Tuesday, April 29, 2008

Secret Abuse - Young Pig/Walking for Days Alone (Eager Mother Tapes, s/n, 2008)

Tras apenas escuchar los sobrecogedores drones de Marble Sky, creí haber estado ante la presencia de los aspectos más sublimes del trabajo de Jeff Witscher; pero nada de lo que había escuchado me podría haber preparado para "Young Pig/Walking for Days Alone", cinta que divide su carga en cuatro piezas que combinan a veces etéreos, a veces borrascosos paisajes de electrónica análoga con dulces trazos de guitarras a la Loren Connors.
La primera pieza, "One More River to Cross", incluso podría llegar a resonar tan celestial como algunos de los mejores trabajos de Windy & Carl o de Growing, con sus deslumbrantes momentos de iluminación sónica. Y, contra ésta, la siguiente, titulada "Anytime", ahoga los paisajes abiertos de psicodelia pastoral en un vórtice de huracanes negros y eternos. La grave pared de ruido opaco y pesado sirve de marco a un deslave de picos agudos y de maltrato guitarrero, que dura, sube hasta no poder más y muere de un corte en seco.
La segunda cara, llamada "Wednesday Morning", muestra un lado aún más sutil con "Picture of Redwood", una poderosa pieza de ambient que combina sonidos encontrados con teclados dulces y una intensa atmósfera con profundos dejos de nostalgia. "Weariness/Bloody Toe" sigue en esa línea, dando un cierre delicado a un trabajo sorprendente. Probablemnte el mejor que he escuchado en lo que va del año. (S.S.)

Sunday, April 27, 2008

Bardo Pond - Adrop (Three-Lobed Recordings, TLR22, 2006)

Con un inicio templado, "Adrop" incita la entrada al mundo ácido de Bardo Pond flagrado de sonoridades etílicas. Con improvisaciones que en algunos momentos llevan algo de métrica, las guitarras de los hermanos Gibbons platican acerca de un drone mustio, tenue y que lentamente conduce hacia lo que empezará a ser una pieza única subdividida en tres instantes marcados; segmentos que también dividen los tres nombres proporcionados a este trío de extremidades amorfas: -"part 1 Invisible Fire" - "part 2 The Rebis"- "part 3 Latona"-.
La voz en la antesala que lentamente se difumina en la distorsión y feedback de las guitarras que ya no nos expresan linealidad, sino pulcritud stonera, es el pie para que se complemente, con métricas dispares, la esencia de éste y varios discos de esta banda: atmósferas envolventes complementadas baterías, guitarras y un bajo tan repetitivos que tras tanta monotonía nos arrojan la pregunta de cuánto tiempo ha transcurrido desde que comenzó ese extracto sicodélico en el que nos encontramos inmersos.
Esa masa sonora a la que nos tienen acostumbrados Isobel Sollenberger (voz, flauta), Michael Gibbons (guitarra, voz), John Gibbons (guitarra, voz), Clint Takeda (bajo), Joe Culver (batería, voz), culmina estrepitosamente liquidada con dos guitarras acústicas acompañadas por las palabras de una flauta tímida que se asoma a la Adrop, sin duda una material único por este elemento final, guitarras acústicas que en pocas ocasiones emplean este dúo de guitarristas sicodélicos y por la gran capacidad que tienen todos los integrantes de ensamblar lapsos tan diferentes en una sola pieza. (Sinuhé Guevara)

Friday, April 25, 2008

Lilypad - Bent Dimension (Tusco/Embassy, TE31, 2008)

El proyecto de John Elliot, Lilypad, sufre en "Bent Dimension" una radical transformación, abandonando su más familiar cara droner y dejando ver, al tiempo, un lado tanto más volátil. Y a pesar de que aquí el sonido de Lilypad sigue basándose en el empleo del sintetizador, la obliteración en cuestión ya no va dirigida a la sublimación, sino a la abierta saturación de sonidos en plena convulsión.
La primera cara de este trabajo ve a Elliott imitando ventarrones mediante estática manipulada e interceptándolos con las manipulaciones de sonidos sintetizados en una dinámica auto contenida y absolutamente vibrante. La segunda cara se divide en un inicio virtualmente abstracto, con pulsos semi-distribuídos en un engranaje irregular, que subyacentes, se ven abruptamente intervenidos por dosis bien mesuradas de musicalizantes de drones. Difícil de explicar, como todo trabajo de Lilypad, pero decididamente material valioso, de excelente calidad sónica y totalmente degustable. (S.S.)

Tuesday, April 08, 2008

Werewolf Jerusalem - Red Eye (Hospital Productions, HOS207, 2007)

El más reciente proyecto del legendario Richard Ramirez, Werewolf Jerusalem, se ha encontrado muy ocupado en fechas recientes produciendo un sinnúmero de episodios de hostil harsh noise en su propia disquera, Deadline Recordings, y en otras tantas, como la presente Hospital Productions. En este caso, se trata de una cinta que deja ver de nuevo la predilección de este artista por las frecuencias bajas y por las descragas de ruido pesadas y agresivas.
Tan anárquico y grotesco como el harsh clásico, Werewolf Jerusalem no ofrece ninguna concesión; sus expresiones sonoras son declaradamente lejanas a cualquier tipo de constancia musical y se basan, en mayor medida, en una brutalidad discreta, que apenas por momentos deja escapar un escupitajo de ruido abiertamente. La lenta evolución de los dos tracks de "Red Eye" es tensa y grotesca en el ríspido reptar de sus graves estruendos, conduciéndose constante e inacabablemente.
Limitado a apenas treinta copias, empaquetado en un pequeño sobre de papel manila, e ilustrado por una portada y cuatro insertos con la característica imaginería homosexual de Richard Ramirez y el cuidado trabajo artístico de Dominick Fernow, "Red Eye" es otra clásica muestra del porqué las cintas son el formato obligado para este tipo de entregas. (S.S.)

Monday, April 07, 2008


Niellerade Fallibilisthorstar - Skrankverk (Dystonia EK, D.41, 2007)

"Skrankverk", la esperada continuación al enorme "Halrum" de 2006, es un álbum que, nuevamente, exige mucho del escucha, gracias a su proyección, cada vez más radicalmente internalizante. Tras una superficie metálica, donde los mecánicos sonidos de fantasmales industrias resuenan en algún paraje primordial, se desenvuelven los etéreos sonidos de sintetizadores moviéndose a lo largo del ambiente, aliándose a la claridad de los ecos del agua corriente. La contundencia percusiva se pierde para dar lugar a atmósferas contemplativas, jugando entre la aridez y una muy, muy lejana reverberación de lo pastoral.



Floreciendo en direcciones similares a las del Einstürzende Neubauten de "Armenia" y de las más aplastantes composiciones de Nitsch, el sonido de Niellerade Fallibilisthorstar
adquiere una dimensionalidad impactante tanto por su aguerrida falta de concesiones como por la generosa paciencia con la que dan lugar, minuciosamente a cada elemento de sus composiciones. Desde el dejo marcial hasta la tiniebla nebulosa, cada momento de "Skrankverk" adquiere una presencia álgida en su respectio entorno, aunque a la larga quede sepultada en el enorme caudal sónico. Cada uno de los seis movimientos dejan converger elementos sonoros -en prácticamente todos los temas están presentes las voces susurrantes, el murmullo del sintetizador, las percusiones metálicas y la espectral reverberación-, aunque sus consecutivas disposiciones ofrecen creaciones claramente divergentes.
Mirror/Dash - i can't be bought (Three Lobed, TLR027, 2007)

Con ánimos de quedar de una vez por todas insertos en el underground noisero contemporáneo, Kim Gordon y Thurston Moore crean Mirror/Dash como un proyecto que compartiera resonancias con bandas más fervorosamente abstractas, como Taurpis Tula o Charalambides. Y a pesar de que Mirror/Dash en "I Can't Be Bought" recrean tanto momentos de etérea belleza -la esplendente introducción de la pieza- como instantes enturbiados por los clichés que la propia pareja ha forjado a lo largo de los años -ni hablar del sobreexplotado berrinche guitarrero de Thurston Moore-, el resultado final es bastante sorprendente.
"i can't be bought" es un grato debraye en guitarras, vocales y samples que sobrepasa los trastornados estándares de la pareja, ofreciendo en un corte de poco más de cuarenta minutos, una serie de juegos que van de la legítima abstracción formal a los más usuales empleos del rasgeo y su persistencia rítmica, tan comúnes a Sonic Youth. Sus últimos momentos, de hecho -que por instantes forjan una lejana rendición de los cortes del "Confusion Is Sex"-, son particularmente gratos para quien prefiere los aspectos más oscuros y filosos de estos artistas. En general, y a pesar de algunas inconsistencias hacia su comienzo, "i can't be bought" muestra el lado más extrañado de sus compositores, dejando ver como el que esto no sea habitualmente parte del sonido de Sonic Youth no implica que esa pasión y fuerza se hallan diluido. Ojalá y los subsecuentes trabajos de Mirror/Dash sean igual de osados y poderosos. (S.S.)

Saturday, April 05, 2008

Stephano Pilia - Haikustrings (Sloow Tapes, Sloow Tapes Shiwasu, 2007)

Stephano Pilia es un artista sonoro italiano que con su debut, "Healing Memories and Other Scattering Times" para LVD inauguró una discografía sumamente compleja e interesante, que, incluso, se siente por momentos como un eco de los trabajos más profundos de experimentación sonora de los ochentas. Este cassette para la siempre grande Sloow Tapes, "Haikustrings", evidencia la madurez creativa de este artista, quien se propuso aquí la factura de un complejo trabajo de ensamblaje que conjuga el quehacer artístico cotidiano con la construcción a gran escala.
Empleando grabaciones provenientes de docenas de bancos sonoros, Pilia mezcla los zumbidos de moscas con el rugir del tránsito lejano, la estática vibrante con el chocar de cristales, drones de sintetizadores con la fuerza de tañidos acompasados, haciendo de este un cuadro de sonidos lleno de plenitud vital. Como parte de su quehacer cotidiano, este músico grabó estos 111 cortes que fungieron como su ejercicio creativo. Cada uno se constituye como una entidad de orbe y naturaleza radicalmente divergentes. La composición de "Haikustrings" resultó pues en despojarlos a todos de su identidad unitaria para volverlos un verdadero collage de sonidos que encuentra en la propia naturaleza del sonido su excusa para llamar a todo lo que se deja atrapar por un instrumento de grabación música.
Ser consciente de esto al escuchar este trabajo produce una serie de implicaciones respecto a los posibles alcances de este trabajo: ¿Acaso se convierte esta superposición de sonidos en algo más? La escisión del tiempo, mezclando imágenes, experiencias, recuerdos o meras suposiciones hace de "Haikustrings" un detonador de sensibilidades inesperadas y la captura magnetofónica y el reordenamiento de estos inconstantes fragmentos de vida hacen de la musicalidad un juego de narrativas apasionante y complejo. (S.S.)
Ketamine Kurtainz - 1007 Moon (8ctopus, OCTO 16, 2007)

Prácticamente de la nada me saltó a las manos este extraño y misterioso artefacto de la dupla de Sarah Pendleton y Eli Morrison, alias Ketamine Kurtainz, y ya llevaba un par de meses pidiéndome un poco de tinta virtual. Lo primero en llamar mi atención es que se trata de un disco de una factura tan ambigua: por una parte, "1007 Moon" ofrece una mezcla compleja y de producción sónica prácticamente profesional; por otra, la fotocopia pegada al digipack liso y el cdr rotulado con plumón, limitado a la ridícula cantidad de veinte copias, provocan una impresión, pues, prácticamente, de desdén hacia un trabajo que podría encontrar una audiencia más amplia con facilidad. Pero quizás esto no sea sino otro signo de los tiempos de abusivo consumismo que vivimos.
Ketamine Kurtainz crea una ensoñada neblina de ambientes tóxicos que se expande mientras filosas descargas de electrónica abrasiva comienzan a deshilarse, dando una dinámica espacial al delirante mosaico de beats torcidos sobre el cual el dueto se mueve. Samples de guitarras basados en slides lentos, manipulación de electrónica análoga, y esas vocales eternamente sumidas en cortinas de delay y reverberaciones forjando cadenas interminables de sensuales e indescifrables, casi susurrantes, líricas hacen de "1007 Moon" un trabajo esquivo, que no permite develar sus intenciones tras una primera escucha. Sus irregulares e inesperados cambios de plano no permiten una escucha lineal; no por nada cada tema consecutivo es llamado y enumerado como una alucinación.
En las cuatro piezas, o alucinaciones, que conforman este trabajo, Ketamine Kurtainz rescatan de los abismos del hype una electrónica que no busca aliarse con el simplismo rítmico y que encuentra en el debraye y los vuelos psicodélicos fuerza suficiente para crear algo bizarro y genuino. Un trabajo interesante y, sobre todo, sumamente inquietante. Ojalá sus secuelas sean más difundidas. (S.S.)