Monday, April 23, 2007

Axolotl - Telesma (Spooky Action, 2007)
En aquel ya lejano three-way split que grabaron junto a D. Yellow Swans y a Gerritt, Axolotl sugerían una rúbrica sonora de ambientes etéreos de bordes ríspidos y tóxicos. Con sus siguientes trabajos, "Oranur" y "The Sad Hotel", la banda parecía apuntar hacía otros ángulos, menos susceptibles a la descripción, buenos, originales, pero no tan intensamente logrados como aquella seductora intervención.
Con esto en mente, no pueden imaginar la sorpresa que fue escuchar aquel enorme "Chemical Theatre". Axolotl no sólo habían retomado con bríos su antiguo sonido, sino que además parecían haber evolucionado lo que a otras bandas les cuesta años. Aún así, no sabía que esperar de subsecuentes ofertas, sobre todo tomando en cuenta lo prolíficos que son.
Pues bien, en "Telesma", lo intuído en el anterior álbum se convierte en realidad y con creces. Este cd reune cinco tracks que bien podrían pasar por lo mejor que Karl Bauer ha grabado hasta el momento. No sólo es la calidad de los temas impresionante, sino que incluso el trabajo de ingeniería se sale de los estándares de la banda.
La primera pieza, también llamada "Telesma" es un vuelco lleno de nostalgía hacia el shoegaze; guitarras, voces y teclados se desgarran en sí mismos para crear una enorme espiral nebulosa de atmósferas dulces que danza de extremo a otro de todo su dulce caos sin el menor reparo. "Vril" le sigue con otra conjugación más de atmósferas ensoñadas y ruido. Los armónicos se disparan y chocan con breves cauces de ruido blanco en un paisaje que apenas se presiente por los ciclos de algunos efectos.
"Apergy" prácticamente irrumpe con un terminante giro hacia la estática. Lo turbiamente melodioso de la anterior pieza se conjuga extrañamente con esta otra, más hiriente en apariencia, pero aún con cierto trecho por andar. La melodía se presiente muy en el fondo, pero sobre todo se deja ver esa mezcla de alivio y tensión, poder y desorientación tan común del noise más dado al abandono y al extasís.
"Quintessence" de alguna manera rescata algo de lo que ofrecía "Oranur" en términos de indeterminación y bizarro brillo. Con base en un loop cansino, como involuntariamente arrastrado de las revoluciones de algún extraño y viejo lp, Axolotl construye lentas involuciones circulares que distan un tanto de lo etéreo y que llegan, lentamente conducidos por un órgano, a una suerte de páramo psicodélico totalmente delirante. Y finalmente, en su modo más articulado, Axolotl cierra con un bello corte de apenas un minuto y medio llamado "Astral Lights", abruptamente interrumpido y haciéndonos desear un poco más. Uno de los puntos más altos que la banda de Bauer ha alcanzado, desde la misma edición, un disco que definitivamente vale la pena buscar. (S.S.)

Monday, April 02, 2007

Taliban - Gutted (Gods of Tundra, s/n, 2007)

En cierto sentido, el trabajo de Miles Haney en cualquiera de sus varias agrupaciones -Wigwam, Evenings y Taliban (hasta ahora)- se ha mostrado sumamente formal; en cada una de ellas hay una persistencia sonora innegable. Algo que les diferencía sobre todo es la carga imaginativa inherente a sus registros; una palabra quizás -un título para una cinta o para una pieza- puede dar forma a una serie de primordiales visiones que reptan entre la oscuridad y el veneno de la psique que les dío forma aural.
En "Gutted" de Taliban -proyecto de Haney junto a Joel Rakowski- no hay brillo alguno; los colores que las artes sonoras supuestamente deberían traer a la vida están ahogados en la amniosis de una criatura de naturaleza errática. En vez de melodías solo están sus llantos, agudos chirridos de una intensa agonía. Éste no es un trabajo de ruido embotado. Esto se trata más bien de una alternancia de densidades en donde el rugir grave de máquinas se ve complementado por el incoherente fraseo de agún instrumento severamente deformado. Sonidos quiméricos para escucharse con los ojos cerrados, dejándose capturar por esa densa polución sónica y los devaneos que nos regale. (S.S.)