pedales para distorsionar, dos micrófonos baratos, un tamborcito de juguete, una flauta escolar y una caja de efectos mínimos), los Skaters se abandonan a lo que la música quiere decir con ellos, o a través de ellos. La representación, en este caso es fundamental para su música; esta última es una invitación a entidades que rebasan con facilidad el sentido común y la espaciotemporalidad conocida. Musicalmente, se intenta proyectar una cámara de ecos, en la que se producen diálogos fantasmales sin cesar, que resultan de la vocalización distorsionada de Clark y Ferraro. La multiplicación de estas voces afectadas y su repetición es básica para su propósito de crear un teatro de confusión y pavor, como forma de conversión de la realidad. No hay de dónde asirse. Sólo presenciarlo y esperar a que pase todo.

En esta línea, Ferraro insiste especialmente en el ideal de trastocar con su música la cosificación de la que son objeto las sociedades actuales por imperativos sistémicos como el dinero y el poder. Transmutar los valores de la propia sociedad de consumo, a partir de sus propios desechos. Trascender la decadencia de este mundo, accediendo a otro plano, uno espiritual; por eso habrá quien dice que una presentación de The Skaters se asemeja más a una experiencia religiosa que a un show musical per se. Y eso pasa con la música del dueto californiano. A lo largo de 50 minutos, "Pavilionous Miracles of Circular Facet Dice" busca liberar a la improvisación del corsé de las formas convencionales; es un performance en el que las voces de Clark y de Ferraro ejecutan un dantesco ritual lleno de cantos extáticos y renacimiento tribal como método de sanación. Impresionante. (Alberto Mercado)

Tuesday, May 02, 2006


Spykes – With the Casket Sinkers (Ultra Eczema, Ultra Eczema 26, 2006)

El nuevo disco de Spykes, uno de los más sórdidos proyectos de John Olson –Graveyards, Dead Machines, Wolf Eyes y un largo etcétera-, anuncia la adición de The Casket Sinkers. Ello no significa otra cosa más que, en este lp, Olson se alía nuevamente con su excompañero de batallas en Wolf Eyes, Aaron Dilloway.
La primera cara del álbum retrata perfectamente los agonizantes alaridos de viejos sintetizadores machacados por las impías garras de la dupla. Dicho lado del lp comienza con un caricaturesco correr de notas repicando en un lienzo psicodélico. Le siguen drones informes, frecuencias tan extremas que están próximas a lo inaudible y una inalcanzable carrera de tonos de lo alto a lo ridículamente enorme. Como podría esperarse, durante toda la jam no hay seguimiento melódico o rítmico alguno, sólo la lucha de oposiciones entre los filosos zumbidos y la ocasional caída del bajeo de un teclado, apenas reconocible entre la herrumbre.
La segunda cara está mucho menos invadida por la destructiva tensión de su claustrófibica, ineludible predecesora, y se entrega directamente a los tétricos silbidos de un viejo órgano, llevados hacia lúgubres parajes en lo que sería una perfecta banda sonora para alguna película del Santo. Detrás de la melodía viene la compulsiva carga de nubarrones de feedback a punto de reventar. Y persiste con su mecánico paso de tonos de gris, siempre a la misma distancia, amenazando, aunque sin atraverse a dejarse caer de lleno. No es sino hasta que el final se aproxima que la pulsante línea de un bajo saturado al más puro estilo Suicide se avalanza con todo su peso y da un corte al altisonante ataque.
‘Spykes with the Casket Sinkers’ es un disco que hará las delicias de aquellos más orientados hacia el lado socarrón, mordaz de estas dos leyendas del noise. Casi agotado poco después de su aparición, por azares del destino todavía pueden encontrarse algunas copias en Hanson. Si bien el precio es elevado, la manufactura del lp, un picture disc en blanco y negro, pesadísimo y lustroso, definitivamente le hará una reliquia en poco. Limitado a cuatrocientas copias. (S.S.)

Fe-mail - Blixter Toad (Asphodel Ltd., ASP2033, 2006)

Cuando parecía que se estaban quedando cortas, Fe-mail reaparecen con un nuevo cd doble (¡!) atiborrado de material nuevo y, además, ondeando un espectro sonoro muy crecido. En este disco, la meticulosa producción y organización del material permiten la inserción de una amplia variedad de estilos. Si bien 'Blixter Toad' es decididamente difícil, como podía esperarse, también es mucho más trabajado y menos entregado a lo predeciblemente volátil. De hecho, 'Blixter Toad' está muy cargado en el lado de las atmósferas; tanto 'Belonging', como 'Ballad' o 'After the Rain', tres de los temas centrales del disco, tienden claramente hacia los senderos intimistas y ensoñados.
Por supuesto, lo dicho no quiere decir que las chicas noruegas hayan convertido a su proyecto en una banda de drone; la áridez, lo seco y puntiagudo de algunas de sus previas entregas sigue estando presente en el disco. La hiperactividad deformante de 'Navrattan Korma', la violencia vocal de 'The Vertical Pit of Machines' o lo delirantemente juguetón de 'Interlude III' son claras muestras de que la experimentación y sus riesgos son un proceso recurrente en el quehacer de la dupla. Tras apenas haber dejado correr el primer disco de cabo a rabo es imposible dejar de sentir que se han atravesado mundos sonoros al completo y que el viaje apenas va a la mitad de su trayecto.
El segundo disco abre con las dulces notas de una kalimba en 'It Becomes Her'. Una atmósfera invadida por pequeñas vejaciones a circuitos y voces de fondo arrastra a destajo un creciente sentimiento de incomodidad y nerviosismo, mientras las inestables composiciones, en plena ascención, no dejan de mutar hasta escalar prácticamente un maníaco, enfermo caos que crece y crece como en una pesadilla. Este dantesco trayecto podría definir mejor a la segunda parte de este disco: cielo e infierno son parte del mismo circuito.
La inestabilidad morfológica, el enfermo desdén por el seguimiento y la cuadratura ofrecen un perfecto campo para explorar el trabajo de Fe-Mail, el cual está absolutamente ausente de recurrencias emocionales y se encuentra más claramente fincado en un intento por representar universos imposibles y crear nuevas posibilidades artísticas. 'Blixter Toad' es un disco portentoso, enorme, lleno de posibilidades y variaciones incontenibles. Tan sólo citar la variedad de instrumentos empleados en su realización llevaría algo de tiempo. Y ni que decir de la calidad de grabación que permite al dueto ir mucho más allá del mero "formato" del noise. A diferencia de la mayor parte de las bandas del momento actual, la evolución del dueto ha ido en el sentido no únicamente de su radicalidad, sino además en el de la producción de una gama sonora compleja y convincente y de la creación de medios para sustentarla.