Saturday, March 26, 2011



Kazumoto Endo and Kazuma Kubota - Switches and Knobs (Phage Tapes, PT:133, 2010)

El estilo de hacer noise de Kazumoto Endo bien podría definirse con una sola palabra: espasmódico. En los trabajos que firma bajo su propio nombre, así como en los de sus proyectos como Ryke o Killer Bug, Endo tiende a generar composiciones a partir de concatenamientos frenéticos y virulentas dinámicas que inevitablemente son seguidas por cortes abruptos. "Switches and Knobs" presenta en formato de cd la colaboración entre este monstruo del ruido y Kazuma Kubota, parte de la nueva generación de harshers provenientes de Japón.
El primer corte, grabado en estudio, es pura precisión: los silencios se ajustan perfectamente a las ruidistas intromisiones de ambos participantes. Los masivos golpes que el dueto da al silencio están conformados por plomizas capas de distorsión modulada y aparecen tan súbitamente como se desintegran en el aire. Tras cada andanada de severas descargas de ácidos, férreos sonidos aparecen crudos instantes de vacío ineludible; el silencio se posa como un enorme monstruo, dispuesto a aplastar hasta el más mínimo movimiento. Mientras tanto los intercambios se vuelven cada vez más virulentos, cada vez más hostiles y fugaces, como si con su compulsiva brevedad buscaran dictar la muerte de cualquier estructura.
El segundo corte abunda sobre la misma dinámica pero extrapolada a una presentación en directo. Me cuesta pensar en pocas situaciones tan difíciles como intentar llevar esta carga de discontinuidad formal a un ambiente como éste, sobre todo sabiendo que se trata de una situación en que ambos performers deben operar bajo una precisión tan puntual. El resultado es una recrudescencia que raya en el absurdo, con disparos sonoros de registros aún más sórdidos cuya misión parece ser la destrucción de cualquier tipo de convencionalismo musical. Las incómodas reacciones del público hacen evidente que el de Kubota y Endo se trata de un ideal sónico difícil de abordar y de dar seguimiento y remiten a esos momentos en que el noise solía comprenderse como una perversión, un gusto adquirido incomprensible, absurdo para los adeptos a los rincones más obvios de la melomanía. En este corte cada silencio se vuelve una suerte de abismo cageiano donde las risas y los murmullos tienen su parte proporcional de protagonismo.
Este trabajo conjunto de Kazuma Kubota y Kazumoto Endo resulta más que bienvenido en el contexto actual del noise, mostrándose como evidencia de que aún puede producirse ruido que posea un carácter único y que se aleje, afortunadamente, de las convenciones. (S.S.)

Friday, March 25, 2011

Winters In Osaka - Mutual Collapse (W.K.F.E.W.R. , W.K.F.E.W.R. #1, 2010)

A través de los años, Winters In Osaka se ha consolidado como una agrupación poliforme, que habitualmente cambia de integrantes y muda estilos sonoros, en aras de adecuarse a las condiciones prevalecientes al momento de la interpretación. "Mutual Collapse" registra, precisamente, su diversidad sónica: momentos de experimentalismo puro convergen con cuadros de erosión ruidística absoluta, deviniendo, entre cortes, del grupo de jamming prácticamente instrumental al más habitual ensamble electrónico enfocado en las rúbricas industriales. Los siete cortes que integran este trabajo provienen de una diversidad de presentaciones en vivo que ocurrieron en locaciones de Estados Unidos y Europa y que ven a la actual alineación de la banda expandirse para poder albergar a numerosos invitados.
"Mutual Collapse," como álbum, desanda un camino inconstante. La violenta, dinámica apertura harsher que ofrece "Voyeur Pt.1" contradice a la subsecuente descarga de power electronics de "Baby Pop," en la cual Nicola Vinciguerra -Fecalove- ferozmente escupe sus decadentes vocales mientras la banda le acompaña con pulsaciones y laberintos de grabaciones modificadas. Las intensas descargas de interferencia rabiosa y anárquica a la Le Syndicat de "Toll" contrastan abiertamente con los embates cuasi metalosos del tema "Mutual Collapse," en el cual el baterista Rich Hoak le brinda una dimensión más convencionalmente pesada al ruido del cuarteto. Las oscuras manifestaciones industriales de "Waterweight" y "Voyeur Pt.2" componen una neblina insondable y maquinal que se ve inversamente reflejada en "Stairwell," jam de psicodelia ennegrecida en el cual se unen nuevamente al baterista Hoak y a Mark Solotroff e Isidro Reyes de Bloodyminded y The Fortieth Day en una extensa exploración de los abismos de la retroalimentación y la distorsión guiada por los feroces aporreos del percusionista.
"Mutual Collapse" inevitablemente resulta en su estructura algo más cercano a un acoplado de un puñado de bandas que un álbum en forma. Esto innegablemente puede constituir una desventaja para aquél que busque un disco temáticamente consistente, o precisamente lo contrario para aquél que prefiera aventurarse en los acervos más selectos de una banda con una excelente fluidez en diversos dialectos del experimentalismo industrial. "Mutual Collapse" es el primer trabajo en cd -no cdr o cdr pro- de la banda, editado por la nóvel y misteriosa W.K.F.E.W.R. (para más información: MeatalUlcer@aol.com) (S.S.)

Saturday, March 12, 2011


Hamann/Astro - Limbo (Buh Records, BR16, 2010)

El split entre el músico peruano Hamann y el ruidista japonés Astro está dedicado a la exploración de las imágenes astrales a través del sonido. Ambos artistas coinciden en la composición de temas con base en temáticas supraterrenales, en la representación de los cuerpos celestes como objeto de sus sonidos. Sin embargo, los sonidos que ambos artistas ofrecen en "Limbo" no son necesariamente coincidentes en sus registros.
Los temas de Hamann son más cercanos a la exploración electrónica más estereotípica, dibujando órbitas imaginarias de un modo que recuerda vagamente algunos de los primeros trabajos de Tangerine Dream, como "Alpha Centauri" o "Zeit." El primer tema, "Urano," resulta claramente convencional en este aspecto, con su atmósfera lenta y pesada dibujando un brevísimo parpadeo en la vida de un circuito planetario. Su dinámica es lenta, colosal, circunférica, basada en las lentas secuencias oscilatorias de un sintetizador. "Aldebaran" -Alpha Tauri- igualmente presenta una dinámica pictórica de la majestuosidad y la profundidad espaciales; sorprende, sin embargo, la brevedad de estas imágenes sónicas, las cuales, sin duda, podrían funcionar como temas más extensos. Lo mismo puede decirse de "Imperceptible," quizás una irónica referencia a los lenguajes humanos, en la cual líneas de síntesis -que recuerdan a las de Coil o las de Cabaret Voltaire- pelean a través de paneos con sus brillos cristalinos. La contribución de Hamann a este split es, sin duda, deleitosa a pesar de estar innegablemente infiltrada por el pasado, lo cual queda plenamente de manifiesto cuando se contrasta con el explosivo material de Astro.
En un tema que por sí sólo se extiende por bastante más que los 3 temas de Hamann juntos, Astro presenta otra de sus características composiciones psicodélicas, basadas, al igual que las de Hamann, en un empleo incesante de los sintetizadores. Aunque de manera mucho más mecánica que usualmente, Hiroshi Hasegawa genera un mundo delirante de sonidos ácidos a partir de secuencias sumamente obstrusivas, casi marejadas de ondas electromagnéticas, las cuales apenas son contradichas por agudos chirridos, cuya constancia es a su vez violentada por la manipulación de parámetros. Quizás esa portada de un axis mundi menstrual con el mundo vuelto en su cenit una maraña de terminaciones nerviosas postradas ante un alucinatorio dios andrógino pueda describir su sonido un poco mejor que mis palabras. Contenido totalmente alucinógeno. (S.S.)
Ignacio Briceño / La Muchacha Loca - Split (Buh Records, BR07, 2010)

La delirante conjunción de ambientes y materiales sonoros de Ignacio Briceño hace de su trabajo una suerte de primo lejano de la histeria que protagonizaba Scissor Shock hace algunos años. Electrónica, guitarras, percusiones programadas, sampleos de porno y de sitcoms, melodías truncadas y hasta la voz del maestro Sábato son procesadas en los dos primeros cortes por Briceño en el famoso programa Live de Ableton, creando un ambiente sumamente enrarecido, como de post-rock-lo-fi de la era de la comunicación. La extensa "Ascención a la montaña invertida," de hecho, resulta disfrutable de una extraña e inexplicable manera, teniéndose como un pastiche de una cualidad bastante musical. El segundo corte de Briceño, tecladito bañado en delay y reverberación de por medio, confirma aquello del post-rock aunque ya no de manera tan grata, aunque al menos sirviendo como respiro ante el inminente ataque de La Muchacha Loca.
Los cánticos hacen obvia la intención de La Muchacha Loca -proyecto del músico peruano Diego Contreras- de crear música clavada en confines ritualistas, pseudo-chamánicos (y qué decir del nombre de la pieza: "one more Spirit in my soup"). Las vocales fantasmales son complementadas por cascabeles, percusiones y drones elusivos que, de primera impresión, no llegan a decir demasiado. Hacia la mitad del tema, sin embargo, todos los elementos comienzan a lograr una cierta consistencia. La grabación, de fidelidad absolutamente baja, le agrega un aire ríspido al asunto, como si se tratara del registro de una suerte de ceremonia pagana industrial arracada a la clandestinidad. Como en el caso de los cortes de Ignacio Briceño, la participación de "La Muchacha Loca" resulta ofrecer un trabajo plenamente espontáneo, basado en lo febril de la improvisación experimental, que indudablemente contiene el encanto del momento pero que inevitablemente carece del poder del trabajo compuesto. (S.S.)

OVMN - Optimum Volume Maximum Noise (Industrial Recollections, s/n, 2010)

A raíz de las reediciones que la recién resucitada Mother Savage hiciera de las cintas de OVMN apenas hace un par de años, muchos comenzarían a señalar a este proyecto alterno de Macronympha como uno de los primeros indicios de lo que ahora se conoce como HNW o Harsh Noise Wall. Pero mientras este llamado "subgénero" del harsh noise -como lo practican en la actualidad Richard Ramirez y Vomir por ejemplo- refiere a la más absoluta -y hasta absurda- inmovilidad, el harsh noise de OVMN -Optimum Volume Maximum Noise- se trata de uno multidimensional y dramáticamente dinámico.
La dupla de Rodger Stella y Joseph Roemer se desprende de la primera generación estadounidense en practicar, propiamente, el noise. Junto a proyectos como Mlhest, Intrinsic Action, Taint y el ya mencionado Richard Ramirez, el dueto estableció bajo los nombres de Macronympha y OVMN un paralelo sin precedentes al noise japonés, el cual, durante los noventas, se encontraba en plena ebullición. Como sus colegas nipones Incapacitants, MSBR y el Merzbow de aquella época, OVMN desarrolló una compresión intuitiva de las posibilidades del noise. lo cual es plenamente reconocible en su exploración de las diversas gamas del ruido y de las posibles interacciones de sus frecuencias y posibilidades tonales.
Su debut, Optimum Volume Maximum Noise, los ve aliarse a Akihiro Shimizu (mejor conocido como Thirdorgan) en 1996. Y, a pesar de la evidente hiperactividad que desbordan sus creadores, jamás se siente como una batalla de egos y volúmenes, sino más bien como el incesante flujo de una visión unificadora, como el producto del trabajo de tres frenéticos operadores que, absortos en su misión, dan cauce y sentido al más feroz, abrasivo caos aural. Las texturas ríspidas, grotescas se extraen en buena parte de la naturaleza analógica del equipo y del formato original en que fueron grabadas: cintas. La corrosión, el peculiar sangrado de las frecuencias que ofrece el empleo de la cinta magnética queda presente en la reedición que Industrial Recollections realiza. Ésta rehusa la masterización para ofrecer dos cortes de puro audio crudo, reminiscente de las versiones originales.
El sonido en los dos cortes jamás llega a los extremos: no hay gravedades cuasi-subsónicas ni agudos filosos, sino que el total se centra, casi exclusivamente, en las frecuencias medias, con su carga granular, coartada, viciada. Con dos temas idénticos, simétricos en su adecuación a la cinta original, OVMN destiende canales, túneles de frecuencia rugosas en una descarga de ruido psicodélico irrefrenable. Sin duda alguna puedo decir que éste es uno de los más asequibles clásicos ruidísticos producidos por Mother Savage Noise Productions y pieza clave de ese oscuro rompecabezas que es la historia del noise. Una deliciosa planicie de ruido lentamente fluctuante, abisalmente hipnótica. (S.S)



The New Blockaders - Live at Hinoeuma (Hypnagogia, GIA04, 2011)

Las reseñas que describen el evento registrado en "Live at Hinoeuma" lo señalan como un recital brutalmente ensordecedor que sin piedad alguna ultrajó los oídos de los cronistas. The New Blockaders, tras haber formalizado en "Changez les Blockeurs" el modelo en que se basarían la gran mayoría de las producciones del noise, lleva, lógicamente, un peso descomunal a sus espaldas. Probablemente por ello mismo, se perciba la obligación de hacer de sus extremadamente esporádicas apariciones verdaderos acontecimientos que preserven las alturas de radicalidad a las que se han remontado a lo largo de su historia y discografía.
Abandonando un tanto el nihilismo y la teatralidad que les caracterizan (al menos en el audio, ya que durante el evento Phil Todd estuvo a cargo de un "anti-performance"), The New Blockaders en este trabajo concentran sus fuerzas en un par de explosivos cortes que, a todo volúmen, ciertamente no podrían haber parecido mucho más que una pared de ruido, pero que en este registro evidencian haber sido formulados a partir de una composición que sostiene un enorme peso a pesar de jamás dejar de presentar variaciones. Los sampleos a los que recurren para esta ocasión concentran ráfagas de metralla, tormentas, tonos invariables y estática a niveles brutales que, por lógica, producirían constantes estallidos de feedback. El resultado es una formidable masa de ruido en interminable movimiento, de convulsiones sónicas, de frecuencias que se disparan ingrávidas y circundan los aires como espíritus electromagnéticos.
Curiosamente, a pesar de que las crónicas señalan al evento como uno extremadamente hostil para los sentidos, "Live at Hinoeuma" resulta, a mi parecer, el más calmo de todos los registros en vivo que he escuchado de esta agrupación. A grandes rasgos, este trabajo guarda una similitud inquietante con lo que se ha dado por llamar harsh noise wall en cuanto a su aspecto meditativo, al forzar una introspección casi alucinógena en el escucha. La segunda parte, sobre todo, gracias a la cuidadosa sobreposición de capa tras capa de eólicos flujos de estática, apenas rematados por algunos pesados borbotones de ruido grave, consigue crear una apariencia de absoluta libertad formal que resulta, curiosamente refrescante.
"Live at Hinoeuma" hace que los aspectos más sórdidos de The New Blockaders se conviertan en fascinantes despliegues de coordinación dinámica. Sin duda se trata del complemento perfecto a sus registros en vivo más abrasivos como el temible "Das Zerstoren, Zum Gebaren" o el crudísimo "20th Antiversary Offensive." Este trabajo está limitado a 300 copias y marca la resurrección de la constantemente excelente disquera de Rupenus, Hypnagogia. (S.S.)

Mark Solotroff - Archive01 (Bloodlust!, B!131, 2010)

Desde el año pasado, Mark Solotroff trabajó en una retrospectiva que reúne en siete volúmenes el trabajo que durante la década de los noventas publicó en tirajes limitados para disqueras clásicas de la época, como Slaughter Productions del fallecido Marco Corbelli, G.R.O.S.S. de Akifumi Nakajima o su propia Bloodlust! Esta retrospectiva permite conocer un lado sónico de Solotroff de difícil acceso dada la escasez y los excesivos precios de los documentos originales.
Que la ruta que sigue Solotroff en esta serie es diferente a la que nos había habituado con sus producciones bajo las rúbricas de Instrinsic Action y Bloodyminded queda de manifiesto ante una escucha incluso superficial de "Archive01." En su primer corte, este trabajo presenta "45 Minutes of Rape and Murder," que resulta ser el primer tema que Solotroff produjera bajo su propio nombre, allá por 1995, y que originalmente apareciera como la cara A de una cinta llamada "Instrumental Demonstration of Death-Noise." En esta versión sin cortes, en su caústico flujo de 45 minutos, Solotroff realiza un estudio profundo de su muy particular visión del harsh noise.
Como un exacto paralelo al disco de OVMN que apenas he reseñado, "45 Minutes of Rape and Murder" posee cualidades de lo que puede identificarse como noise estadounidense -al que algunos llama americanoise en obvia referencia al famoso japanoise-, al ser parte de ese momento definitorio que representó la mitad de la década de los noventas para el desarrollo del ruido en el underground de aquel país. El más obvio punto en común que éste posee con el trabajo de OVMN es ese fascinante desprendimiento tunélico que se extiende a lo largo de la duración de la cinta. A pesar de que en la misma época los japoneses innegablemente tendían a trabajar sobre cauces de ruido sumamente extensos, los de estos dos proyectos norteamericanos poseen una dinámica que prescinde totalmente del espasmo -elemento intrínseco del japanoise, concentrándose casi exclusivamente en un movimiento desbocado, incontenible en su linealidad. El track de Solotroff está tan claramente orientado hacia ese extremo que podría decirse por momentos poseedor de una cualidad oceánica, inclusive estableciendo una cierta comunidad con el drone por su inmanencia hipnótica. Las dinámicas son mínimas y se desdibujan ante la enormidad de un tema que se extiende incontenible, como una corriente de lava o un tsunami en su flujo de estática dirigida. Hacia la mitad del tema, el empleo insistente del delay remite a lo que Maurizio Bianchi hiciera en sus primeros trabajos, a esos movimientos repetitivos mitad psicodelia, mitad película de horror que caracterizan esa primera etapa del trabajo del italiano.
En cierto sentido, la influencia de Bianchi se evidencia en este trabajo en la conformación de un sonido primal, sumamente físico -Solotroff señala no haber empleado teclados en su producción- y en su exhaustiva, cuidadosa exploración a través de los raquíticos filtros que proveen moduladores mínimos como son pedales de guitarra. "45 Minutes of Rape and Murder" es una pieza sumamente mesurada e hipnótica, un verdadero torrente de distorsión modulada.
El segundo corte, titulado "Instrumental Demonstration of Death-Noise (Edit/Remix 01)," consiste en una remezcla inédita de los dos temas contenidos en la cinta original y básicamente se trata de una edición del tema anteriormente descrito.



Mark Solotroff - Archive02 (Bloodlust!, B!132, 2010)

El segundo corte incluído en "Instrumental Demonstration of Death-Noise" comprende el grueso del material que se presenta como "Archive02." Este tema llamado "The First 45 Minutes After a Violent Death"sórdidamente juguetea con el nombre de un clásico tema de Coil. El modus operandi de Solotroff aquí es básicamente el mismo: el sonido contenido en el tema se divide en dos capas, una de distorsión en el borde agudo que sostiene un flujo anárquico, como de estática y otra en el borde grave -más grave que en el tema anterior- que se trata de algún tono contenido en los topes de los parámetros de un delay, cuyos eventuales despliegues sostienen la mayor parte del movimiento del tema. El movimiento es mínimo, nuevamente, pero el resultado vuelve a ser otro fantástico túnel de ruido alucinógeno, que complementa simétricamente a "45 Minutes of Rape and Murder." Nuevamente, Solotroff hace uso de un remix inédito en este caso para cerrar el segundo volúmen de esta colección.
Los dos primeros volúmenes de esta colección van de la mano; la evidente problemática que ofrecería la imposible publicación de ambos cortes en formato digital sin pasar por el terrible bisturí parece haber forzado a Bloodlust! a presentarlos por separado, aunque, cabe decir, como volúmenes subsecuentes con casi cincuenta minutos adicionales entre ambos cortes agregados. Sin duda es bueno que este tipo de documentos que pudieron llegar a considerarse perdidos de la historia del noise estén finalmente resurgiendo de entre el polvo. Trabajos como estas dos reediciones y la del debut de OVMN no sólo son plenamente disfrutables, sino que además sirven para cuestionar la originalidad de los sonidos que hoy en día se nos presentan como nuevos. (S.S.)