Schmerz - Old School Misantrophy (New Nihilism, NN1, 2007)
Con un ancla bien fija en las chirriantes cualidades del industrialismo europeo, Schmerz formula sus creaciones con una base evidentemente fincada en el power electronics. Como tal, es obvio lo que puede esperarse: circunvoluciones mecánicas de electrónica, feedback modulado, el ocasional martilleo industrial y las eternas vocales secas, frías, operadas por efectos.
La temática retrata escenas donde se critican los límites de la interacción social y su consecuente futilidad. Sin embargo, Schmerz a veces parece no llegar al punto, al negarse a nombrar a sus culpables directamente y sugiriendo, en vez de ello, escenas de horror un tanto elusivas y hasta fantasiosas. Schmerz sugiere con mucha ambigüedad a los posibles actores, pero difícilmente se reconoce a sí mismo como uno más en el juego de las convenciones y las hipocresías de las que nos hace participe la vida social.
Sin embargo, en lo personal encuentro que esta ambigüedad funciona; me recuerda un tanto a aquellos tiempos en que entender a la cultura industrial no requería doblegar convicciones ni admitir como válidas nociones francamente detestables. A "Old School Misantrophy" le ayuda el hecho innegable de que se trata de un disco tan bien hecho en todo aspecto. Su afiliación al sonido del power electronics es prácticamente impecable; la calidad de cada uno de los cortes está perfectamente detallada y la cuestión visual y de empaque es, sencillamente, excelente. "Old School Misantrophy" se presenta en formato pro-cdr (con una impresión excelente), acompañado por un librillo con cuatro insertos que detallan e ilustran las letras de cada uno de los cuatro temas contenidos en el disco. Francamente, la calidad de los materiales, impresiones y la contundencia del producto final fácilmente harían sonrojarse a más de una disquera profesional.
"Old School Misantrophy" es, en resumidas cuentas, un trabajo que recurre al género al que pertenece en su totalidad; es, prácticamente, power electronics por números: totalmente old school, totalmente europeo. Y ello no es necesariamente algo malo. Yo lo volvería a comprar. (S.S.)
Con un ancla bien fija en las chirriantes cualidades del industrialismo europeo, Schmerz formula sus creaciones con una base evidentemente fincada en el power electronics. Como tal, es obvio lo que puede esperarse: circunvoluciones mecánicas de electrónica, feedback modulado, el ocasional martilleo industrial y las eternas vocales secas, frías, operadas por efectos.
La temática retrata escenas donde se critican los límites de la interacción social y su consecuente futilidad. Sin embargo, Schmerz a veces parece no llegar al punto, al negarse a nombrar a sus culpables directamente y sugiriendo, en vez de ello, escenas de horror un tanto elusivas y hasta fantasiosas. Schmerz sugiere con mucha ambigüedad a los posibles actores, pero difícilmente se reconoce a sí mismo como uno más en el juego de las convenciones y las hipocresías de las que nos hace participe la vida social.
Sin embargo, en lo personal encuentro que esta ambigüedad funciona; me recuerda un tanto a aquellos tiempos en que entender a la cultura industrial no requería doblegar convicciones ni admitir como válidas nociones francamente detestables. A "Old School Misantrophy" le ayuda el hecho innegable de que se trata de un disco tan bien hecho en todo aspecto. Su afiliación al sonido del power electronics es prácticamente impecable; la calidad de cada uno de los cortes está perfectamente detallada y la cuestión visual y de empaque es, sencillamente, excelente. "Old School Misantrophy" se presenta en formato pro-cdr (con una impresión excelente), acompañado por un librillo con cuatro insertos que detallan e ilustran las letras de cada uno de los cuatro temas contenidos en el disco. Francamente, la calidad de los materiales, impresiones y la contundencia del producto final fácilmente harían sonrojarse a más de una disquera profesional.
"Old School Misantrophy" es, en resumidas cuentas, un trabajo que recurre al género al que pertenece en su totalidad; es, prácticamente, power electronics por números: totalmente old school, totalmente europeo. Y ello no es necesariamente algo malo. Yo lo volvería a comprar. (S.S.)
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