Neil Jendon – Invisibility (Bloodlust!, B!117, 2009)
“Invisibility” de Neil Jendon comienza de una forma no muy espectacular. Su planteamiento es demasiado discreto y obvio en un primer track de apenas dos y medio minutos de golpes inconstantes en metal y feedback distante. Es por ello aún más sorprendente el que la llegada del segundo corte sea tan repentina y volátil. Esta segunda “invisibilidad” llega resuelta como un caudal de sonidos sintéticos que se destienden a lo largo de todo el espectro sonoro inmediato. Un desglose de gruesas cargas de distorsión que forman una pared de ruido se opone a los incalculables, borboteantes estertores de un pulso absurdamente deformado por un sintetizador. Mientras paulatinamente los avasallantes muros de distorsión van deshaciéndose, Jendon hace aparecer otra sorpresa; los gemidos del sintetizador comienzan a descomponerse hasta caer en seco, presas del embeleso de otra síntesis, ésta bellamente trazada en un flujo sinoidal lento y delicado. Y ante lo improbable, el contraste entre las ásperas contorsiones de la primera parte y las gentiles oleadas de la segunda de alguna extraña manera parecen tener sentido, una linealidad enrarecida pero deleitosa.
“Third Invisibility” regresa a esa calidad de grabación distintivamente menos cuidada del primer corte. Pero en esta ocasión la direccionalidad de la pieza es dinámica y vigorosa, además de repleta del inquietante susurro de filosas láminas siendo raspadas y arrastradas entre una caótica marea de distorsión. Una vista claramente contraria a la presentada en la más extensa y final “Fourth Invisibility.”
Esta última parte procede con los mismos artilugios que dieron sentido a la segunda; es decir, un énfasis en sostener oscuras mareas en una lenta escalada de distorsión. Estas mareas entonces harán las veces de contención y –por momentos también- de complemento a los cuasi anárquicos designios de un sintetizador llevado al borde.
El seguimiento de este corte es mucho menos lineal; basado en marcos sonoros tanto más flexibles, este tema sigue una constante subversión de patrones y formas como su lógica. Difícilmente puede establecerse una descripción de los mutantes patrones de ruido y síntesis que pueblan estas enrarecidas corrientes; son de formas tan obtusas que sería imposible sugerir que buscan adecuarse a una forma distintivamente regular. Juntas conducen a una vertiente del noise, relativamente menos espástica y estridente que el harsh noise clásico y no tan necesariamente abisal como el actual. Se trata de un lugar interesante, sin duda.
Neil Jendon, en apenas cuatro cortes, sostiene sin atisbos una exploración exhaustiva sus capacidades. Si bien sus medios son limitados –parece ser que se trata apenas de un sintetizador y unos cuantos efectos-, mediante una bien coordinada distribución logra crear bien concatenadas cadenas sónicas, sin perder, aún así, el encanto del lirismo. (S.S.)
“Invisibility” de Neil Jendon comienza de una forma no muy espectacular. Su planteamiento es demasiado discreto y obvio en un primer track de apenas dos y medio minutos de golpes inconstantes en metal y feedback distante. Es por ello aún más sorprendente el que la llegada del segundo corte sea tan repentina y volátil. Esta segunda “invisibilidad” llega resuelta como un caudal de sonidos sintéticos que se destienden a lo largo de todo el espectro sonoro inmediato. Un desglose de gruesas cargas de distorsión que forman una pared de ruido se opone a los incalculables, borboteantes estertores de un pulso absurdamente deformado por un sintetizador. Mientras paulatinamente los avasallantes muros de distorsión van deshaciéndose, Jendon hace aparecer otra sorpresa; los gemidos del sintetizador comienzan a descomponerse hasta caer en seco, presas del embeleso de otra síntesis, ésta bellamente trazada en un flujo sinoidal lento y delicado. Y ante lo improbable, el contraste entre las ásperas contorsiones de la primera parte y las gentiles oleadas de la segunda de alguna extraña manera parecen tener sentido, una linealidad enrarecida pero deleitosa.
“Third Invisibility” regresa a esa calidad de grabación distintivamente menos cuidada del primer corte. Pero en esta ocasión la direccionalidad de la pieza es dinámica y vigorosa, además de repleta del inquietante susurro de filosas láminas siendo raspadas y arrastradas entre una caótica marea de distorsión. Una vista claramente contraria a la presentada en la más extensa y final “Fourth Invisibility.”
Esta última parte procede con los mismos artilugios que dieron sentido a la segunda; es decir, un énfasis en sostener oscuras mareas en una lenta escalada de distorsión. Estas mareas entonces harán las veces de contención y –por momentos también- de complemento a los cuasi anárquicos designios de un sintetizador llevado al borde.
El seguimiento de este corte es mucho menos lineal; basado en marcos sonoros tanto más flexibles, este tema sigue una constante subversión de patrones y formas como su lógica. Difícilmente puede establecerse una descripción de los mutantes patrones de ruido y síntesis que pueblan estas enrarecidas corrientes; son de formas tan obtusas que sería imposible sugerir que buscan adecuarse a una forma distintivamente regular. Juntas conducen a una vertiente del noise, relativamente menos espástica y estridente que el harsh noise clásico y no tan necesariamente abisal como el actual. Se trata de un lugar interesante, sin duda.
Neil Jendon, en apenas cuatro cortes, sostiene sin atisbos una exploración exhaustiva sus capacidades. Si bien sus medios son limitados –parece ser que se trata apenas de un sintetizador y unos cuantos efectos-, mediante una bien coordinada distribución logra crear bien concatenadas cadenas sónicas, sin perder, aún así, el encanto del lirismo. (S.S.)
2 comments:
Thank you very much for the favorable review. What a great surprise.
I will keep you posted of any future releases.
-Neil
Neil,
no need to thank. It's a great release! Do keep me posted on your future releases please.
all the best
-s
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