Saturday, February 12, 2011


Marsfield - Three Sunsets Over Marsfield (Farawar Press, s/n, 2010)

Dos místicos del sonido, Brendan Wallis y Andrew Chalk se reunirían en 2002 para recrear auralmente la historia del Teniente Wilson, un (¿imaginario?) soldado que, tras su participación en la Segunda Guerra Mundial, pasaría sus días en una unidad médica para excombatientes instalada en la pequeña población australiana de Marsfield. En sus notas al álbum, Brendan Wallis relata que este individuo poseía la peculiaridad de tener una placa metálica en la cabeza, producto de la reparación de sus heridas en combate. Con su cabeza fungiendo como receptor, Wilson era capaz no sólo de recibir transmisiones de audio, sino además de darles cauce, con su boca fungiendo como caja sonora/bocina, y de sintonizarlas mediante cuidadosos movimientos de su mandíbula.
"Three Sunsets Over Marsfield" retrata el homenaje del dueto a esta tierra, el "Campo Marte," población asediada por historias como ésta, donde apariciones, sucesos absurdos y avistamientos de ovnis son moneda de cambio desde mediados del siglo XIX. Su sonido, como debería esperarse de este tipo de documento, despierta inusuales sentimientos: nostalgia y temor; absurdismo y encanto romántico. Todos ellos quedan representados en desoladores, áridos yermos de sonido que constrastan con ensoñados paisajes.
De los confusos momentos iniciales del álbum se desprende un ensueño turbio, pesado, mezcla de danzantes imágenes elementales y de enredadas frecuencias metálicas -aparentemente producto del reiterativo vaivén de notas de guitarras repletas de delay-. Las transmisiones de esta radio imaginaria desandan yermos angustiosos, cargados de frecuencias saturadas, y de un drone contradictoriamente lleno de calidez. Conforme se pliegan más y más las capas de sonidos todo se comienza a convertir en una masa primordial, en una suerte de ventisca lejana, en reflejos de agua clara, en un cauce que se rompe, bello e intimidante a la vez.
La segunda selección de "Three Sunsets Over Marsfield" parece desprenderse exactamente de los mismos rincones; la instrumentación es la misma y muchos de sus movimientos son idénticos. Sin embargo, aquí el balance está mucho más cargado hacia las fluctuaciones más evidentemente ambientales de los teclados, que adquieren un peso medular profundamente inquietante. El vaivén de las más graves se vuelve casi inaudible de tan oscuro, aunque adquiriendo una cualidad eminentemente tangible, comunicando con su circular delirio a un nivel que supera lo aural. El cierre del tema es pura luz desbordándose, una suerte de epifanía, un desiderátum febril. Todo se convierte en un despertar incierto donde el sonido imaginado se alía al natural en un vacío morfológico, repleto de fantasmas e inarticulaciones.
"Three Sunsets Over Marsfield" es editado por primera ocasión en 2010 por la disquera de Chalk, Faraway Press en un magnífico lp de 180 gramos. A pesar de que no se trate del formato más conveniente para este tipo de documentos -dada la delicada naturaleza de sus sonidos- es difícil no rendirse a la majestuosa edición, que presenta un grabado por portada y viene con uno de los habituales obi-strips de esta disquera -tamaño lp, por supuesto-. Aún pueden conseguirse algunas copias en distribuidoras como The Helen Scarsdale Agency o Die Stadt, aunque sugiero que se apresuren porque no creo que siga disponible por mucho. (S.S.)
ScumEarth - Deranged Prototype (R.O.N.F. Records, RNF-046, 2010)

En "Deranged Prototype," Scumearth practica un noise nocturno, pesadillesco. Manando de la misma primordialidad imaginativa que Niellerade Fallisbilisthorstar y Hum of the Druid, el sonido de este proyecto español recoge rúbricas tradicionales del harsh noise pero volviéndolas imagenes concretas, pesadas. Un trasfondo lúbricamente oscuro se destiende como la base del primer tema, también llamado "Deranged Prototype." Esta tiniebla primordial funge como un sentido que se desarrolla a la par de granulares alaridos de estática. La combinación con toda su potencia y peso forja una tormenta de rugidos electrónicos, donde la lógica parecer ser inhumana -animal, elemental, instintiva, eterna-, como si se tratasen de grabaciones de campo arrancadas de algún desolado páramo que jamás hubiera pisado el hombre.
El segundo corte, "Acid Storm Degradation," parece en un inicio sostener un justo opuesto al anterior, pero tras apenas haber dejado correr un par de minutos, el artificio de una descarga de estática convertida en lluvia negra sesga tal posibilidad. Este corte intercambia la oscuridad de la síntesis más grave por la ya mencionada estática -muy probablemente también generada por síntesis- e imprime, nuevamente, una cualidad multidimensional a sus delirios. La lluvia cayendo al fondo, sin piedad, choca con los embates de una electrónica furiosa y plenamente dinámica, cuyos parámetros son violados con enérgica intransigencia harsher. Se vuelve evidente en este tema que las influencias a las que Scumearth acredita (Astro, MSBR, Bastard Noise) no son mera palabrería; existen en "Deranged Prototype" una concreción basada en el sobrio uso de equipo -no existe un rango amplísimo sino uno concreto y mesurado-, una consistencia que dota al trabajo de una plena naturalidad y una espontaneidad que indudablemente puede sólo desprenderse de la ejecución en directo.
Es algo así como la séptima ocasión consecutiva que escucho este 3" y no dudaría en volverlo a poner otras tantas. Así de bueno es. El diseño de Alonso Urbanos y la realización propia de R.O.N.F. Records merecen mención aparte; éste es el tipo de trabajos que aún me hacen valorar a los discos como objetos. (S.S.)