Sunday, October 22, 2006



Current 93 - How I Devoured the Apocalypse Balloon (Durtro/Jnana, Jnana 2004, 2006)

Como preámbulo al proceso de formación de la nueva alineación de Current 93 y a la inminente grabación del nuevo disco, Durtro/Jnana, disquera de Mark Logan, se dió a la tarea de editar una serie de piezas de coleccionismo bajo la aún incierta rúbrica de Current 93. Entre ellas se cuentan un siete pulgadas que ofrece una decepcionante versión en vivo de "Black Flowers, Please" y un cd en formato de single grabado junto a Simon Finn. Quizás el objeto que más sea de interés sea éste, un cd doble llamado "How I Devoured the Apocalypse Balloon" que registra una selección de aquellas emblématicas noches en Toronto que fueron a convertirse, inadvertidamente, en la reinvención de la banda. A pesar de que en los créditos Finn y Ben Chasny aparecen como parte de Current 93, su función en esas noches fue meramente de abrir sus conciertos y de acompañar, en el caso de Finn, el palomazo ("Jerusalem"). Sin embargo, por razones no muy claras, ni aquella fantástica colaboración, ni otras joyas interpretadas durante las noches, como "Beausoleil", "Lucifer Over London" o "Europa (the Gates of Heaven)" fueron incluídas en el resultado final.
Lo que queda es una bastante pareja revisión del catálogo reciente de Current 93, con constantes paradas en "Soft Black Stars" y "Sleep Has his House", así como en algunas ya clásicas interpretaciones en vivo, como "Earth Covers Earth", "All the World Makes Great Blood", "Mary Waits in Silence", "Long Satan and Babylon" o "The Blue Gates of Death". Sin embargo, la mayor parte del material presenta la faceta más dramática de Tibet mostrada durante los conciertos, y deja de lado la más festiva atmósfera de las piezas excluídas. Asimismo, Current 93 en esos momentos tenía una alineación bastante limitada con John Contreras, Michael Cashmore y Graham Jeffery cubriendo el paquetote que otras alineaciones del grupo habían dejado. Comparado con otros discos en vivo de la banda como "All Dolled Up, Like Jesus Christ" o, especialmente, el ignorado y excelente "Cats Drunk on Copper", este disco doble adolece. En cualquier caso, podría funcionar como un buen registro de este lapso intermedio y, sin duda, vale la pena escucharle; sobra decir que es material sólo para fans. (S.S.)

Saturday, October 21, 2006



Current 93 - Black Ships Ate the Sky (Durtro/Jnana, Jnana 2112, 2006)

David Tibet ha sido una de las figuras más controvertidas del underground por ya algo de tiempo. Al frente de Current 93, ha ofrecido material que va del industrial más oscuro y bizarro hasta exploraciones acústicas que buscarían revitalizar la corriente del folk inglés de los sesentas. Sobra decir que el trabajo de un espíritu tan constantemente cambiante no es usualmente fácil de saborear. Para muchos, Current 93 es un gusto adquirido. Para otros tantos, no es sino superficial. Para otros tantos mera basura. "Ámalo u ódialo" parecen ser las únicas posibilidades.
En tiempos recientes Tibet ha editado algo de su material más radical, tomando en cuenta las expectativas que sus trabajos usualmente generan. Los dos álbumes de estudio más cercanos, "Sleep Has his House" -un tributo a su recientemente difunto padre- y "Soft Black Stars" -un trabajo prácticamente totalmente centrado en el piano y lleno de oscuras baladas- ya habían sido suficientemente polémicos, este último costándole, de hecho, buena parte de su fanbase. Y así, con los precedentes que ofrecen una buena cantidad de conciertos y una realineación de los participantes en el proyecto, Tibet regresa con mucho ruido a presentar su nuevo "Black Ships Ate the Sky", con la impactante inclusión del mismísimo Ben Chasny, Six Organs of Admittance, en la alineación formal de la banda.
Casualmente, la sorprendente lejanía de estilos de Chasny con respecto a la música de Current 93 ofrece una inesperada vuelta al sonido de trabajos anteriores, tales como los clásicos "All the Pretty Little Horses" y la obra maestra "Thunder Perfect Mind", siendo más claramente orientado a las guitarras y al lirismo alucinógeno de aquellos discos. Las propias letras de Tibet, aparentemente imbuídas en toda la barbaríe del presente, han regresado a los delirios (¿súplicas?) de un apocalipsis inminente, permitiendo al cantante alejarse bastante de aquella extensa exploración de sus demonios personales para analizar, con toda su imaginería y su hermético simbolismo, estos frenéticos, brutales tiempos.
Las alusiones que el cantante hace a un "Caesar" que debe ser muerto, a un autista "Imperium" que es nada, cuyo entero sentido pende del plástico y la vacuidad, se convierten en una frenética perorata que comienza con tonos mesurados y culmina con furiosas eyaculaciones, hipérboles sacadas de proporción y gritos entrecortados. Éste es un Tibet en la cima de su teatralidad, vigoroso y claramente libre, respaldado por un conjunto de instrumentistas excelentes -tanto en estudio como en directo.
La línea conductora que siempre ha ofrecido Cashmore a Current 93, desde su entrada con "Thunder Perfect Mind", no se ve en lo más mínimo disminuída por la llegada de Chasny. Las sobradas capacidades de ambos músicos, convierten a las piezas en intrincados juegos melódicos tanto más capaces de ofrecer dinamismo. Cashmore pierde un poco su usual constancia tonal, la cual pudiera dejar en ciertos temas de trabajos pasados trazas de cacofonía. A su vez Chasny obtiene algo de templanza, olvidando el añorado desgarbo que usualmente le ofrecen sus grabaciones como Six Organs of Admittance.
Asimismo, el trabajo del cellista John Contreras ofrece una profundidad enorme a la austeridad de las muchas piezas acústicas. En algunas otras, como la rabiosa "Black Ships Seen Last Year South of Heaven" o la profunda "(Babylon Destroyer)", el trabajo de los músicos se ve ampliado por el trabajo de manipulación sonora del eterno comparsa de Tibet, Steven Stapleton.
En general, el trabajo posee una cohesión similar a la de algunos de los álbumes ya antes mencionados con el gran aliciente de un sonido constantemente dinámico. Tenía miedo de ver cuál sería el resultado de tener diez versiones distintas de una misma canción en un sólo disco; me parece que mi temor era obviamente compartido por muchos de los miembros de la mailing list de Current 93. Sin embargo, la brillante lista de invitados que prestan voz y estilo a "Idumaea" en cada una de sus encarnaciones es cercana a la perfección, comenzando por la delineada e inspirada versión a cargo de Marc Almond y la paralizante y emocional de la entrega de Bonnie "Prince" Billy hasta llegar a la compleja sobreposición vocal de Anthony y a la ensoñación en voz de Andria Degens, Pantaleimon. En fin, no habría espacio para detallar cada una de estas grandes participaciones. A un grado impensable en años, el futuro de Current 93 se vislumbra abierto y lleno de posibilidades. Quizás incluso demasiadas para algunos fans; ya muchos han renegado del trabajo que el grupo ha prensado junto a los stoners de Om para Neurot. Habrá que escuchar. (S. S.)

Thursday, October 05, 2006

Twig Harper - The Hitcher (AA Records, s/n, 2006)

Con "The Hitcher", Twig Harper, conocido como parte de los pioneros noisetas de Nautical Almanac, muestra facetas desconocidas de su trabajo. En esta cinta, Harper devela conjugaciones sonoras basadas primordialmente en el drone caústico. Su cara más grotesca la deja para luego, optando en esta ocasión por un lado un poco más tenue, aunque igualmente difícil.
Como obvia pensarse, el trabajo droner de Twig no es apacible en lo más mínimo. En el lado A, de hecho, el zumbido ácido y lisérgico es súbitamente interrumpido por descargas metálicas y herrumbrosas tanto como por las frugales intromisiones de ondas chocando entre sí. Hacia el final de dicha cara, los violentos ataques se solidifican en una suerte de muro gris que marca la programática salida de la compleja intervención.
En ese sentido, quizás la segunda cara sea la más típicamente contenida, presentando un drone al más puro estilo de bandas como Organum o Hafler Trio, con un zumbido grueso, cavernoso fungiendo como eje a ligeras manipulaciones análogas e inserciones de power electronics. El efecto, sobra decirlo, es intensamente hipnótico y alucinante.
La historia para Harper se está reescribiendo a cada paso. El lamentable incendio que destruyó Tarantula Hill, hervidero del noise americano desde su fundación y, qué decir, su casa, parece haberle brindado nuevos ímpetus a los proyectos de los Almanac, con la estabilización de Heresee, su ya legendaria disquera, y la constante intervención de la comunidad noisera en el mundo en su apoyo. De modo que "Hitcher" es un grato testimonio de este momento de estabilización. (S.S.)

Wednesday, October 04, 2006



Adam Mokan/Will Soderberg/Roxanne Jean Polise(X Died Enroute Y Records, XDEY103, 2006)

Colaboración triple entre estos asociados, constantes nombres en XDEY Records. Como podría esperarse de personajes tan representativos de dicha disquera, las piezas que ofrecen cumplen los estándares de longitud y sonido, formando un trabajo tan claramente representativo de cada uno de sus cualidades sonoras, que bien podría haberse ofrecido separadamente como un trío de cds de tres pulgadas.
El cdr comienza con una pieza de Adam Mokan que procura seguir rutas similares a las de cirujanos aurales como Loopool. Su track es de los que generan un sentido a partir del loop y su manipulación. Si acaso, deja sentirse por momentos una guitarra ofreciendo una serie de notas desperdigadas dando un poco más de dinámica al revolver sobre sí mismos de los cíclicos sampleos, o quizás un efector haciendo brotar más potencia de los sampleos amplificados, pero hasta ahí. Y mientras tanto, entre todos los borbotones sonoros, Mokan cocina una pieza sorprendentemente experimental y compleja que, a pesar de su estructura circular, anula cualquier gustillo a redundancia o simpleza.
Will Soderberg, por su parte, plantea sonidos muy alejados a los que ofrecía en otras entregas más coléricas como "Better Science through Noise" y se va a por la combinación casi aleatoria de elementos. La constante, en cualquier caso, es el uso del delay en los diversos tracks generados, constantemente alternados con momentos de noise; si bien no llevados al extremo, tampoco persistiendo en ser obliterantes. Constantemente bordeando una multitud de estilos, Soderberg genera una pieza inasible que se niega a definirse como atmosférica, glitch o noise.
Por su parte, a Steev Thompson le corresponde ofrecer el cierre del disco con una pieza que comienza, como ha venido sucediendo cada vez más a menudo en el trabajo de RJP, fuertemente orientada por el uso de la guitarra en la creación de atmósferas dinámicas, alternadas con nubarrones de electrónica e incómodos zumbidos en frecuencias altas. Como puede imaginarse el resultado es esa característica inundación sonora en la cual ni un sólo hueco del espacio audible queda vacío. Hacia el final de la pieza el envolvimiento va del drone a la estática pura y torrencial en un ascenso que parece imparable. La más reciente estrategia de Thompson, ésa de escalar en volúmen hasta donde se es posible y de ahí preparar una caída lenta, casi letárgica cual si fuese la secuencia de los sueños, puede aquí estudiarse con calma, a lo largo de doce poderosos minutos. (S.S.)

Tuesday, October 03, 2006


Savage Streets - L.A. Massacre (Tapeworm, TW-20, 2006)

Piezas crueles, lentas, sólidas y férreas forman el sonido contenido en este filoso tape de Savage Streets, "L.A.Massacre". Del mismo modo que otros monolíticos bárbaros como Sword Heaven, Savage Streets ofrecen una improvisación seca y difícil de anticipar, totalmente construida sobre las ruinas de la atonalidad y el martilleo insolemne y mundano. Los resultados van de nebulosas madejas de brumas psicodélicas conjuradas por efectos a punto del colapso a insolentes descargas maquineras, donde la furiosa batería parece querer reafirmar la naturaleza cíclica del ritmo.(S.S.)