Tuesday, March 07, 2006


Taurpis Tula & Spykes (American Tapes, AM519, 2006)

Taurpis Tula en su discografía, la cual suma ya cinco títulos, han demostrado ser una de las bandas con una trayectoria menos lineal en el underground actual. En este, su más reciente trabajo, un split con Spykes, el ahora trío vuelve a cambiar de piel, esta vez ajustando su sonido para permitir la inclusión del prolífico Alex Neilson (Jandek, Directing Hand, Richard Youngs) en batería y percusiones. Sus incursiones son de hecho sustanciales, otorgando una nueva dimensionalidad al sonido de la banda permitiendo que la toxicidad que conjuran llegue aún más al fondo. Queda claro que la improvisación de la banda es aquí aún más volátil y siniestra que nunca, con un fuerte énfasis en los sonidos densos e inestables de guitarras que por momentos parecen querer establecer riffs y otras veces simplemente dejarse llevar por la mareadel feedback. En el fondo, la voz y la lap-steel de Heather Leigh viene y va así como los ocasionales arqueos efectuados sobre torturados cimbales, entrelazándose hacia la atmósfera con la furiosa y ácida percusión. Taurpis Tula cada vez se pulen más como herramientas idóneas para representar el caos y el azar.
Por su parte, Spykes ofrece improvisaciones una trinchera totalmente diferente. Para empezar, la mayor parte de 'Morden Towerings' está grabado en monoaural, de manera que escucharle es como estar frente a dos discos totalmente diferentes que se prenden y apagan intermitentemente. La primera parte es un ejercicio de respiración a la manera del 'A Missing Sense' de Nurse With Wound, presentando por un lado espasmódicos golpes de espamódicas proporciones y por el otro silencios largos y angustiantes e incluso una serie de breves atmósferas en teclados. Obviamente perturbador, este track inicial es de esos que te hacen volver la mirada para asegurarte de que lo que escuchaste fue parte del contenido de la grabación. La segunda es un tanto menos inquietante, aunque igualmente experimental. Se trata de una oscura secuencia de lentos movimientos atmosféricos encuadrando una radical serie de manipulaciones acústicas en efectos y de las características percusiones en convulsión de John Olson. Una pieza tan lúgubre y potente que por momentos remite incluso a 'Armenia' de Einstürzende Neubauten. La secuencia final, un percusivo bajeo profundo y sensual introduciendo un brutal, poderoso cierre es simplemente genial.
La tercera es una pieza muy evolucionada, repleta de ritmos inconstantes cerrándose y una cierta cadencia en los elementos musicales -¿es eso muy en el fondo una guitarra?-. Música llena de espacios e invadida por la cruenta distorsión. Incluso por momentos pueden escucharse melódicas voces cortando las punzantes descargas de electrónica explosiva. En esta pieza Olson vuelve a hacer uso del truco de los dos canales separados y el efecto es nuevamente formidable, una suerte de blues industrial a la Swans, persistente y lejano. La cuarta pieza agrega un elemento más atmosférico al total del cd, apenas levantado el vuelo por momentos para volver a dejar caer sobre el profundo abismo su monótona, pesada carga.
Este trabajo, en el propio catálogo de Olson, es una anomalía. Ofreciendo una construcción basada casi exclusivamente en elementos acústicos, el fundador de American Tapes parece estar redimensionando tangencialmente su producción. Es ridículo pensar que John Olson, un cuate que debe de grabar al menos un par de discos a la semana, pueda aún, tras todo este exceso, seguir sorprendiendo a cada nueva entrega. Y así es.

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