Loopool - Arrogance Is Bliss (Hipster Death, s/n, 2010)
Con su inconfundible aura de extrañeza, Loopool vuelve a aparecer en estas páginas virtuales gracias a una nueva producción en la también nueva disquera de su artífice, Jean Paul Garnier, bautizada con el provocativo nombre de Hipster Death. "Arrogance Is Bliss" es una breve muestra de la peculiar identidad de este proyecto: diez temas que se sienten de una inusual forma como canciones, paradójicamente preñados de una claridad estructural plena y una alucinante extrañeza.
"Wickedness," la abridora, se siente perfectamente industrial, oscura, con el spoken word de Garnier oscilando con perfecta regularidad a través de los caudales de oscuros sonidos sintéticos que la conforman. Algunos otros momentos de este minialbúm están cubiertos por la incierta y ensoñada visión de Loopool, conjugada a través de esa combinación de vocales fantasmales y turbios crisoles atmosféricos: "For Whatever Reason" y "Send More Waves" con sus etéreas voces femeninas chocando de lleno contra una serie de proyecciones proto-industriales; "Suffer Proper" y "Where Is the Future" con sus devaneos entre monotonía y cacofonía y la confusa, casi compulsiva, reiteración de vocales a través de efectos.
Pero sin duda los que se pelean la corona en este freak show de temas bizarros son la enferma "Arrogance Is Bliss - A Million," en la cual el crooning como recién prófugo de algún episodio de Twin Peaks hace juego a un collage de voces e interferencia, y "Somebody," en la cual parece que Martin L. Gore se apodera del alma del albúm con una sentimental balada acompañada al piano -no es broma-.
Los temas incluídos en "Arrogance Is Bliss" son fuertes y denotan una clara vocación compositiva: ¿qué mejor muestra que el ya mencionado "Wickedness" o el tema que cierra el álbum, "Melting on Black Pavement," con su pesadez industrial primordial y su electrónica enferma, coilesca? Pero quizás el mayor mérito a evidenciarse en este trabajo no sea éste, sino la integridad del proyecto, obviada en un deseo por satisfacer visiones y convicciones personales más allá de meramente buscar complacer a un cierto público. Tras experimentar estos -quizás demasiado breves- temas, queda claro que la visión de Garnier es, curiosamente, mezcla de extrañeza y simplicidad formal y ciertamente única. (S.S.)
Con su inconfundible aura de extrañeza, Loopool vuelve a aparecer en estas páginas virtuales gracias a una nueva producción en la también nueva disquera de su artífice, Jean Paul Garnier, bautizada con el provocativo nombre de Hipster Death. "Arrogance Is Bliss" es una breve muestra de la peculiar identidad de este proyecto: diez temas que se sienten de una inusual forma como canciones, paradójicamente preñados de una claridad estructural plena y una alucinante extrañeza.
"Wickedness," la abridora, se siente perfectamente industrial, oscura, con el spoken word de Garnier oscilando con perfecta regularidad a través de los caudales de oscuros sonidos sintéticos que la conforman. Algunos otros momentos de este minialbúm están cubiertos por la incierta y ensoñada visión de Loopool, conjugada a través de esa combinación de vocales fantasmales y turbios crisoles atmosféricos: "For Whatever Reason" y "Send More Waves" con sus etéreas voces femeninas chocando de lleno contra una serie de proyecciones proto-industriales; "Suffer Proper" y "Where Is the Future" con sus devaneos entre monotonía y cacofonía y la confusa, casi compulsiva, reiteración de vocales a través de efectos.
Pero sin duda los que se pelean la corona en este freak show de temas bizarros son la enferma "Arrogance Is Bliss - A Million," en la cual el crooning como recién prófugo de algún episodio de Twin Peaks hace juego a un collage de voces e interferencia, y "Somebody," en la cual parece que Martin L. Gore se apodera del alma del albúm con una sentimental balada acompañada al piano -no es broma-.
Los temas incluídos en "Arrogance Is Bliss" son fuertes y denotan una clara vocación compositiva: ¿qué mejor muestra que el ya mencionado "Wickedness" o el tema que cierra el álbum, "Melting on Black Pavement," con su pesadez industrial primordial y su electrónica enferma, coilesca? Pero quizás el mayor mérito a evidenciarse en este trabajo no sea éste, sino la integridad del proyecto, obviada en un deseo por satisfacer visiones y convicciones personales más allá de meramente buscar complacer a un cierto público. Tras experimentar estos -quizás demasiado breves- temas, queda claro que la visión de Garnier es, curiosamente, mezcla de extrañeza y simplicidad formal y ciertamente única. (S.S.)
No comments:
Post a Comment