Saturday, October 21, 2006



Current 93 - Black Ships Ate the Sky (Durtro/Jnana, Jnana 2112, 2006)

David Tibet ha sido una de las figuras más controvertidas del underground por ya algo de tiempo. Al frente de Current 93, ha ofrecido material que va del industrial más oscuro y bizarro hasta exploraciones acústicas que buscarían revitalizar la corriente del folk inglés de los sesentas. Sobra decir que el trabajo de un espíritu tan constantemente cambiante no es usualmente fácil de saborear. Para muchos, Current 93 es un gusto adquirido. Para otros tantos, no es sino superficial. Para otros tantos mera basura. "Ámalo u ódialo" parecen ser las únicas posibilidades.
En tiempos recientes Tibet ha editado algo de su material más radical, tomando en cuenta las expectativas que sus trabajos usualmente generan. Los dos álbumes de estudio más cercanos, "Sleep Has his House" -un tributo a su recientemente difunto padre- y "Soft Black Stars" -un trabajo prácticamente totalmente centrado en el piano y lleno de oscuras baladas- ya habían sido suficientemente polémicos, este último costándole, de hecho, buena parte de su fanbase. Y así, con los precedentes que ofrecen una buena cantidad de conciertos y una realineación de los participantes en el proyecto, Tibet regresa con mucho ruido a presentar su nuevo "Black Ships Ate the Sky", con la impactante inclusión del mismísimo Ben Chasny, Six Organs of Admittance, en la alineación formal de la banda.
Casualmente, la sorprendente lejanía de estilos de Chasny con respecto a la música de Current 93 ofrece una inesperada vuelta al sonido de trabajos anteriores, tales como los clásicos "All the Pretty Little Horses" y la obra maestra "Thunder Perfect Mind", siendo más claramente orientado a las guitarras y al lirismo alucinógeno de aquellos discos. Las propias letras de Tibet, aparentemente imbuídas en toda la barbaríe del presente, han regresado a los delirios (¿súplicas?) de un apocalipsis inminente, permitiendo al cantante alejarse bastante de aquella extensa exploración de sus demonios personales para analizar, con toda su imaginería y su hermético simbolismo, estos frenéticos, brutales tiempos.
Las alusiones que el cantante hace a un "Caesar" que debe ser muerto, a un autista "Imperium" que es nada, cuyo entero sentido pende del plástico y la vacuidad, se convierten en una frenética perorata que comienza con tonos mesurados y culmina con furiosas eyaculaciones, hipérboles sacadas de proporción y gritos entrecortados. Éste es un Tibet en la cima de su teatralidad, vigoroso y claramente libre, respaldado por un conjunto de instrumentistas excelentes -tanto en estudio como en directo.
La línea conductora que siempre ha ofrecido Cashmore a Current 93, desde su entrada con "Thunder Perfect Mind", no se ve en lo más mínimo disminuída por la llegada de Chasny. Las sobradas capacidades de ambos músicos, convierten a las piezas en intrincados juegos melódicos tanto más capaces de ofrecer dinamismo. Cashmore pierde un poco su usual constancia tonal, la cual pudiera dejar en ciertos temas de trabajos pasados trazas de cacofonía. A su vez Chasny obtiene algo de templanza, olvidando el añorado desgarbo que usualmente le ofrecen sus grabaciones como Six Organs of Admittance.
Asimismo, el trabajo del cellista John Contreras ofrece una profundidad enorme a la austeridad de las muchas piezas acústicas. En algunas otras, como la rabiosa "Black Ships Seen Last Year South of Heaven" o la profunda "(Babylon Destroyer)", el trabajo de los músicos se ve ampliado por el trabajo de manipulación sonora del eterno comparsa de Tibet, Steven Stapleton.
En general, el trabajo posee una cohesión similar a la de algunos de los álbumes ya antes mencionados con el gran aliciente de un sonido constantemente dinámico. Tenía miedo de ver cuál sería el resultado de tener diez versiones distintas de una misma canción en un sólo disco; me parece que mi temor era obviamente compartido por muchos de los miembros de la mailing list de Current 93. Sin embargo, la brillante lista de invitados que prestan voz y estilo a "Idumaea" en cada una de sus encarnaciones es cercana a la perfección, comenzando por la delineada e inspirada versión a cargo de Marc Almond y la paralizante y emocional de la entrega de Bonnie "Prince" Billy hasta llegar a la compleja sobreposición vocal de Anthony y a la ensoñación en voz de Andria Degens, Pantaleimon. En fin, no habría espacio para detallar cada una de estas grandes participaciones. A un grado impensable en años, el futuro de Current 93 se vislumbra abierto y lleno de posibilidades. Quizás incluso demasiadas para algunos fans; ya muchos han renegado del trabajo que el grupo ha prensado junto a los stoners de Om para Neurot. Habrá que escuchar. (S. S.)

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