Sunday, December 31, 2006



The Noisettes - Inevitability (Sycophanticide, 2006)

Apenas me dí cuenta de que había caído en "esa" especie de sopor ante lo que sonaba, me pregunté qué era lo que estaba escuchando. Así sin advertirlo, el hipnótico vuelo de las primera piezas de "Inevitability" me habían capturado. La pieza en cuestión, "Two Rooms" se extiende por poco más de cuatro minutos en una variante de jam post-rocker en su circular vórtice, con una línea de bajo discreta, sencilla pero muy efectiva y un muy detallado debraye en guitarras, todo adornado por una baja fidelidad que da la impresión de estar envolviendo el giseo del transfer de un místico, oscuro lp o cassette, más que el cerrado correr de un cdr. Tracks como éste, "Stamptly Accner" o "Furbruder" recuerdan algo de los primeros trabajos de Windsor for the Derby, ocultando belleza en los elegantes remates discretamente ocultos en cada órbita. Por su parte, temas como "Greenpoint2.2" o "Breakfast in Bed" cortan con el ensueño orgánico y retoman la obsesión de los tiempos actuales por la compulsiva limitante de la variación ante los embrujos de los loops deformados. Y la final "Rhisome Soup" deja ver en un apunte shoegazer la naturaleza incorpórea de las creaciones de The Noisettes.
De cierto modo, a pesar de que cada pieza de "Inevitability" tiene más de viñeta que de pieza en la secuencia de un álbum, cada una de estas escuetas y puntuales unidades posee una intangibilidad, un aire de ensueño tan propio que dota a la totalidad del disco, a su vez, de un gran halo de profundo misterio. Un disco inexplicable, humilde y encantador para soñar despierto. (S.S.)


Fe-Mail & Carlos Giffoni - Northern Stains (Important Records, Imprec112, 2006)

Del noise a la abstracción y de regreso, las chicas de Fe-Mail han ido explorando un enorme espacio de experimentación como dúo en sólo unos cuantos años y siempre mostrando una predilección por las constantes colaboraciones, habiendo trabajado con el demonio noruego Lasse Marhaug e interpretando algunos furiosos jams con Aaron Dilloway en su más reciente gira nortamericana. Su nuevo trabajo es también una colaboración, otra vez con un maestro del trabajo sonoro brutal, Carlos Giffoni.
Optando nuevamente por tomar el frenesí del noise por aliado, este trabajo coquetea con el ruido, lo absorbe y luego lo abandona en aras claras de formar una estructura, por abstracta que ésta sea, y luego hacerla nuevamente colapsarse. Por si esto fuera poco, la adición de Gifonni hace que las dinámicas de "Northern Stains" parezcan episodios de intensa esquizofrenia. Loops que apenas varían en tonos se ven constantemente transgredidos por exabruptos de frecuencias altas y las típicas deformaciones a las que Maja Ratjke acostumbra someter su voz. Por momentos, la hostilidad logra imponerse, como hacia el final de "Come, You Are", y la circuitería de Giffoni choca con los enjambres digitales conjurados por Hilde Tafjord. Otras veces, el delirio es simplemente dejado sin cadenas. En "Daymare Blues", por ejemplo, el collage aural llega a sus grados más extremos en forma de frenéticas carreras de voces en desorden, llevadas a velocidades inhumanas y que sólo se detienen para caer en los desvaríos alucinógenos de los espacios demasiado abiertos. "Northern Stains" es pura psicodelia noisera; tomando el gis de la estática como background, el juego de voces de Ratjke se planta en el primer plano con una serie de manipulaciones tonales y retoques que terminan por llevarla hasta la desintegración absoluta.
Con "Northern Stains", Fe-Mail vuelven a ofrecen otro trabajo lleno de intensidad aunque bastante alejado de los interesantes aspectos que habían venido explorando en tiempos recientes con trabajos como "Voloptuous Vultures" o "Blixter Toad".En este nuevo trabajo, el uso de ambientes y la experimentación acústica desaparecen casi totalmente para dar lugar a un ataque mucho más físico y visceral. "Northern Stains", como aquel "All Men Are Pigs", es un disco que va directo contra tus nervios y que transmina con fuerza una intensa sensación de incomodidad. (S.S.)

Saturday, December 30, 2006



Sunn O))) & Boris - Altar (Southern Lord, 2006)

Tras escuchar un par de discos de los maestros del drone metálico-infernal Sunn O))) y de los freaks psicodélicos japoneses Boris nada podría haberme parecido más extraño que encontrar que su colaboración se alejara a tal grado de los sonidos que les caracterizan. Obviamente "Altar" no es un disco que acabe con las premisas; en él pueden encontrarse tanto elementos atmósfericos alternando con bien tejidos drones (como en el caso de la oscura y amenazante "N.L.T." o de la enorme "Blood Swamp" -con una sorpresiva colaboración de Kim Thayil en aullante/electrizante guitarra), como la brutal monotonalidad de los monolítos sonoros tan característicos de Sunn O))) (como en el caso de la abridora "Etna"). Sin embargo, lo que impresiona realmente de esta colaboración no es el obvio poder que estos dos mastodontes sónicos pueden conjurar, sino esos momentos como "Sinking Belle" donde el fragor y la armonía, así como la dinámica acompasada se apoderan del lugar. En dicha pieza, los músicos llegan al "extremo" de invitar a Jess Sykes para ofrecer sus bellas, ligeramente ríspidas vocales a una canción de aires nostálgicos que rayan por momentos en lo pastoral. En un tenor parecido, "Fried Eagle Mind" es una atípica pieza de psicodelía que apunta lejanamente al kraut más pesado, con una contundencia perfecta en un debraye casi-sinfónico.
Si bien "Altar" dificilmente posee algún tipo de continuidad, cada una de sus piezas funge como un microcosmos suficientemente consistente para permitirnos deglutir toda esa sustancia aural sin prestarle demasiada atención a su predecesora. Finalmente, el mayor mérito de esta reunión es haber sacado a sus participantes de cualquier tipo de paroxismo creativo, haciéndoles forjar algo que supera sus esferas habituales. (S.S.)

Wednesday, December 20, 2006

Skullflower - Tribulation (Crucial Blast, CBR55, 2006)

El trío de Matthew Bower, Stuart Dennison y Neil Campbell regresa a cimentar su retorno con "Tribulation", un nuevo cd con más de una hora de vibrantes drones mutantes, ruido, acero, óxido y veneno destilados en sonido. Cómo bien sabrá quien ya les haya escuchado, presenciar un disco de Skullflower es alternativamente como estar frente a un macizo e inescalable muro de sonido sólido o envuelto en una infatigable cascada de agua cristalina. Su sonido es pasmoso e imposible de sortear. Te consume, a tí y a tu atención. Tus sentidos se nublan. Las palabras se olvidan. Entras en trance.
Cada una de las piezas es una madeja desentrañable de ruido en constante expansión. Las involuciones de cada instante brotan como flores una sobre otra sobre otra. "Saragossa" es pura droga, pura ofuscación, cáncer sónico, un universo colapsándose. "Dying Venice" es anti-metal, anti-noise, anti-drone. Una dinámica que se contiene dentro de sí misma hasta sus últimas consecuencias. Todo lo iniciado para sólo ser destruido. Pestilencia engendrada.
Dentro y a través de cada uno de sus cortes, "Tribulation" brinda la posibilidad de un vuelo imaginario hacia lo más profundo de nuestros paisajes internos, hacia la tierra donde las emociones y las sensaciones rescatan su inmanente pureza, nada es bello sin poseer fealdad, nada es doloroso sin brindar, al menos en sus agónicas remembranzas, placer.
Pocas bandas y pocos discos tienen capacidades relativamente similares en cuanto a capturar al escucha y provocarle tan intensas y dispares sensaciones. Una gema en bruto. (S.S.)

Sunday, December 10, 2006



Son of None - Doldrum (Sycophanticide, Sycophanticide#14, 2006)

Es difícil ver en estos días a un artista o banda dedicar todos sus esfuerzos a la creación de un álbum de drone como aquellos que caracterizaron en sus días a Organum, o a Mirror; es decir, un álbum que explore en complitud un sonido sin importar cuanto tiempo tome. Las razones pueden ser muchas, pero el hecho es que el sonido de una banda que desee dedicarse a dicha tarea debe compensar la falta de rítmica, melodía y dimensión en sentidos regulares que produce el drone lo suficiente para caracterizarse como una entidad -y no como un monótono y repetitivo panal- y para resultar dinámico y atractivo a los escuchas. Pelt y My Cat Is an Alien son ejemplos recientes de como el drone puede adecuarse a los tiempos y como los sonidos no deben estar eternamente subscritos a las mismas variables.
Son of None hacen lo propio en este sentido. A pesar de trabajar mayormente con electrónica, este dueto no pierde cualidades orgánicas gracias a su constante trabajo en frecuencias bajas y la paciente inserción que hacen de las piezas que forman el total de su esquema. Retomando aquel pesadillesco vuelco cíclico que caracteriza a los trabajos de principios de los noventa de Hafler Trio y a los drones de Nurse With Wound, Son of None precipita todo su peso sonoro hacia algún lado, le inflama, le deja caer al vacío y luego le destruye por instantes sólo para invocarle una vez más y repetir el proceso en intervalos lo suficientemente largos para ser ignorados a simple vista. Afortunadamente, el dueto no se queda únicamente en este ya un tanto común cierre de ciclos e inserta constantemente nuevos y más complejos elementos, percusiones paneadas, loops y delays variando velocidades.
Con un sonido nocturno, cercano al "Everything Keeps Dissolving" de Coil, Son of None ofrecen con "Doldrum" un trabajo exhaustivo, completo y disfrutable de drone, que no deja de citar a sus influencias pero que tampoco deja de ofrecer algo muy propio. (S.S.)

Saturday, December 09, 2006



Bloodyminded - Magnetism (Bloodlust!, B!057, 2006)

Imagina que William Bennett y Michael Gira se hubiesen encontrado en 1984 y que de esa reunión hubiera salido una deforme, animalesca, brutal mezcla de los aspectos más salvajes de Swans y Whitehouse y tendrías, aproximadamente, algo similar a "Magnetism". Provocando feedback incontrolable en micrófonos, forjando oleadas de caos en graves oscilaciones y, sobre todo, gritando y gruñendo y encimando, manipulando, deformando, amplificando y disecando cada partícula de sonido que flotase a su alrededor, Bloodyminded han logrado grabar uno de los discos más estresantes y violentos en mucho tiempo. A través de quince temas cuyos títulos hacen referencia a episodios extremos y personales que van de lo retorcidamente cómico -"Shotghun held to face by severely crosseyed addict while attempting to physically remove girlfriend from know drug house"- a la directa mala vibra -"Girlfriend attempts to explain schizophrenic episode by revealing childhood sexual abuse"-, la banda da muestra de lo que es catársis a partir de una nueva forma de shock rock, con intensas regresiones en vez de canciones, gritos que van del dolor a la furia en vez de vocales, zumbidos en vez de melodías y cólera y neurosis en vez de virtusismo o romanticismo. Absolutamente brutal, intensa y dolorosa pornografía aural. (S.S.)

Friday, December 08, 2006

Syphilis Sauna - From Initial Infection to Eventual Deterioration (Sycophanticide, Sycophanticide 015, 2006)

Sycophanticide ofrece con “From Initial Infection to Eventual Deterioration” un cdr que recopila en 14 cortes algo del mejor trabajo de Syphilis Sauna, proyecto solista de Patrick Urn. La variedad del trabajo aquí compilado no deja observar un centro muy estable del cual partir, más bien exhibe a un músico cuyo recurso mejor empleado es la programación y cuyo interés es constantemente fluctuante, muy a la manera de lo que evidencia el trabajo del propio Garnier en Loopool. De hecho, como si fuese otro rasgo en común que poseen las bandas cuyos trabajos se unen bajo esta rúbrica, existe una concreción clara en cada uno de los temas, en directa oposición al vehemente nihilismo de las bandas de Michigan. Asimismo, Urn no teme experimentar con elementos de estructuras musicales más bien lineales, dejando lo más radical de su experimentación a dotar cada pieza de matices y detalles.
A primera vista, sin embargo, parecería que esta recopilación no es capaz de cumplir con las expectativas. “From Initial Infection to Eventual Deterioration” inicia de una manera francamente poco interesante. Las dos primeras piezas hacen poco más que ofrecer muy delimitadas versiones de drill n’ bass o de techno con toques industriales dominadas por algún sonido salido de foco: en “Skeeloton” la percusión y en “A-pathetic People”, el paneo de una distorsión.
Afortunadamente, esto dura poco y las piezas, conforme comienza a correr el reloj, parecen ir alcanzando dimensiones mayores y una más consistente libertad estructural.“2 Cultures” parece retomar el torcido vuelo nocturno de Coil en “Love’s Secret Domain” con una suerte de opaca rumba sazonada por una indescifrable voz en segundo plano asfixiada en flangers y paneos de borboteantes chispas electrónicas. Tras un notorio corte, Syphilis Sauna retoma la pieza pero ahora ajustándose a las bases rítmicas de la electrónica de los noventas, aunque ahora operadas desde un enfoque actual; es decir, con medios de programación mucho más precisos, efectos mucho mejor operados y dinámicas mucho más constantes, sonidos más notoriamente altisonantes que no se diluyen ante lo agachón de lo bailable y todo sin necesariamente perder un esquema razonablemente claro. “SOTTJOYH” muestra una electrónica un tanto más post-rocker, con una obvia línea kraut, en una larga elaboración que con un poco más de pulido podría fácilmente confundirse con algo de To Rococo Rot o de Boards of Canada. Otras instancias como “Quib Spoon Ride”, “Trouble with the Mammals” o “Hhallway” parecen ofrecer una mezcla indiscriminada de los elementos que componen el background de este artista, con evoluciones que atan instantes dispersos de noise con toques ambientales, samplers, cajas de ritmo tecnosas y hasta algo de glitch. Incluso Syphilis Sauna se atreve con una versión –bastante interesante y, desgraciadamente, aparentemente sin crédito- del “My Sister” de los Tindersticks, aquí llamada “Orange Mitten”.
Syphilis Sauna es la encarnación de la peor pesadilla de los negociantes y saqueadores de la música, un artista de esos que poseen medios creativos y físicos suficientes –de los que afortunadamente cada vez más proliferan- para forjar un trabajo convincente y rotundo que no requiere ajustarse a ningún género, sonido o mundillo. (S.S.)

Quintana Roo/Warmth - Runes Translucent (Not Not Fun, NNF059, 2006)

De la avalancha de splits que han venido apareciendo recientemente, uno de los nombres que más constantemente se maneja es el de la banda Quintana Roo. Hace poco también tiraron otro lado para la misma disquera, en esa ocasión al anverso de los grandes Family Underground. La presente es una cinta que es presentada en un estuche extra largo de plástico, como los de Callow God pero en versión individual, y acompañado de una notilla con créditos y un misterioso negativo.
Esta banda, Quintana Roo parece confirmar que esta década es una extensión de los setenta. Integrándose a esta nueva psicodelia -que parece cada vez alejarse más de su otro origen, el noise- caracterizada por bandas como Mouthus, Loosers, Religious Knives o Family Undergound, esta banda apuesta por un sonido mucho más orgánico, ofreciendo sus descargas mayormente a partir de instrumentos normales, pero distorsionados y deformados ferozmente por efectos. El principio de su participación parece una nueva versión de la entrada del "A Saucerful of Secrets" en vivo incluída en "Ummaguma", con la banda quedándose en el flujo de la rítmica lenta y constante que se desvanece paulatinamente, sólo para dejarnos ante una serie de certeros ataques a guitarras y un droning cuyo origen parecen ser atrofiadas vocales. Como nota curiosa, "Black Dreaming Place" fue grabada en el desierto de Anza Borrego.
Del otro lado encontramos una nueva evocación a cargo de la magnífica dupla de Branden Diven y Steev Thompson, Warmth, llamada "Sharing Antique Mothers". Como podría esperarse de estos dos experimentados músicos, la gama sonora que cubren no es nada estrecha, pero sí bien delineada. Metidos en los drones que dominan y conocen tan bien, Diven y Thompson experimentan más con texturas y ambientes que con notas y elementos musicales. Por momentos, llegan a la grandilocuencia propia de bandas progres sólo para dejarse caer hacia un nuevo abismo droner. Tras un precioso inicio, similar a algunas de las atmósferas que Badalamenti dio a Julee Still, la dupla opta por la disonancia y luego por vibrantes inundaciones a la Maurizio Bianchi circa "Armaghedon".
Un tape muy interesante con un par de bandas que seguiran dando de que hablar en el futuro inmediato, que además está muy bien presentado. En este año, Not Not Fun se han ido caracterizando como una de las disqueras más interesantes del underground. Ediciones como ésta muestran la variedad sonora que están dispuestos a reunir, además, ofreciendo empaques interesantes y suficiente tiempo en formato para dejar que las bandas se explayen. Mientras las grandes disqueras del underground parecen estar absortos editando cada pequeña sesión que alguno de sus mil proyectos ofrecen, parecen no observar hasta que grado su calidad ha decaído. Disqueras como ésta no tardarán mucho en ganarles en su propio juego. (S.S.)

Saturday, November 11, 2006


Raionbashi – Kollekte (Hanson Records, HN136, 2006)

No es común que una disquera como Hanson eche toda su carne al asador con un solo título. “Kollekte”, el nuevo lp de Raionbashi para la disquera de Aaron Dilloway parece tener con que sustentar dicho honor. El proyecto de este alemán, en armonía con otros trabajos de Hanson, es tan literalmente físico como un golpe. Partiendo apenas de samples y otras cuantas vivisecciones, Raionbashi arma un rompecabezas de oscuro sinsentido en el cual, sin embargo, las piezas ajustan perfectamente.
Siguiendo las oscuras tradiciones de Nurse With Wound y Whitehouse, Raionbashi toma una serie de samples y los extraña hacia los grados más impensables de su realidad. Gruñidos de perros, sonidos de fisiologías humanas, quebrantos de estática y balidos se entrecruzan con las agresiones de efectos saturados, cantos tiroleses y micrófonos de contacto arrástrandose sobre ríspidas superficies. A veces, la naturaleza de toda esta violencia parece perseguir un fin altamente artístico, de una complejidad enorme, como si su autor quisiera comunicar algo que superara los lenguajes musicales. Otras, las intenciones parecen caer postradas ante simple y llana gratuidad, en un abismo de liberación. En cualquiera de los casos, el control ejercido por Raionbashi, sobreponiendo, cortando, paneando, violando y bifurcando sonidos en frenesí, es impactante y sus conjuros, sórdidos y hasta aterradores.
Como todos los lps de Hanson desde los del Snake Charmer, “Kollekte” viene en una funda en papel de lujo, con serigrafía negra y un acabado perfecto en toda su austeridad. Junto a Jon Borges de Pedestrian Deposit o al mísmisimo Dilloway, Raionbashi se perfila con este gran trabajo como uno de los más complejos -incluso virtuosos- performers de noise. (S.S.)
Heather Leigh - Jailhouse Rock (Fag Tapes, FT080, 2006)

Para "Jailhouse Rock", su cuarta entrega solista, Heather Leigh se ha puesto a tono con la desfachatada y hostil rúbrica de las Fag Tapes, ofreciendo un trabajo un poco más terroso que lo usual, pero de una calidad bastante sorprendente. Las épocas en que Heather formó parte de los legendarios Charalambides ya parecen lejanas; el sonido que esta artista ha comenzado a desarrollar dista ya mucho del limpio y sublimado quebranto que practicó con Cristina Carter en aquel famoso trío o en Scorces. De hecho, los sonidos conjurados en esta cinta ya parecen ser demasíado complejos para haber sido producidos por una sola persona. Parece ser que Leigh finalmente ha encontrado su elemento.
El inicio del primer lado de "Jailhouse Rock" probablemente no confirme lo que aquí he escrito. Heather aquí emplea su clásico y acompasado cresendo, el cual culmina con los usuales llantos de banshee que caracterizan muchos de sus trabajos. Sin embargo, tras algunos minutos, Leigh comienza a construir a base de densísimas capas de delay una enorme nube de drone, alimentada por la sobreposición de fragmento sobre fragmento de cada nota que emitió con su lap-steel y sus distorsionadas y altísimas vocales. Con todo, este lado no se encuentra tan lejano de las habituales entregas de Leigh.
El lado b ofrece un contraste tajante, con un track que pareciera arrancado de alguno de los soundtracks que Popol Vuh hiciera para las películas de Werner Herzog. De belleza lenta y meditativa y de un fluir casi propiamente pastoral la pieza corre melodiosa hasta toparse con la encarnada revuelta implícita en el trabajo de Heather. Mediante una serie de disonancias formuladas a partir del ultrajado sonido de su lap-steel, Leigh deshace la añoranza y el ensueño y forja una marejada de disonancias que hace que cada uno de sus cauces choque con el otro. Para llevar todo un poco más lejos, la voz de la ex-Charalambides se deja ir con su furia de banshee para volar entre los torbellinos en una atmósfera que por mucho ha dejado la tierra y que parece estar haciendo volar los objetos en las habitaciones. Hacia apenas unos cuantos minutos, Heather ha llevado el caos tan lejos que el resultado es un ciclón tan intenso que pareciera provocado por los mismos Double Leopards en un drone gutural, pesado y sumamente volátil.
Heather con cada nueva entrega parece llegar más lejos en cuanto al control que demuestra en su forma de tocar, de hacer subir o bajar el tono de la pieza y en cuanto a la organización de la misma. "Jailhouse Rock" se siente tanto más como una serie de exploraciones narcóticas a través de paisajes mentales vastos y diversos; un álbum pleno que, de cierto modo, inaugura una nueva, más puntual y cuidada -y también más demandante- trayectoria en el complejo sendero de esta gran artista. (S.S.)

Tuesday, November 07, 2006

Jessica Rylan - Lush Life (irfp, irfp14, 2006)

Jessica Rylan es una de las artistas más interesantes hoy en día. Se trata de una mujer con una apariencia totalmente diferente a la de la mayoría de los y las adictos al noise, pero que es capaz de conjurar los más intensos e intrincados juegos de circuitería. Ayuda a entender señalar que es ella misma quien se dedica a hacer sus propios sintetizadores y juguetes sonoros. Una verdadera excéntrica de una personalidad única y una originalidad notable, esta mujer seguirá mostrando más de sus capacidades por medio de una serpenteante y -ya casi- enorme discografía.
En esta ocasión, Rylan presenta el cassette "Lush Life" en irfp, su propia disquera, la cual además pronto comenzará a editar material de otras bandas. "Lush Life" es un cassette de dos piezas. La primera, llamada "cf was taking a nap", es una suerte de trabajo intimista, con Rylan trabajando a muy bajo volúmen y empleando frecuencias bajas. La pieza está casi totalmente conformada por variaciones en tiempos de reverberación. Lo que resta son pequeñas atmósferas de ruido filtrado en una suerte de fluctuación y el cambio a ondas sinoidales muy cerradas, produciendo sonidos de tintes acuáticos. En general, no hay nada de dramatismo ni furia, sino una demostración muy concienzuda de como hacer una pieza contenida y escueta.
El segundo track es un poco más interesante. En éste, Rylan emplea su sintetizador como una suerte de vocoder, deformando su voz. Con base en esta manipulación, se recrean situaciones de variaciones tanto más extremas, con ciclos que se cierran hasta convertirse en repiques y subidas de saturación violentamente ofuscadas. De cierta forma, esta segunda pieza -"dayligh wasting time", remite aún más a aquel manifiesto de los Rupenus que proponía hacer sinfonías con maquinas de escribir, puesto que la manera en que Rylan retoma su quehacer musical es precisamente así, antimusical. No existe elemento tonal o rítmico alguno en todo "Lush Life"; puro ruido, experimental, divergente, lejano al acartonamiento, pero, innegablemente, ruido. (S.S.)

Sunday, October 22, 2006



Current 93 - How I Devoured the Apocalypse Balloon (Durtro/Jnana, Jnana 2004, 2006)

Como preámbulo al proceso de formación de la nueva alineación de Current 93 y a la inminente grabación del nuevo disco, Durtro/Jnana, disquera de Mark Logan, se dió a la tarea de editar una serie de piezas de coleccionismo bajo la aún incierta rúbrica de Current 93. Entre ellas se cuentan un siete pulgadas que ofrece una decepcionante versión en vivo de "Black Flowers, Please" y un cd en formato de single grabado junto a Simon Finn. Quizás el objeto que más sea de interés sea éste, un cd doble llamado "How I Devoured the Apocalypse Balloon" que registra una selección de aquellas emblématicas noches en Toronto que fueron a convertirse, inadvertidamente, en la reinvención de la banda. A pesar de que en los créditos Finn y Ben Chasny aparecen como parte de Current 93, su función en esas noches fue meramente de abrir sus conciertos y de acompañar, en el caso de Finn, el palomazo ("Jerusalem"). Sin embargo, por razones no muy claras, ni aquella fantástica colaboración, ni otras joyas interpretadas durante las noches, como "Beausoleil", "Lucifer Over London" o "Europa (the Gates of Heaven)" fueron incluídas en el resultado final.
Lo que queda es una bastante pareja revisión del catálogo reciente de Current 93, con constantes paradas en "Soft Black Stars" y "Sleep Has his House", así como en algunas ya clásicas interpretaciones en vivo, como "Earth Covers Earth", "All the World Makes Great Blood", "Mary Waits in Silence", "Long Satan and Babylon" o "The Blue Gates of Death". Sin embargo, la mayor parte del material presenta la faceta más dramática de Tibet mostrada durante los conciertos, y deja de lado la más festiva atmósfera de las piezas excluídas. Asimismo, Current 93 en esos momentos tenía una alineación bastante limitada con John Contreras, Michael Cashmore y Graham Jeffery cubriendo el paquetote que otras alineaciones del grupo habían dejado. Comparado con otros discos en vivo de la banda como "All Dolled Up, Like Jesus Christ" o, especialmente, el ignorado y excelente "Cats Drunk on Copper", este disco doble adolece. En cualquier caso, podría funcionar como un buen registro de este lapso intermedio y, sin duda, vale la pena escucharle; sobra decir que es material sólo para fans. (S.S.)

Saturday, October 21, 2006



Current 93 - Black Ships Ate the Sky (Durtro/Jnana, Jnana 2112, 2006)

David Tibet ha sido una de las figuras más controvertidas del underground por ya algo de tiempo. Al frente de Current 93, ha ofrecido material que va del industrial más oscuro y bizarro hasta exploraciones acústicas que buscarían revitalizar la corriente del folk inglés de los sesentas. Sobra decir que el trabajo de un espíritu tan constantemente cambiante no es usualmente fácil de saborear. Para muchos, Current 93 es un gusto adquirido. Para otros tantos, no es sino superficial. Para otros tantos mera basura. "Ámalo u ódialo" parecen ser las únicas posibilidades.
En tiempos recientes Tibet ha editado algo de su material más radical, tomando en cuenta las expectativas que sus trabajos usualmente generan. Los dos álbumes de estudio más cercanos, "Sleep Has his House" -un tributo a su recientemente difunto padre- y "Soft Black Stars" -un trabajo prácticamente totalmente centrado en el piano y lleno de oscuras baladas- ya habían sido suficientemente polémicos, este último costándole, de hecho, buena parte de su fanbase. Y así, con los precedentes que ofrecen una buena cantidad de conciertos y una realineación de los participantes en el proyecto, Tibet regresa con mucho ruido a presentar su nuevo "Black Ships Ate the Sky", con la impactante inclusión del mismísimo Ben Chasny, Six Organs of Admittance, en la alineación formal de la banda.
Casualmente, la sorprendente lejanía de estilos de Chasny con respecto a la música de Current 93 ofrece una inesperada vuelta al sonido de trabajos anteriores, tales como los clásicos "All the Pretty Little Horses" y la obra maestra "Thunder Perfect Mind", siendo más claramente orientado a las guitarras y al lirismo alucinógeno de aquellos discos. Las propias letras de Tibet, aparentemente imbuídas en toda la barbaríe del presente, han regresado a los delirios (¿súplicas?) de un apocalipsis inminente, permitiendo al cantante alejarse bastante de aquella extensa exploración de sus demonios personales para analizar, con toda su imaginería y su hermético simbolismo, estos frenéticos, brutales tiempos.
Las alusiones que el cantante hace a un "Caesar" que debe ser muerto, a un autista "Imperium" que es nada, cuyo entero sentido pende del plástico y la vacuidad, se convierten en una frenética perorata que comienza con tonos mesurados y culmina con furiosas eyaculaciones, hipérboles sacadas de proporción y gritos entrecortados. Éste es un Tibet en la cima de su teatralidad, vigoroso y claramente libre, respaldado por un conjunto de instrumentistas excelentes -tanto en estudio como en directo.
La línea conductora que siempre ha ofrecido Cashmore a Current 93, desde su entrada con "Thunder Perfect Mind", no se ve en lo más mínimo disminuída por la llegada de Chasny. Las sobradas capacidades de ambos músicos, convierten a las piezas en intrincados juegos melódicos tanto más capaces de ofrecer dinamismo. Cashmore pierde un poco su usual constancia tonal, la cual pudiera dejar en ciertos temas de trabajos pasados trazas de cacofonía. A su vez Chasny obtiene algo de templanza, olvidando el añorado desgarbo que usualmente le ofrecen sus grabaciones como Six Organs of Admittance.
Asimismo, el trabajo del cellista John Contreras ofrece una profundidad enorme a la austeridad de las muchas piezas acústicas. En algunas otras, como la rabiosa "Black Ships Seen Last Year South of Heaven" o la profunda "(Babylon Destroyer)", el trabajo de los músicos se ve ampliado por el trabajo de manipulación sonora del eterno comparsa de Tibet, Steven Stapleton.
En general, el trabajo posee una cohesión similar a la de algunos de los álbumes ya antes mencionados con el gran aliciente de un sonido constantemente dinámico. Tenía miedo de ver cuál sería el resultado de tener diez versiones distintas de una misma canción en un sólo disco; me parece que mi temor era obviamente compartido por muchos de los miembros de la mailing list de Current 93. Sin embargo, la brillante lista de invitados que prestan voz y estilo a "Idumaea" en cada una de sus encarnaciones es cercana a la perfección, comenzando por la delineada e inspirada versión a cargo de Marc Almond y la paralizante y emocional de la entrega de Bonnie "Prince" Billy hasta llegar a la compleja sobreposición vocal de Anthony y a la ensoñación en voz de Andria Degens, Pantaleimon. En fin, no habría espacio para detallar cada una de estas grandes participaciones. A un grado impensable en años, el futuro de Current 93 se vislumbra abierto y lleno de posibilidades. Quizás incluso demasiadas para algunos fans; ya muchos han renegado del trabajo que el grupo ha prensado junto a los stoners de Om para Neurot. Habrá que escuchar. (S. S.)

Thursday, October 05, 2006

Twig Harper - The Hitcher (AA Records, s/n, 2006)

Con "The Hitcher", Twig Harper, conocido como parte de los pioneros noisetas de Nautical Almanac, muestra facetas desconocidas de su trabajo. En esta cinta, Harper devela conjugaciones sonoras basadas primordialmente en el drone caústico. Su cara más grotesca la deja para luego, optando en esta ocasión por un lado un poco más tenue, aunque igualmente difícil.
Como obvia pensarse, el trabajo droner de Twig no es apacible en lo más mínimo. En el lado A, de hecho, el zumbido ácido y lisérgico es súbitamente interrumpido por descargas metálicas y herrumbrosas tanto como por las frugales intromisiones de ondas chocando entre sí. Hacia el final de dicha cara, los violentos ataques se solidifican en una suerte de muro gris que marca la programática salida de la compleja intervención.
En ese sentido, quizás la segunda cara sea la más típicamente contenida, presentando un drone al más puro estilo de bandas como Organum o Hafler Trio, con un zumbido grueso, cavernoso fungiendo como eje a ligeras manipulaciones análogas e inserciones de power electronics. El efecto, sobra decirlo, es intensamente hipnótico y alucinante.
La historia para Harper se está reescribiendo a cada paso. El lamentable incendio que destruyó Tarantula Hill, hervidero del noise americano desde su fundación y, qué decir, su casa, parece haberle brindado nuevos ímpetus a los proyectos de los Almanac, con la estabilización de Heresee, su ya legendaria disquera, y la constante intervención de la comunidad noisera en el mundo en su apoyo. De modo que "Hitcher" es un grato testimonio de este momento de estabilización. (S.S.)

Wednesday, October 04, 2006



Adam Mokan/Will Soderberg/Roxanne Jean Polise(X Died Enroute Y Records, XDEY103, 2006)

Colaboración triple entre estos asociados, constantes nombres en XDEY Records. Como podría esperarse de personajes tan representativos de dicha disquera, las piezas que ofrecen cumplen los estándares de longitud y sonido, formando un trabajo tan claramente representativo de cada uno de sus cualidades sonoras, que bien podría haberse ofrecido separadamente como un trío de cds de tres pulgadas.
El cdr comienza con una pieza de Adam Mokan que procura seguir rutas similares a las de cirujanos aurales como Loopool. Su track es de los que generan un sentido a partir del loop y su manipulación. Si acaso, deja sentirse por momentos una guitarra ofreciendo una serie de notas desperdigadas dando un poco más de dinámica al revolver sobre sí mismos de los cíclicos sampleos, o quizás un efector haciendo brotar más potencia de los sampleos amplificados, pero hasta ahí. Y mientras tanto, entre todos los borbotones sonoros, Mokan cocina una pieza sorprendentemente experimental y compleja que, a pesar de su estructura circular, anula cualquier gustillo a redundancia o simpleza.
Will Soderberg, por su parte, plantea sonidos muy alejados a los que ofrecía en otras entregas más coléricas como "Better Science through Noise" y se va a por la combinación casi aleatoria de elementos. La constante, en cualquier caso, es el uso del delay en los diversos tracks generados, constantemente alternados con momentos de noise; si bien no llevados al extremo, tampoco persistiendo en ser obliterantes. Constantemente bordeando una multitud de estilos, Soderberg genera una pieza inasible que se niega a definirse como atmosférica, glitch o noise.
Por su parte, a Steev Thompson le corresponde ofrecer el cierre del disco con una pieza que comienza, como ha venido sucediendo cada vez más a menudo en el trabajo de RJP, fuertemente orientada por el uso de la guitarra en la creación de atmósferas dinámicas, alternadas con nubarrones de electrónica e incómodos zumbidos en frecuencias altas. Como puede imaginarse el resultado es esa característica inundación sonora en la cual ni un sólo hueco del espacio audible queda vacío. Hacia el final de la pieza el envolvimiento va del drone a la estática pura y torrencial en un ascenso que parece imparable. La más reciente estrategia de Thompson, ésa de escalar en volúmen hasta donde se es posible y de ahí preparar una caída lenta, casi letárgica cual si fuese la secuencia de los sueños, puede aquí estudiarse con calma, a lo largo de doce poderosos minutos. (S.S.)

Tuesday, October 03, 2006


Savage Streets - L.A. Massacre (Tapeworm, TW-20, 2006)

Piezas crueles, lentas, sólidas y férreas forman el sonido contenido en este filoso tape de Savage Streets, "L.A.Massacre". Del mismo modo que otros monolíticos bárbaros como Sword Heaven, Savage Streets ofrecen una improvisación seca y difícil de anticipar, totalmente construida sobre las ruinas de la atonalidad y el martilleo insolemne y mundano. Los resultados van de nebulosas madejas de brumas psicodélicas conjuradas por efectos a punto del colapso a insolentes descargas maquineras, donde la furiosa batería parece querer reafirmar la naturaleza cíclica del ritmo.(S.S.)

Saturday, September 09, 2006



Zäimph - Live Hasselt (Heavy Blossom, s/n, 2006)

Desde mi muy particular óptica, Zäimph es el más abrasivo de los proyectos que se desprenden del cuarteto de los Double Leopards; sus primeras ofertas no eran sino violentas revueltas sonoras que sin piedad dejaban caer todo el peso de sus cacofonías a través de los molidos oídos de sus escuchas. Y todo con base en el taladro que es la guitarra de Marcia Bassett, quien con apenas su lira y un montón de pedales recrea todas estas infernales maniobras y visiones.
Y a pesar de que Zäimph en estos momentos siga siendo uno de los más portentosos proyectos solistas de la escena noisera americana, no cabe duda de que la dirección que Bassett primeramente propuso ha ido, muy lentamente y radicalmente, cambiando. Articulando un poco más, dándole más respiro al escucha, Bassett ha conseguido en 'Live Hasselt' crear un documento más firme y lleno de sustento aunque igualmente pesadillesco.
Así, como intentando imitar el movimiento del mar, Bassett deja correr los veloces cauces de las disonancias de su guitarra en plena saturación hasta forjar tormentas que se convierten en nubarrones o en enjambres de furiosos insectos prehistóricos y que vuelven a ser oleadas de aguas furiosas tras algunos minutos. Bassett divide este show en dos partes, dos paisajes sonoros que equilibran el ruido decadente y mecánico de la distorsión extrema con el delirio de las atmósferas del feedback, teniendo por base siempre un drone consumado que emana como puro líquido precioso. 'Live Hasselt' muestra así como Basssett ha depurado el sonido de Zäimph para ofrecer un cada vez más intenso y profundo cuadro sonoro. (S.S.)


Hototogisu/Burning Star Core - "II" (Heavy Blossom, s/n, 2006)

Magia atmosférica, enormes abismos de cauces brotantes, pesadumbre. Todo provocado por los vaivénes de maquinaria electrónica fuera de control y sus operadores, quienes intentan sólo hundirnos un poco más en las tinieblas. Como parte de la senda discografía de la bestia de dos cabezas, Hototogisu, éste quizás sea su producto más febrílmente cercano a la música eterna. Oleadas de puro drone corren pesadas a través de los insalvables muros de sus restricciones estructurales, apenas por instantes alcanzan a escapar pequeñas chispas de electrónica o notas humanas.
Pero después de toda la densidad, de todo el veneno vertido -hacia los primeros veinte minutos-, el enorme grupo hace crecer el drone todo como si fuese una sola voz, subiendo hacia el infinito en un lamento visceral, paralizante. El resuello de las máquinas.
Este super grupo, la conjunción de Burning Star Core y Hototogisu, reúne perfectamente y hasta exponencialmente las cualidades indivuales de sus integrantes. Aquí hay espacio para todo, para la cuidadosa interpretación de Yeh en violín y para la batería de Tremaine. Su resultado, de vuelos Stockhauseanos, es tan poderoso como los más encumbrados atisbos de Double Leopards, puro drone desprovisto de temporalidad en un alucinante y vertiginoso acercamiento a las estrellas. (S.S.)

Tuesday, August 08, 2006



Zodiac Mountain/Religious Knives (s/n, 2006)
La esperada colaboración entre los psicodélicos líderes de Wooden Wand & the Vanishing Voice –Wooden Wand- y Davenport –Clay Ruby- ha cobrado forma bajo el nombre de Zodiac Mountain, su primera oferta se trata de un split con sus compañeros de ruta, Religious Knives en lo que parece será uno de los tours más lisérgicos del año.
Para este split, Zodiac Mountain sorprenden con ‘I Know You Rider’, tema tradicional y emblemático momento en vivo de The Grateful Dead. En manos de Zodiac Mountain, resulta una sencilla canción que apenas adornan las guitarras eléctricas del dueto y que es interpretada con todo el desgarbo que caracteriza a las voces de estos nuevos complices en una entrañable, distante versión, llena de polvo, con ecos de otros tiempos. Tras los coros, una improvisación de diez minutos, mezcla de folk y psicodelia da cierre a este tema entre los acompasados, pacientes ecos de las carreteras norteamericanas; una canción para los caminos.
Por su parte, Religious Knives vuelven a ofrendar otra de sus ácidas joyas. Persistiendo en la nueva orientación que han dado al proyecto, el ahora trío ha ido abandonando paulatinamente la violencia noisera que les caracterizaba para optar por un rock mesmérico, lleno de los cristalinos sonidos del órgano de Maya Miller y puntualmente guiado por la acompasada batería de Nate y la voz de Mike Bernstein. Por segunda vez en este cdr, la banda en turno parece haber extraído sus presupuestos sónicos de décadas pasadas en un presuroso atisbo a por la intuida gloria de tiempos primordiales. Música intimista, cuidadosa y absolutamente falta de compromisos. No me cansaré nunca de señalar que bien les ha hecho tener a Nate en la banda por cierto. (S.S.)

Wednesday, August 02, 2006


Clams. Marino´s dream. Maim & Disfigure (2006).

18 minutos de angustia, sadismo y tortura, a manos de Clams, trío formado por Spencer Yeh (Burning Star Core), James Ferraro (Skaters) y por algún miembro de Lambsbread no identificado en la escueta referencia de Eclipse. En una ambientación llena de penumbra, el solitario track de Marino’s Dream recorre la difícil senda impuesta por una mínima, lenta y repetitiva línea de bajo, una apenas perceptible percusión, un débil punteo de guitarra desafinada en el fondo. El cuadro se completa con el tétrico violín de Spencer Yeh, que desarrolla la parte solista a lo largo del track; el hilo conductor es una estridente nota de violín, una punzante modulación que sobresale del caos trenzado por la demás instrumentación. Conforme se desarrolla este sombrío tejido, aparece momentáneamente la cámara de ecos y el ritualismo vocal de James Ferraro, dando una expresión aún más fantasmal a la pieza. Ahora el escenario está poblado de seres. Al final de la pista, una resolución, una síntesis con los instrumentos y los ejecutantes en libertad absoluta. (A.M.)


Hassara – Backyard Vol.3. (No Label No Cat. CDR, 2006)

Un arriesgado cruce entre Pink FLoyd y Sunn O))). En este tercer volumen de la serie Backyard, el infatigable James Toth ofrece tres ejercicios magistrales de exploración sónica, que encuentran su punto medio entre la densidad del fuzz y una etérea expresión melódica. Tres improvisaciones de guitarra eléctrica, sin el apoyo de algún otro instrumento. Si los volúmenes uno y dos se remitían al esoterismo y al aislamiento extático respectivamente, este nuevo se orienta hacia la experimentación del horror al vacío; los solos de guitarra, saturados con delay y reverberación, son proyecciones etéreas donde la repetitiva melodía se diluye irremediable ante la omnipresencia del drone de guitarra. El último puente hacia la mundanidad aparece en el segundo track, “Zodiac Blues (w / intro)” un artificial boggie eléctrico, mismo que habrá de constituir el vínculo principal con el trabajo realizado en los volúmenes anteriores de esta serie. (A.M.)

Zodiacs. Gone. (CDR, 2006)

Jam espacial a cargo de Clay Ruby (Davenport), Keith Wood (Hush Arbors, Sunburned Hand of the Man, Six Organs of Admittance) y James Toth (Wooden Wand & the Vanishing Voice), que se traduce en 44 minutos de una espesa neblina psyche-freak. Da inicio con la espléndida “Get Off/Come Together”: uso y abuso de wah-wah y overdrive por parte de la guitarra acidísima de Keith Wood; Wooden Wand, en plan maestro, ejecutando un bajo nutrido y serpenteante en la línea del viejo Grand Funk Railroad, y el punch de Ruby para aporrear bombo y platillos. ”Road Star Blues” es más viajada; tras una larga introducción con teclados, la pieza es conducida por la guitarra de Keith Wood, procesada con delay, y proyectada hacia el infinito. En “Messing Up”, la guitarra de Wood toma un respiro; el argumento musical es simple: pulsar una larguísima escala durante la primera parte de la rola y resolver con acordes sometidos a máxima distorsión. ”Zeke Speaks” es un salto experimental lleno de delirios increpantes. La inclusión de una demencial voz parece arrojar una versión paranoica y aberrante de Patty Waters. Esta vena experimental se prolonga hasta “Ignore The Police”, sólo que con un perfil más hippie; aquí la percusión es dominante, mientras que la línea melódica, disputada entre guitarra, órgano y bajo, queda reducida a su mínima expresión. (A.M.)

Saturday, July 08, 2006


Flatgrey (Rund Down Sun, Run Down Sun 18, 2006)
Flatgrey es un noisero canadiense que, con este cassette, ve su primer trabajo presentado en forma por una disquera. Es impactante que siendo apenas un relativo debut, se note una claridad de ideas y un control tan estrechamente logrados. El primer lado de esta cinta es puro metal fundido con ruido disparado en extremos harsh. Sin embargo, a diferencia de la mayor parte de los que practican este arte, Flatgrey no presenta un trabajo imperantemente caótico ni desordenado. El sentido de estructura y seguimiento que plantea este cuate, a pesar del notorio desborde aural, es pleno y su manera de sazonar sus monolitos férreos con leves muestras de frecuencias subiendo y bajando, y loops de patrones minimales es preciso y directo. Tan sólo los instantes que dan cierre a este primer lado de la cinta, con una tunélica, precipitada caída, valen por todo.
El lado b muestra las usuales estrategias del noise clásico pero ofreciendo una resultante bastante diferente. Con un loop -un bajeo profundo- se alternan descargas de ruido blanco y las persistentes olas de efectos llevados al tope. La sensación de que este lado del cassette nos lleva por una espiral profunda se acrecenta conforme los sonidos van cobrando una forma cada vez más constante. Los sonidos alcalinos del metálico distorsionador guitarrero se dibujan en frenesí y todo se vuelve un estallido de colores, muy parecido a los enormes torbellinos de ruido y pulso de Hototogisu.
Visualmente espectacular, este cassette de Flatgrey es, cuando menos, otra muestra más de la calidad que ofrece la novel Run Down Sun y, decididamente, esperamos con ansias escuchar más de este intenso proyecto. (S.S.)

Tuesday, June 13, 2006


Loosers - Endlosung (Our Mouth Records, Our Mouth Records#6, 2006)

Escuchando 'Endlosung' de Loosers, vienen a mi mente nombres de bandas en tropel. Skullflower, Current 93, Sunburned Hand of the Man, Popol Vuh, Bardo Pond, Swans, Masstishaddhu: todos ellos y muchos más parecen sucederse uno a otro en una cadena sin final aparente. Y eso, en serio, no es -en absoluto- una acusación, todo lo contrario, un dedicado halago. Los estándares a los cuales está banda llega con una improvisación de menos de cuarenta minutos son definitivamente altos y probablemente inalcanzables en estos momentos para las más de las bandas de este lado del Atlántico.
El hecho - y el modo- de emplear una combinación entre guitarras psicodélicas, con fraseos lentos y cuidadosos, una batería escapada de los torbellinos del free-jazz, un cello de vuelos místicos y voces atrapadas en drones como didgeridoos, ofrece a Loosers una infinita galaxia de posibilidades. Y éstas no se van desaprovechadas. La banda va de la firme y detallada exploración de atmósferas al perfecto rock psicodélico de manera rotunda y con resultados eufóricos, poderosos que rayan en la la sustancia misma del éter. Pasmosamente amarrado, delirante y libre, 'Endlosung' es de lo mejor que se hará en este año y no hay mucho más que decir. (S.S.)
Baby Delay - Drips

Baby Delay es el proyecto solista de Sam Gillespie, quien es parte también de Quilts y que con 'Drips' presenta su primer trabajo, ofrecido de modo totalmente independiente. Y con ello no sólo me refiero a una independencia financiera o 'publicitaria', sino a una actitud de total desapego al cuerpo de reglas implícitas en el underground contemporáneo. Baby Delay no es un proyecto de 'noise por pasos' que ofrezca simplemente una serie de jams mal grabados. Gillespie ofrece un disco editado, formado por una serie de piezas cuidadosamente intercaladas que cambian y persisten, en sucesión, de instrumentación, tonos, ambientes, formas y géneros.
No es sorpresa, pues, descubrir que las sesiones de 'Drips' datan de 2004 y que fueran apenas editadas entre 2005 y 2006; la meticulosa manera de intercalar substancias sonoras pertenecientes a registros absolutamente diferentes, obvia creación de un paciente proceso, le hacen un disco indefinible, imposible de clasificar. En un mismo track -como el que da nombre al trabajo, 'Drips'-, Baby Delay ofrece lo mismo drone que electrónica experimental, culminando con una eléctrica descarga de noise cargado de reverberación. En otros, como '5', incluso pueden dejarse sentir leves dejos de tecno flotando alrededor de la pesada ancla de un absurdo, incomprensible drone, al tiempo que las notas comienzan a defomarse para culminar en su desintegración.
Como el propio nombre del proyecto lo indica, Baby Delay ofrece una interpretación ensoñada de ambientes infantiles cubiertos por momentos con un velo de mágica dulzura, pero, eso sí, sin perder su garra. Por ejemplo, la pieza final, con todo su aire de caja musical, está invadida desde un principio por fuertes distanciamientos; la vibración cristalina, que nace como gotas de agua cayendo suaves en la distancia, y que acaba por declararse turbia vaivén, la intromisión de un manto de avispado drone, que, aunque se ve súbitamente invadido por las graciosas notas de un teclado, no puede dejar de entregar sus metálicos, ácidos designios. (S.S.)
Roxanne Jean Polise - We're Alright (Apop Records, s/n, 2006)

Tras un hiato bastante reducido -una gira y la creación de una nueva banda, Warmth junto a Brandon del también grande Knife City- Steev Thompson regresa con su enorme Roxanne Jean Polise en esta nueva entrega para Apop, 'We're alright'. Éste es un disco que sorprende tanto puesto que, junto al limitadísimo 'Tired Hours', muy probablemente sea el trabajo con mayor orientación musical del proyecto hasta el momento. Sí, durante los veintiún minutos de duración del disco, Thompson vuelve a adentrarse en las mismas profundidades psíquicas que le obsesionan. Sin embargo, la pesadez, la corporalidad de entregas anteriores se pierde ante la ciega adicción por hacer de éstas música. El resultado es que las atmósferas de este tres pulgadas sean tanto más dulces, más parsimoniosas que bruscas o atonales y, que a pesar de que las constantes intromisiones de oscilaciones noiseras y acústica amplificada no se hagan esperar, 'We're Alright' sea aún más acompasado, lleno de magia y ensoñación que de terror y vibras malas.
Con 'We're Alright' Thompson deja claro que la eterna diversificación de su música habrá de ofrecer más y más frutos preciosos en su infatigable sucesión. (S.S.)
Hive Mind - Writhing Flesh (Tone Filth, TF25, 2006)

Tras un buen rato sin un long play, finalmente Hive Mind regresa con un trabajo completo, la reedición de la clásica cinta 'Writhing Flesh', agotada del catálogo de Chondritic hace ya algunos años. Qué decir, esta entrega muestra el sonido de Hive Mind en toda su extensión al tiempo que pone en evidencia -nuevamente- que el formato idóneo para el noise es el vinil. En dos piezas hipnóticas y más pesadas que el plomo, Greh pone sobre la mesa un rango de frecuencias amplísimo para dar sustento esas vibrantes y abrasivas composiciones que le caracterizan.
Para comenzar habría que citar obviamente la potentísima carga de sonidos graves de Hive Mind. Más allá del drone, los trabajos de Greh Holger se caracterizan por sus pulsantes, oscuros bajeos, puestos en marcha en la primera pieza en la forma de oscilantes motores envueltos por un enorme manto de tóxica oscuridad sónica. La amplitud sonora del vinil, asimismo, causa que las sensaciones físicas sólo se vuelvan más y más intensas. En algún punto, la carga de frecuencias es tan pesada que la sensación de incomodidad se vuelve casi inaguantable. Ésta primera cara de 'Writhing Flesh' es de lo más intenso que puede llegar a escucharse en el -de por sí extremo- ámbito del noise. Y es precisamente con piezas como ésta que Hive Mind ha creado un lenguaje propio de visiones infernales y de abrasión post-industrial, de una forma probablemente más articulada que cualquier otro proyecto de noise a la redonda.
La segunda pieza es mucho más lenta en su evolución pero no por ello menos impactante. Aquí pueden presenciarse los métodos de Greh en toda su estertórea gloria, oscilaciones que van desde el más obliterante grosor hasta las más afiladas crestas, convulsiones de tiempos de reberveración adelantados y atrasados a discreción, ciclos volcándose unos encima de otros en un pasaje infernal a cámara lenta.
'Writhing Flesh' es un disco que bien pudiera emplearse para definir muchas de las características de un género. Es una gran oportunidad la que Tone Filth ofrece al poner este fantástico trabajo en activo nuevamente; ahora, a aprovechar y recuerden es un disco a escucharse únicamente al tope. (S.S.)

United Bible Studies – “The Solar Observatory” (Deserted Village/23 Productions)

De un apacible paseo por el campo, al encuentro con la bestia. Las referencias de este colectivo irlandés son, por un lado, el acid folk tradicional, particularmente su gusto por la Incredible String Band. De igual forma, las clases de improvisación que algunos de sus miembros tomaron con Eddie Prevost. Una tercera pista es su cercanía con el folk esotérico de Current 93. Como resultado, la música de United Bible Studies es un ceremonial elctroacústico de animismo céltico, donde puede pasarse de quietas secciones de cuerdas con tintineos y arrullos, a una caverna de drones, devastación y tensión insoportable. Lleno de efectos e improvisación, de invocaciones spoken word, de abundante experimentación micro electrónica y letanías, The Solar Observatory es una espesa psicodelia pastoral, con un par de himnos para el culto y liberación de las fuerzas de la naturaleza. El resultado es oscuro. Entre Fursaxa, Avarus, Black Forest/Black Sea, Current 93 y Coil. Para nervios bien templados. (Alberto Mercado)
Sick Llama - Blue Syrup Dreams
Sick Llama sigue siendo el proyecto número uno en su capacidad de hacer incómodo a quien le escuche. Sus trabajos son noise llevado a su extremo más DIY, más punkero, más valemadroso. La calidad de sus grabaciones es usualmente mala; su noise es muchos más abrasivo e informe que la mayoría. La falta de definición, la renuencia de Heath Moerland por crear algo susceptible a etiquetación es lo que sin duda le hace único e irrestricto.
Aquí, en 'Blue Syrup Dreams', Heath toca extremos a los que ni siquiera él mismo había llegado antes. Tomando grabaciones de todo tipo -desde cortes en vivo hasta material aparentemente trabajado en estudio-, Moerland ofrece con este cdr una completa recopilación de su trabajo, un muestrario perfecto de las diversas direcciones que con su cuantiosa discografía ha llegado a recorrer. (S.S.)
Anla Courtis. “Live in L.A.”. Seedy R!.

Dos piezas en vivo grabadas el año pasado y editadas bajo el adorable sello Seedy R!. Sorprendente la capacidad del ex-Reynols para conjuntar la manipulación de tapes, guitarra eléctrica, campanas, violín y voces, pero sorprende aun más la fuerza visual que alcanza la música, conforme se desarrolla la improvisación. Soundtrack para una representación del mito platónico de la caverna. Dos amplias mezclas de noise y psicodelia, que arroja un ambient subterráneo y claustrofóbico, cuya tensión sólo se resuelve al final con un mantra luminoso. Edición artesanal a cargo de Antony Milton. (Alberto Mercado)
Son of Earth - Erotic Empire (Apostasy Recordings, 2006)

Por alguna extraña razón, Son of Earth son una banda bastante ignorada. El grupo, compuesto por Matt Krefting, Aaron Rosenblum y John Shaw, ha venido creando música totalmente original y personal desde 2000. Tan sólo echar un vistazo a su curriculum como banda en vivo, deja ver una multitud de presentaciones con algunos de los personajes más representativos del underground de esta década. Tras haber girado con Jack Rose y Six Organs of Admittance, debe haber alguna razón por la cual esta banda no haya podido despegar.
El hecho es que el que no sean una banda sumamente prolífica no incrementa demasiado su popularidad. Su última entrega se sentía más como la realización de una obsesión (un lathe cut de siete pulgadas) que como una entrega sonora al completo. Y de eso ya hace más de un año. Asimismo, el hecho de que sus álbumes más notorios hayan tenido tirajes tan limitados y sean tan difíciles de ver hoy en día -incluso en ebay- ha provocado que queden como un grupo decididamente de culto al borde de la desintegración o el olvido.
Afortunadamente, la banda ha finalmente decidido premiar a sus seguidores con una nueva entrega, 'Erotic Empire'. Ardúo de rastrear, este cdr representa la primera oferta al completo de Son of Earth desde aquel fastuoso 'Carhole' y, para bien o para mal, sigue tratándose, al menos en lo general, del sonido que el trío perseguía desde aquellas épocas.
Quien les conozca ya sabrá que el sonido de este grupo apenas bordea lo musical. En la tradición de algunas bandas de la Jewelled Antler como Thuja o Blithe Sons o de droners como Organum, Son of Earth emplea instrumentos con suma discreción, generalmente para hacerles establecer un drone arisco o para forjar breves menciones a melodías o secuencias rítmicas. Las creaciones de esta banda orbitan más usualmente en el uso poco ortodoxo de instrumentos musicales poco convencionales o de juguetes -junto con ocasionales loops, efectos y una afición por hacer uso explícito de los ambientes y espacios acústicos. Los resultados son usualmente series de oscuras aleaciones sonoras que no necesariamente podrían categorizarse como noise, pero que comunican un sentimiento de misticismo e incomodidad igualmente radical.
Por momentos, los sonidos borrosos, indescifrables de voces entre cantando y susurrando algún extraño mantra se hacen presentes -'Incorrect Posturing'- haciendo que todo suene como una suerte de lejana invocación. En otras ocasiones, el tema funéreo se deja sentir demasiado presente -'Terrible News', cerrando el ciclo impuesto por 'Display of Pleasure'- apenas dejándose iluminar por breves toques de rítmica y el breve matiz de una flauta. En cualquier caso, si existe algo a mencionarse respecto a 'Erotic Empire' es que es un disco que juega mucho más con la estructura que su predecesor. El conciso, aunque poco detallado sostén rítmico de Carhole, con este cdr viene al traste, ofreciendo más bien una suerte de retorno a aquel abstracto, intangible -casi inescuchable- split con Davenport en Skulls of Heaven, haciéndole, decididamente, material más difícil y más demandante para el escucha. (S.S)
Pan Als Allgott Saturnia, 1977. s/t. (New Age Cassettes-No Cat )

En su propio sello de cassettes y cdrs (con los inserts más austeros que conozco) James Ferraro genera nuevo desconcierto para quien intenta descifrar el trabajo que realiza, ya sea en solitario o con su grupo, The Skaters. En esta nueva entrega, bajo el extraño rótulo de Pan Als Allgott Saturnia, 1977, Ferraro se embarca en un delirante ejercicio melódico, por demás interesante. Una primera sección, que incluye cuatro de once tracks intitulados, se relaciona más o menos con lo que venían desarrollando The Skaters. Sigue apareciendo la proliferación onírica y el ritualismo vocal característico del dueto, aunque decantado hacia atmósferas menos densas. La estructura de estos tracks, así como la de los siguientes, recae en fuertes dosis con drones de órgano. A partir del track 5, cambia un poco la situación. Este último, de sólo un minuto, respira libertad absoluta. El tracks 6 es florilegio del teclado, luminosidad y voces armónicas en un mar de fantasía y ensoñación. Los tracks 7 y 8 son más viajados y experimentales; loops hipnóticos de orientación cósmica para teclado, percusión y voz. En los tracks finales retornan los cantos extáticos y el desbordamiento de imágenes espirituales acostumbrado. Realmente bueno. Con drogas debe sonar todavía mejor. (Alberto Mercado)

Dead Machines - The Last Pallbearer (Heavy Tapes, s/n, 2006)
La más elusiva de las recientes Heavy Tapes, 'The Last Pallbearer', es otra de la multitud de entregas de Dead Machines. El dueto de los Olson ofrece aquí música lo mismo bella que atemorizante: electrónica en forma de oscuras y filosas atmósferas forjando un marco para las dulces intervenciones de instrumentos de aliento en su primer lado, caos y pulsantes graves en la segunda. Nuevamente, la pareja sigue poniendo de manifiesto que está exactamente a la mitad de un camino entre el más fácil ruido que practicaban en un principio y un punto totalmente indefinido -del cual me pregunto si algún día veremos el fin-, en el cual las aleaciones entre el ruidismo, el drone y el jazz son naturales. Cada nueva entrega de Dead Machines es eso un eslabón más en un gigantesco y sinuoso camino. (S.S.)
Aaron Dilloway - Asset Stripping (Hanson Records/Chondritic Sound, HN131/CH102, 2006)

Para principios de este año, Aaron Dilloway fue invitado a formar parte del grupo de artistas que realizarían 'Viva Negativa!', una enorme caja de tributo a The New Blockaders publicada por Hypnagogia. Aparentemente los resultados le fueron tan gratos que la colaboración -implicando emplear y manipular el material orginal de los Blockaders- se extendió a este 'Asset Striping'.
Este lp es un sueño para cualquier entusiasta del noise. Muestra al siempre entusiasta y dedicado Dilloway ofreciendo un homenaje a los fundacionales New Blockaders a través de una pequeña multitud de loops y samples. El resultado es literal: el violento y obsesivo instinto deformante de Dilloway llevando el destructivo, anti-todo sonido de los Rupenus a grados extremos.
El lado A presenta a Dilloway creando su material en vivo en el estudio, sin cortes. Chirridos espasmódicos, metales arrastrándose, percusiones salidas de métrica envueltas en loops, inesperados zumbidos retorciéndose unos contra otros en un cuadro absolutamente intenso y abrasivo.
El lado B es la grabación de un concierto que este hombre ofreció el día después de haber concluído el track que conforma el primer lado. Como podría esperarse, el sonido aquí es mucho más abierto y menos controlado. También para esta presentación Dilloway emplea los sonidos de The New Blockaders y aunque lo anterios no es tan evidente a primeras vistas, el material es una lección en intensidad.
A la fecha, éste es decididamente el trabajo más contundente que le he escuchado a Aaron Dilloway; 'Asset Stripping' es un clásico instantáneo que desafortunadamente se agotó en Hanson la misma semana en que salió. Quizás aún haya algunas copias flotando en Erswhile o en Volcanic Tongue. (S.S.)
Birds of Delay - Gateway to Feather (Alcoholic Narcolepsy, Alcoholic Narcolepsy#5, 2006)

Ante discos como éste, es a veces imposible saber si se está soñando. Cuidadoso en toda su insondable furia, 'Gateway to Feather' es otro más de esos decantados, insuficientes registros en cdr de la enormidad de una banda. Con este disco de abrasivo, incómodo drone, Birds of Delay comunican, con una sintaxis perfectamente articulada y rica, un mundo sonoro forjado en un lenguaje improbable, utópico. Música de estrellas, tan bella y rebosante como inquietante, 'Gateway to Feather' hereda la tradición de volatibilidad y misticismo de trabajos de bandas como Pelt o Skullflower con sus muy particulares filos y consistencias. Un trance. Un viaje introspectivo. Sólo ten cuidado, podrías después no poder regresar. (S.S.)
Wolf Eyes/Prurient. “The Warriors” (Hospital Productions)

Split a cargo de dos pesos completos del harsh noise. Este CD en edición limitada ofrece tracks adicionales en relación al cassette original de RRR. Wolf Eyes inicia con dos largos trabajos, orientados no tanto hacia el ruido brutal, sino a la creación de un sofocante y sórdido ambiente. “The Terror Tank”, es un lóbrego paraje, lleno de chirriante electrónica y distorsión; un mundo pleno de sombras y maquinaria humeante. “Human Animal”, la segunda colaboración, es el sonido producido por el movimiento de una gigante estructura metálica que agoniza y arrastra su óxido de máxima distorsión.
En este tejido de desencanto post industrial, la segunda parte del cd se refiere al devastador feedback de Dominick Fernow. Once piezas cortas, definitivamente contundentes, llenas de atrocidad en tonos super agudos. Sintetizadores y cajas de ritmo a todo galope y con cortes abruptos, pedales de distorsión llevada al extremo, micrófonos de contacto y la barbarie de una voz procesada, dirigida hacia lo horripilante. Eso es Prurient. Un artefacto lascivo de incontenible, pero necesaria destrucción. (Alberto Mercado)

The New Blockaders/Thurston Moore/Jim O'Rourke - The Voloptulist (Hospital Productions, HOS-144, 2006)

Como siempre, la expectativa de tener a nombres tan grandes encabezando los créditos de un disco es riesgoso; cuando no es que de hecho se puede saber anticipadamente que algo saldrá mal, es raro que las expectativas que algún combo de fantasía provoquen alcanzen a verse cumplidas. Para mi mala fortuna, al ver el nombre de The New Blockaders como integrantes de alguna de estas meteóricas agrupaciones, me es difícil contenerme. El material de los Rupenus es siempre tan categóricamente extremo que siquiera pensar en una propuesta mínima de diversificación hace que mi imaginación comienze a aletear frenéticamente.
Particularmente en este caso me pareció que la entrega propuesta era demasiado tentadora; una colaboración entre los Blockaders y el emblemático Jim O'Rourke -conocido por hacer todo tipo de música en todo tipo de contexto y prácticamente con quienquiera que se deje- y el héroe de mi adolescencia Thurston Moore. Si bien la afición de O'Rourke por los extremos aurales es bien conocida, Moore no ha dejado de experimentar con sus gustos e interpretaciones. Sin embargo, es decididamente difícil para cualquier artista llegar muy lejos en el contexto actual-aún estando tan bien informado con respecto al underground como Moore lo está- si se posee una ligadura tan fuerte como la que él tiene con su intrumento -como podrá evidenciar quien haya presenciado su sesión de improvisación en el Radar de este año.
Por ello es bueno ver que en 'The Voloptulist' Moore haya finalmente decidido olvidarse un poco de su dama -al menos en su sentido habitual- para ofrecer su versión de los sonidos de los Blockaders en aquel inicial 'Changez les Blockeurs', obviamente, en guitarra. Mientras tanto, los Blockaders parecen limitarse a establecer un drone muy eólico y ríspido que hace más las veces de cimiento que de interpretación. Fragmentarias intervenciones por unos y otros son de hacerse esperar aunque, en realidad, nada cambia demasiado. En general, a pesar de que el resultado de esta jam es bastante actual y que se ajusta sin problemas a los estándares de estos tiempos, es inevitable señalar que un equipo tan mitológico como éste debía haber ofrecido algo de mayores vuelos. Después de todo nos estamos refiriendo a gente que definió en enorme medida lo que está sucediendo en estos momentos.
'840 Seconds Over' es mucho más llamativa, pero quizás lo sea más por la brutalmente libre y poderosa intervención de Chris Corsano que por las capacidades del equipo Blockaders-O'Rourke. Tras la inescapable batería apenas se deja ver la turbulencia del trío ofreciendo una suerte de noise-vuelto-jazz con serpentinas de electrónica revoloteando entre los mínimos huecos dejados por los veloces y articulados porrazos de Corsano. En cualquier caso, es innegable que '840 Seconds Over' sí tiene la capacidad de remover a los artistas de sus usuales presupuestos y de ofrecer algo que suena tanto más compacto y efectivo.
Que no se malentienda, 'The Voloptulist' es un disco bastante interesante, sobriamente editado por Hospital, y que puede llegar a escucharse compulsivamente. El problema en cualquier caso es decidir si se trata de una actualización personal por parte de sus autores o de un trabajo con motivaciones reales. Quizás si hubiese durado un poco más sería más sencillo tomar una decisión. (S.S.)

A. M. “Strata / Yet Marvellous Stasis”. (Pseudoarcana)

La música de Antony Milton es la de un outsider impredecible. Lo mismo puede ser una paciente decodificación del ambiente sónico de su entorno, que una puntual manipulación electrónica de drones apacibles, o aún la obtención de tonadas “pop” en maravillosa baja fidelidad y descarriladas abruptamente en los parajes retorcidos de un chirriante sintetizador. “Strata / Yet Marvellous Stasis”, es la reedición de dos trabajos que aparecieron en los sellos Humbug y Haamumaa respectivamente.
Calificado por el propio Antony Milton como uno de sus proyectos más eclécticos, A.M. incorpora en este álbum trabajo con drones, minimalismo digital, experimentación electroacústica y melodías esotéricamente orientadas. En esto, asume un rol central el recogimiento de sonidos naturales del entorno, o lo que llama Antony Milton, las grabaciones de campo. Así, su micrófono se abre a una suerte de escritura automática que la naturaleza revela a través de sonidos incidentales, que Milton transforma en cuadros llenos de sentido a través de un tratamiento con capas de guitarra, órgano y sintetizadores varios. De esta forma, “Strata / Yet Marvellous Stasis” se refiere a la disolución del lenguaje cifrado del azar, a través de quien está atento a él y lo traduce en sonidos y sentimientos humanos. “Strata / Yet Marvellous Stasis”, o dieciséis prodigiosas disecciones sónicas de la naturaleza realizadas por un chamán que ama entrañablemente el misterio del mundo y la experiencia de vivir en éste. Es un álbum con resonancias de desiertos glaciales, de antenas apuntando a lo interestelar, de ragas interminables y búsqueda introspectiva. Es un álbum sobre el descubrimiento gozoso de la pertenencia a algo sagrado. La música de un outsider impredecible. O la música de un genio. (Alberto Mercado)
Bottom Dweller - Feasts (Tapeworm, TW07, 2006)

Atemorizante, totalmente neurótico, amorfo golpeteo abre esta cinta de Bottom Dweller. En la tradición de The New Blockaders, este proyecto ofrece una sinfonía de golpes apresurados, voces deformadas y arritmia que es tensa e inescapable. Apartando las secuencias más al desnudo de otras acompañadas de los reverberantes tifones de saturaciones graves, el resultado de 'Feasts' culmina por ser hóstil, claustrofóbico y en eterno proceso. Hacia lo que aparenta ser un final, un drone que suena literalmente como insectos electromagnéticos se deja sentir. Drones y voces, susurros de ruido blanco sirven de fondo ante la provocativa fuerza del sinsentido que toma el rol protagónico aquí. Lapsos de silencios se vuelven noches plenas mientras los golpes dejan distiguir voces corriendo a través de su inconsecuente deambular; sonidos que parecen venir de detrás de las paredes, de entre las coladeras se materializan y se hacen presentes. Otra gran entrega de Tapeworm; sólo una recomendación: no pongan esto mientras manejen, estudien, intenten leer, escribir o iniciar una conversación. Los resultados podrían ser malos. (S.S.)
Apt.J(ext.)ie/rrchié - Night Wearing Feathers (PsychFom Records, PFcdR3-03, 2006)

'La noche vestida de gala' es un título muy apropiado para la primera entrega conjunta de los ácidos demonios de Irr.App.(Ext.) y At Jennie Richie, quienes, además, deciden aquí rebautizar su proyecto con el aún más absurdo -e impronunciable- Apt.J(ext.)ie/rrchie. Los quehaceres de Irr.App.(Ext.) son ya conocidos: el proyecto de Matt Waldron ha venido trabajando desde los ochentas como un proyecto semi-itinerante dedicado a ofrecer presentaciones en vivo con mezclas de performance y conciertos. También es sabido qe durante aquella fase inicial de su carrera su suerte fue muy poca, habiendo grabado ocho álbumes en alrededor de una década sin haber podido presentar ninguno por problemas contractuales y de derechos. Afortunadamente para nosotros, a últimas fechas Waldron ha conseguido poderosos aliados en gente como Steven Stapleton, Sigtryggur Berg Sigmarsson, Stan Reed y Jim Haynes, sin mencionar el incondicional apoyo de Brainwashed y el reciente interés despertado en The Wire, a partir sobre todo de las reseñas publicadas por el mencionado Haynes. Gracias a esto, ya son bastantes las grabaciones de este alquimista sonoro que han visto la luz.
De At Jennie Richie ya hemos hablado hace poco, sólo nos queda en cualquier caso reafirmar que se trata de un proyecto sumamente interesante y prolífico al que cabe la pena seguirle la pista.
En 'Night Wearing Feathers' queda muy en claro que hubiese sido imposible para cualquiera de los artistas encontrar un mejor complemento. La identidad de ambos personajes se centra precisamente en la invocación de visiones de lo nocturno, manifestadas a partir de la inserción y ocasional edición de sonidos 'incidentales' -puertas cerrándose, piezas de metal girando, crujidos, golpeteos arrítmicos, ruidos de animales- amalgamándose con las convulsiones de circundantes drones y de ocasionales momentos de ruidismo, más en marcha para matizar que para instalarse como axis.
El patrón del disco es el mismo que el de anteriores, ninguno en absoluto. La composición es el flujo. Cada sonido que se entromete descalifica y hace que se retire el anterior, forjando una cadena de incertidumbre que conforma acompasadamente un conjunto sonoro único. (S.S.)
Leannan Sith “in search of leannan sith” (foxglove 056)

Leannan Sith es el proyecto de John Gould (Davenport) y Kelly Shipy. Con una propuesta del todo orgánica, la música de este dueto remite a los primeros rastros de la vida humana. Soñolientos drones y acordes elementales con synthes, harpas, campanas, farfisa y guitarra. Percusiones que parecen ser hechas con piedras y metales. Ocho cortes psicodélicos con instrumentación atmosférica, baladas extravagantes y abiertas a la improvisación. El trabajo con voces de Kelly Shippy recuerda el sesgo hipnótico de Gang Gang Dance. Música de embarcaciones precarias, desolación, magia primitiva y retorno a la semilla. (Alberto Mercado)

Walter Carson & Threes Legged Race (Heavy Tapes, s/n, 2006)
Esta cinta de Walter Carson & Three Legged Race es seriamente extrema. Partiendo de la abstracción y de una enfática -aunque sólo aparente- falta de conexión, Carson propone una compleja poética espacial, la cual por momentos emplea artificios propios del noise, pero sólo para darle eso, un elemento más en su vasta poesía sonora. De 'Nocturnal Hymn' no sólo son sorprendentes los inusuales sonidos, aparentemente sacados del mismísimo infierno -sino también la forma casi hostil en que se conectan. El tiempo que transcurre entre ellos a veces no permite siquiera prever una relación; sin embargo, hacia el final de la pieza, las conexiones comienzan a dejarse observar más claramente y podemos ver la enormidad de la maquinaria expuesta en toda su perfección.
El lado B se enfoca más en la minuciosidad percusiva y en un segundo segmento, en la distorsión vocal y el exagerado uso de pulsos altísimos -¿de theremin?. 'Nocturnal Hymn' es un disco 'raro' -en toda la extensión de la palabra- lleno de fauna electroacústica y de inusuales -muy cuidadas, incluso aterrorizantes- posibilidades. (S.S.)

Spine Scavenger - va-t-en (Chondritic Sound, CH-157, 2006)

'va-t-en' de Spine Scavenger es un 3"cdr que opta por jugar con secuencias graves y maquineras. El espasmo de un ciclo, como el scratch de un disco que sube y desacelera su velocidad hasta perderse, constituye el profundo vértice de la primera pieza, qpenas matizada por el abrupto e intermitente golpear de un micdrófono en absurda saturación. El resultado es -sorpresivamente- una pieza más matizada que hostil, guiada por el apenas perceptible vaivén de las órbitas sonoras.
La segunda es una pieza más psicodélica, basada en los borbotones sonoros que emanan del grave pulsar electrónico de algún efecto apenas pasado a través de reducidos filtros, convuertiéndose lentamente en agudos, inestables zumbidos que crecen hasta rendirse ante la inminente desintegración.
La música de Spine Scavenger es fuerte y pesada sin caer necesariamente en el abandono extremo del noise. Los leves matices y contrastes de 'va-t-en', así como la acompasada inserción de elementos, permiten intuir una intención que va más claramente lejos que el ataque frontal y a discreción. Éste es un disco envolvente e impredecible, que, como la mayor parte de las ofertas de Chondritic, ofrece una buena muestra de las capacidades del conjunto en cuestión. (S.S.)

Monday, June 12, 2006

Evenings - Ass Torture (Tapeworm, TW-14, 2006)
Con 'Ass Torture', Miles Haney vuelve a horrorizarnos al generar enormes túneles de sórdida, informe distorsión. Con Evenings nunca hay espacio hacia el cual huir, sus composiciones son plenas cargas de combustión sónica cuyos patrones son enormes espirales de fuego. Haney practica con sus múltiples proyectos -Taliban, Wigwam- esta fascinante poética del choque, del corto circuito; en 'Ass Torture' la potencia de su creación es la de un taladro, precisamente, ensanchando cavidades, quebrando huesos, quemando carne. Pura violencia gratuita a cargo de uno de los más convincentes -y brutales- noiseros de hoy en día. (S.S.)
Robert Horton - Moving Along One Line to Vastness (Sloow Tapes, Sloow Tapes Febbraio, 2006)

'Metal Canals' comienza con cantos de animales primordiales, los gorgeos de aves cuyas imágenes oscilan entre los límpidos canales metálicos y el agua clara que corre por ellos. Esta misteriosa belleza se sucede en 'Light of your Eyes', un fantasmal pieza que alterna loops de drones retorciéndose en el fondo con una secuencia de tonos naturales y armónicos desencadenándose casi arbitrariamente en una preciosa procesión cacofónica. 'Ascribable Innuits' invoca gélidas presencias incorpóreas con sus cortinas de silbidos emergiendo y volviendo al primigenio mar de oscuras ondas yaciendo interminable en el fondo. 'Hillside Erosion' es la pieza más arbitraria, con su constante repicar de tonos agudos confrontando las misteriosas concatenaciones de cuerdas reuniéndose en extrañas, bellas armonías. 'Polar Noosphere' exhibe las invocaciones del drone; la vida del drone, creada a partir de las metálicas reinseciones de un tono sobre sí mismo hasta formar una inacabable presencia sonora, incorpórea, introspectiva, amenazante o relajante -de belleza intocable e inescapable. 'Simplicity (for Janet)' es, así como su nombre lo indica, un bello lienzo sónico, creado someramente. Música bella y fugaz, sin artilugios. 'Ha Ha We' es un tributo a los supuestos musicales mesoamericanos: silbatos y percusión sacrificando sus pulsos al horizonte, dotándole de vigor y visiones. Finalmente, 'Moving Along to Vastness' parte de un sesgo de american deformada que ve a grabadoras de carrete abierto reinsertar sus propios elementos en una masa inacabadade notas y vibraciones de vuelos hipnóticos. (S.S.)

Sunday, May 14, 2006


White Rock - The Exploder (Our Mouth Records, Our Mouth Records#7, 2006)
Decididamente algo está cambiando en el trabajo de la pareja de Maya Miller y Mike Bernstein. Escuchar su trabajo -tanto en conjunto como por separado- antes implicaba disecar imparables ondas de estática y encontrarles algún sentido. En cambio, en prácticamente todas las grabaciones que han ofrecido en este 2006, tanto como Workbench, Black Quarter, Religious Knives o White Rock, la pareja ha dejado en claro un abrupto y afortunado cambio de dirección. Y es precisamente con esta nueva entrega de White Rock, grupo que une definitivamente a estos individuos con el gran dueto Mouthus, que esto no sólo se vuelve evidente, sino que además se deja ver en toda su magnitud.'The Exploder' es un trabajo escueto, apenas llegando a los veintiseis minutos y dividido en dos sobrecogedoras piezas gemelas.
La primera de éstas es una delicada jam armada a partir de fluídos drones ambientales. Tras un firme inicio, la banda decide afianza un paso lento. La persistencia del drone inicial, redondeada por las dulces notas de otro teclado se deja sentir como el llamado de animales nocturnos. Su paso es aterciopelado e inquietante. Las percusiones de Nate en el fondo emergen como la voz del compañero que acude al llamado, primero distantes susurros y luego firmes y constantes voces, dejando clara su presencia. Hacia el cierre, la intensidad es total y la música se ha vuelto un viento que envuelve los sentidos con su fragor de geométrica, perfecta belleza.
'Exploder II' es una pieza orgánica, llena de sonidos y de distancias. Ante la presión de un zumbido, la banda ofrece una serie circular de ofrendas percusivas con inclusiones improvisadas. Ante el refuerzo del zumbido generado por un teclado, la percusión busca por turnos persistencia y abstracción. Los contrastes son ligeros tonos ofrendados, ambiguas alternancias de dulzura melódica y de incertidumbre atonal. La tensión crece y con ella la necesidad de encontrar una salida. Al final, la ambigüedad gana y, tras algunos intentos vocales y de ligeras variaciones melódicas, la banda decide rendirse ante la inescapable estatura del drone.
'The Exploder', con apenas más de una veintena de minutos, es un disco lisérgico y cautivante, capaz de atrapar al escucha y de no soltarle como pocos. Sin duda, el complemento perfecto para el fantástico lp de Religious Knives. (S.S.)

Dreams (New Age Cassettes, s/n, 2006)
Los Skaters son conocidos por su sonido crudo y nebuloso, sumamente pesado, cuyos componentes, a primera oída, son casi imposibles de distinguir. En este nuevo proyecto -supuestamente independiente de Skaters-, editado en la disquera del dueto, la austera New Age Cassettes, puede detectarse un método similar al empleado en anterior discografía. 'Dreams' está compuesto por veinte nubarrones de estática generada por efectos al tope de tiempo de repetición y por acústica sepultada por una inmensa capa de reverberación. Algunos gemidos de una guitarra, algunas ágiles secuencias solistas en un teclado psicodélico llegan a cruzar el umbral y se instalan momentáneamente en el eterno vaivén del purgatorio aural, mezclándose con los vertiginosos ciclos de voces graves y primitivas que prevalecen.
La música en 'Dreams' es primordial, casi prehistórica, y aterradora, un microcosmos, un pequeño mundo en movimiento enfrascado en sus órbitas crueles y avasalladoras, sepultando cada generación sonora con una nueva en aras de forjar su continuum de vida, muerte y dolor. 'Dreams' es un disco torcido, un cristal al borde de la fragmentación, apenas soportando un peso que está a punto de vencerle. Cada corte es apenas intuído como un breve cambio entre estados de conciencia pues finalmente, 'Dreams', es precisamente eso, un disco de imágenes, de libre consciencia, de sueños. (S.S.)

Friday, May 12, 2006

Cousins of Reggae/Mouthus (Olde English Spelling Bee, OESB06, 2006)
Mouthus, cada vez más prolíficos, han venido editando un buen tajo de lps bajo la joven Olde English Spelling Bee. Su última entrega para ésta se trata de un lp split y decididamente, no pudieron haber elegido mejor banda con quien poner esto en marcha que con el dúo de The Cousins of Reggae, el cual incluye a Blake de Dreamcatcher. A propósito de su sonido, los primos no podrían alejarse más de la lenta y acompasada síncopa del reggae, ofreciendo más bien una enérgica, pulsante mutación de acid-rock, aceleradísimo y encuadrado por una intermitente percusión cerrada y valemadrista. El lado de estos cuates, llamado 'History and Prehistory of Hudson's Bay in Five Parts', va de lo inarticulable del no-wave descuadrado y sucio, a lo aberrantemente violento del noise psicodélico, con cada track dando fiel testimonio del imparable colapso de la banda a través de un lisérgico, tortuoso trayecto. Destructivo y sumamente violento, a veces incluso ni remotamente logrado, el sonido de estos cuates es delicioso nihilismo puro con amplificadores al tope y baterías a punto de dejar volar sus parches.
El lado de Mouthus, por su parte, es sórdido, drogado y oscuro; más de lo normal, al menos. Aparentemente los recientes vuelos de Nate Nelson junto a Religious Knives le han contagiado de euforía alucinógena. El vuelo de Mouthus en 'New Drugz' es lento y abismal, tocando profundidades subconscientes en un trance de imposible abandono. Sin soporte rítmico que ofrezca asiduras, la pieza es decididamente delirante y grandiosa. 'Better than Facemask', por su parte, trae de vuelta a los Mouthus que ya conocemos, con sus punzantes percusiones y riffs circulando como loops, yendo siempre al frente, haciéndoles parecer o bien la banda de rock más prendida o la banda noisera más confundida. Mouthus de nuevo suenan como una ferviente reinvención del Tago Mago interpretada después de una sobredosis verspertina de Big Black por un par de músicos sin el más mínimo interés en mostrarse remotamente normales. Este split es una buena oportunidad de conocer el trabajo de los prometedores Cousins of Reggae, con cdr recién editado por Open Mouth, y de reafirmar interés por el trabajo de Mouthus, sin duda alguna, una de las mejores bandas de nuestros días. (S.S.)