Redrot - Live Basement Murders (Tapeworm Tapes, tw-46, 2008)
Es extrañamente refrescante encontrar algo como esto entre la informe y enorme madeja del ruidismo actual. Y, precisamente en la época en que la mayor parte de los álbumes son ofrecidos a las suertes digitales del cd, es aún más extraño descubrir que uno se encuentre editado en cassette, como es el caso de "Live Basement Murders" de Redrot.
Esta cinta presenta ocho cortes, los cuales contienen dos presentaciones en vivo, grabadas en estéreo, con una calidad excelente. Los dos sets, incluídos de principio a fin, son puro power electronics de corte industrialoso, un tanto lejano del ruido feedbackero a lo Whitehouse y más cercanos al post-industrialismo europeo de Anenzephalia o Genocide Organ, algo más que inusual para un proyecto americano.
"Live Basement Murders" abre con "Meds" un corte pulsante y plomizo que remite a las directrices europeas ya mencionadas, con una gran fuerza en vocales. Le sigue "Schizophrenic" con un perfecto seguimiento rítmico y los decadentes silbidos de sintetizadores limitando al punto las mecánicas pausas. "Deviant" es un corte que toma mucho del lado más gélido y cruel del industrial. Aunque bastante menos dinámico que los demás, este corte parece querer posicionarse como la pieza clave del set con su tóxica inmanencia. De hecho, su versión en estudio ya se encuentra editada en -y da título a- su más reciente 7" para Bloodlust! El primer set cierra con "De-evolution," un track cerrado y repetitivo, que a partir de una cerrazón rabiosa da forma a una atmósfera hóstil y tensa.
El segundo lado comienza tan rítmico y pesado como el primero con "Waste," gracias a una línea lenta y contundente que denota poder y cohesión. "Self Denied" sigue con la óptica violenta y bien marcada, con clara influencia de Godflesh en el metódico seguimiento percusivo y en las marcadas y abruptas pausas. Repiten "Deviant" y "Schizophrenic," la primera con su enfermizo y frío reptar y la segunda con su mezcla de imaginería industrial y vocales perversas y delirantes.
En total se trata de dos caras que juntas no superan los cuarenta minutos pero que constituyen en su fugaz existencia un documento conciso de lo que un artista dedicado a su labor puede llegar a ofrecer. Esta cinta es una sorpresa totalmente inesperada que supera sin problemas a la inundación de sobrevalorados "jams" que se vive en el noise. "Live Basement Murders" contiene apenas la capa más superficial de un trabajo elaborado y dedicado que me dedicaré a escuchar a discreción por un buen rato. Sugiero que hagan lo mismo antes de que se acabe. (S.S.)
Es extrañamente refrescante encontrar algo como esto entre la informe y enorme madeja del ruidismo actual. Y, precisamente en la época en que la mayor parte de los álbumes son ofrecidos a las suertes digitales del cd, es aún más extraño descubrir que uno se encuentre editado en cassette, como es el caso de "Live Basement Murders" de Redrot.
Esta cinta presenta ocho cortes, los cuales contienen dos presentaciones en vivo, grabadas en estéreo, con una calidad excelente. Los dos sets, incluídos de principio a fin, son puro power electronics de corte industrialoso, un tanto lejano del ruido feedbackero a lo Whitehouse y más cercanos al post-industrialismo europeo de Anenzephalia o Genocide Organ, algo más que inusual para un proyecto americano.
"Live Basement Murders" abre con "Meds" un corte pulsante y plomizo que remite a las directrices europeas ya mencionadas, con una gran fuerza en vocales. Le sigue "Schizophrenic" con un perfecto seguimiento rítmico y los decadentes silbidos de sintetizadores limitando al punto las mecánicas pausas. "Deviant" es un corte que toma mucho del lado más gélido y cruel del industrial. Aunque bastante menos dinámico que los demás, este corte parece querer posicionarse como la pieza clave del set con su tóxica inmanencia. De hecho, su versión en estudio ya se encuentra editada en -y da título a- su más reciente 7" para Bloodlust! El primer set cierra con "De-evolution," un track cerrado y repetitivo, que a partir de una cerrazón rabiosa da forma a una atmósfera hóstil y tensa.
El segundo lado comienza tan rítmico y pesado como el primero con "Waste," gracias a una línea lenta y contundente que denota poder y cohesión. "Self Denied" sigue con la óptica violenta y bien marcada, con clara influencia de Godflesh en el metódico seguimiento percusivo y en las marcadas y abruptas pausas. Repiten "Deviant" y "Schizophrenic," la primera con su enfermizo y frío reptar y la segunda con su mezcla de imaginería industrial y vocales perversas y delirantes.
En total se trata de dos caras que juntas no superan los cuarenta minutos pero que constituyen en su fugaz existencia un documento conciso de lo que un artista dedicado a su labor puede llegar a ofrecer. Esta cinta es una sorpresa totalmente inesperada que supera sin problemas a la inundación de sobrevalorados "jams" que se vive en el noise. "Live Basement Murders" contiene apenas la capa más superficial de un trabajo elaborado y dedicado que me dedicaré a escuchar a discreción por un buen rato. Sugiero que hagan lo mismo antes de que se acabe. (S.S.)
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