Saturday, January 30, 2010



Nurse With Wound - Images/Zero Mix (Beta-Lactam Ring Records, mt103/mt201, 2008)

No les hago el feo a las colaboraciones que tuvieron por origen a este "Zero Mix," pero la verdad es que la versión original de Colin Potter y Steven Stapleton siempre me pareció la más lograda. Tras producir cuatro discos diferentes a partir de este material -tres de los cuales tenían mezclas distintas en cd y lp respectivamente- Nurse With Wound, a través de Beta Lactam Ring Records, finalmente produce, de forma asequible, ésta, la versión original.
Y es mi favorita, porque tiene un ritmo natural, porque no se siente como un tema hecho bajo presión ni bajo la necesidad de sorprender. El drone con que comienza este trabajo se siente terso, mitigado y perfectamente complementado por la suerte de percusiones metálicas que le acompañan. Su movimiento es fascinante e hipnótico y sus paneos son sibilantes. El total es grandilocuente y lleno de vida como una creatura reptante que desperdiga estas complejas turbulencias sónicas con cada movimiento.
El segundo corte finalmente acierta a ese desternillado juego de manipulaciones a volúmenes altos que se sentía tan fuera de contexto en las otras versiones. Los sonidos con los que se conjuga en esta ocasión son caóticos y oscuros, con una aceleración rítmica que se siente maligna y nocturna. Conforme el paso de la rítmica se vuelve más firme, NWW deja llegar la cuestión instrumental hasta los bordes de la kosmische musik más mística, con la recurrencia de un bajeo que se vuelve consecutivamente más frenético y la suavidad de un sax que no se empleaba en bastante tiempo en el trabajo de NWW. Este corte final, perfectamente amarrado al contexto de su predecesor, prosigue con el ideario cósmico de forma fascinante y deleitosa. Y a pesar de que el cierre es ligeramente más delirante y oscuro, la sensación final es la de haber asistido a una celebración sonora exhaustiva y gustosa.




Ahora bien, este trabajo es el complemento de otro, llamado "Images." Se trata de un libro de pasta gruesa que mide aproximadamente lo que el digipak de un cd y que contiene fotografías de las 100 pinturas con que Steven Stapleton celebró la edición de los tres discos originales en una exhibición en Irlanda. Estas obras, pintadas todas sobre vinilos, exponen los temas habituales en el arte de Stapleton: psicodelia, sexualidad, génesis, lo orgánico y lo alucinante. La calidad del trabajo de este librillo es excelente. Disco y libro se reúnen en este paquete que, sobra decirlo, es obligado para los fans de la enfermera. (S.S.)

Friday, January 29, 2010


Kevin Drumm - Imperial Distortion (Hospital Productions, HOS-134, 2008)

Tras años de haberse consagrado como un titán del ruido, Kevin Drumm decide en 2008 dar un giro absoluto a su sonido con "Imperial Distortion." Este disco doble muestra a Drumm invirtiendo en un sonido tan orgánico y completo como es su costumbre, sólo que ahora explorando los terrenos de una suerte de ambient desbocado, más ríspido que etéreo y, eso sí, profundamente inquietante.
El primer corte de "Imperial Distorsion," titulado "Guillain-Barre," es muestra de la falta de adecuación del sonido de Drumm a los sistemas estereotipados; el sonido, sin más, se escapa de las convenciones de los límites sonoros, probando los alcances de las bocinas y de los tímpanos del escucha con las intensas vibraciones de un drone, cerrado, metálico, que cubre casi por completo una atmósfera estilizada y fluida. "More Blood And Guts" es un tema que diluye su relativa calma entre los violentos degradados de tonos medios al tope, brindándole al primer segmento del corte una sensación de opresión pesada y abrasiva. El embate con tonos medios prosigue en el siguiente segmento, que más bien se siente como una escena, y que traza un sendero un tanto más caudaloso, con un movimiento acompasado, pictórico y recurrente. Hacia la tercera parte de esta pieza, el sonido se ha vuelto tan disperso que el movimiento tonal se vuelve prófugo y fantasmal, como buscando la extinción. Pero al borde de la desintegración, la fuerza se recobra haciendo trenzas de tonos que se deslizan en eternos vuelcos. La encargada de cerrar la primera parte de este álbum, la primera parte de "Snow," la cual ya había aparecido orginalmente como un cassette single también en Hospital Productions, es una poderosa descarga de oscilaciones clavadas en una profusión de subtonos demoledores, totalmente concretos, que engloban una dinámica cuidadosa y velada. Tras el abuso de los tonos medios, Drumm se concentra finalmente en la vejación de la parte más grave del espectro, transmitiendo casi apenas vibraciones que escapan de una representación plena por ser tan ominosamente desmesuradas. El poderío de este corte es tan absoluto que todo el espacio se vuelve tóxico, envuelto en una nube paralizante y asfixiante.
El segundo disco que compone "Imperial Distortion" comienza con un guiño al dark ambient más industrial. Pero esta impresión rápidamente se desdibuja ante la vuelta hacia las oscilaciones que trae esta versión de la segunda cara de "Snow," generando juegos melódicos circulares, lentos y hasta por momentos dulces, aunque eternamente degradados por la decadencia de la distorsión que la saturación siempre trae presente. Los sonidos de "Snow" se asemejan a visiones percibidas tras un cristal empañado, dejando pasar parte de su radiancia y generando imágenes nubladas, deformadas, inciertas. "Romantic Sores" vuelve a jugar con los límites, trasladando lo amenazante de los cortes anteriores a tonalidades más altas, probando los límites del escucha, volcándose sólo un poco sobre este furtivo ataque, para luego sólo cortarlo abruptamente y regresar con un tema nucho más neutral. Una profusión de sonidos graves que se deslizan ágiles, con brillos melódicos introspectivos y nostálgicos se apodera del corte y da el momento de mayor paz al álbum. La tercera parte de este corte entonces cae en un momento de quietud minimal sorprendente, bordeando delicadamente en lo etéreo. "We All Get It In The End" es un tema lleno de sonidos brotantes, más claramente definibles e identificables, procedentes de sintetizadores. El tema corre sin mayor escudo que la propia espontaneidad de su creación, libre y brotante, hasta toparse con su final, cierre digno de un álbum fascinante.
"Imperial Distortion" se trata de un trabajo que sin más se deja llevar hacia los abismos de la incertidumbre, como una suerte de comentario sumamente radical, y a pesar de ello, declaradamente impotente. Las imágenes que acompañan el disco -una foto que muestra tanques americanos en Irak y un llano cubierto de basura- siguen intentando dar forma a este discurso impronunciable, críptico.
Con esta extensa lección de oscuridad, Kevin Drumm muestra como hay un poder oculto, inherente a las representaciones más delicadas. Drumm así pone a prueba la capacidad del escucha de apreciar, más allá de lo inmediato, el peso, la fuerza que conllevan las creaciones más discretamente revolucionarias, haciendo eco de gente como Andrew Chalk, Asmus Tietchens o William Basinski. Un clásico. (S.S.)

Friday, January 22, 2010

Nurse With Wound - The Musty Odour of Pierced Rectums (Beta-Lactam Ring Records, mt056b, 2008)

"The Musty Odour of Pierced Rectums" es, entre los seguidores de NWW, uno de los trabajos más emblemáticos del grupo de la recién extinta década. Sin embargo, se trata de uno que había estado prácticamente enlatado por 6 años, ya que se había ofrecido inicialmente como complemento a una de las múltiples versiones que Beta-Lactam produjera de "She and Me Fall Together in Free Death." Beta-Lactam finalmente decide recurrir a la fama de este trabajo y reeditarlo como un lp tan lujoso como puede haber: La funda es de un papel de tanto grosor como he visto jamás empleado en este tipo de menesteres, brillante, y el vinil es de un tono café/dorado que la propia disquera llama color "diarrea de bebé." Marcando la diferencia, a pesar de tratarse de vinil de color, la calidad de reproducción es absolutamente perfecta. La edición es, en pocas palabras, perfecta.
Tras escuchar apenas los primeros minutos de la grabación resulta obvio porque es que este trabajo recibe tanto aprecio por los seguidores más fieles de la banda; se trata de uno de esos abismos de extrañeza donde el material sonoro se muestra proveniente de orígenes francamente disparatados e imprecisos. El juego de collages sonoros adquiere en este trabajo una cualidad vibrante y emergente; las constantes difuminaciones que acontecen a los largo del lp hacen subir y desintegrarse cuadros sonoros totalmente diferentes con una constancia que hace las veces de secuencia. Y el efecto es muy afortunado: oscuro, profuso e increíblemente confuso -lo que todo disco de Nurse With Wound debería ser.
Valdría la pena preguntarse cuántas veces puede NWW emplear el mismo material generando sistemas sonoros que suenen tan únicos. Los sampleos que Stapleton empleó en este disco pueden fácilmente ubicarse en anteriores y posteriores piezas de su discografía; sin embargo, en ésta en particular suenan tan perfectamente consecuentes con su entorno como para conformar una identidad sonora clara y diferente.
La segunda cara apunta, más que al esquizoide empleo de paneos y reverberación extrema de la primera, a una retórica profunda y pesadillesca. La primera parte de esta cara es sencillamente magistral, con sus brillos fantasmales dejándose pasar a través del polvo primigenio de un drone pesado y angustiante. De allí, Stapleton retoma los sonidos orgánicos a los cuales tanto les ha huído recientemente y que conectan aún más con el pasado más glorioso de la banda. La atmósfera que se cierne sobre toda esta cara bien podría desprenderse de la época de "Gyllensköld, Geijerstam and I at Rydbergs" u "Homotopy to Mary," así de surreal y enfermizo es este disco, que bien pudo haber sido presentado en una edición más grande la primera vez, siendo que fácilmente supera en calidad al disco al que servía de complemento. En fin. De lo mejor que pueden llegar a comprar, por un precio más o menos decente, en estos días. (S.S.)


Bloodyminded - Phases: Three (Rococo Records, RCC-0030, 2009)

"Phases: Three" constituye la documentación en directo de dos trabajos de la etapa más reciente de Bloodyminded, "Magnetism" y la serie "Phases." Esta última viene a complementar el ciclo de abuso de feedback y oscura, maquinera violencia en sintetizadores -desprovista de líricas de ningún tipo- de la etapa presente de la banda.
El primer corte se llama "Phases: Three (Part One)" y es una furiosa improvisación que se vuelca al abuso del feedback en micrófonos tan habitual de Bloodyminded. Esta pieza no tiene un tema; se trata de puro ataque directo y certero, de chillidos puntiagudos de micrófonos al tope. Por si hiciera falta explicarla tras la lectura del mero título, "Girlfriend Attempts to Explain Schizophrenic Episode by Revealing Childhood Sexual Abuse," tema emblemático de su más reciente trabajo, el ya mencionado "Magnetism" permite ver una decadencia sónica abusiva, con sus oleadas de síntesis oscura. Más brutalidad y descontrol en frecuencias altas llega a través de "Shotgun Held to Face by Severely Crosseyed Addict While Attempting to Physically Remove from Know Drug House" (siempre me ha encantado ese título). La descarga de ruido de la catártica "Visiting and Ex-Girlfriend in the Hospital - Psychich Ward - 24-Hour Observation - Suicide Watch" es escueto y agonizante, durando apenas un par de minutos y complementando con gritos furiosos la escena de febril devastación. "Visiting an Ex-Girlfriend in the Hospital - AIDS Ward" es un sólo zumbido, como un canal de ácido y rugidos que circundan a través de su eje. Furioso y perturbador. Eso sin contar la delicia del coro de la audiencia al completar el anuncio del título por Solotroff. La segunda parte de "Phases: Three" cierra el disco completando así el ciclo de perturbación y abuso ruidístico al que Bloodyminded somete a sus escuchas con sus actos en vivo. Esta última improvisación es la más cercana al harsh noise en forma; su libertad y espontaneidad es abierta y sus descargas tan elevadas que acaban por devorarse unas a las otras.
"Phases: Three" fue grabado en vivo el 8 de Agosto de 2006 y se trata de un concierto particularmente memorable, ya que conjunta a la banda en su versión más extensa, reuniendo a Mark Solotroff con Nicole Chambers, Xavier Laradji, Pieter Schoolwerth e Isidro Reyes. La presentación del trabajo, como una caja de tres discos de 7 pulgadas en vinil blanco, hace esperar que la siguiente entrega de la banda, "Within the Walls," también cuente con un lanzamiento en vinil, pero, ahora sí, como un lp total de doce pulgadas. (S.S.)



Nihilist Assault Group & Blue Sabbath Black Cheer - Planned Obsolescence (Gnarled Forest, GF32, 2009)

Nihilist Assault Group es el proyecto más seriamente aguerrido de Richard Rupenus de The New Blockaders, en el cual participan además los legendarios Mark Durgan, alias Putrefier, y Michael Gillham de Smell & Quim entre otros. Blue Sabbath Black Cheer es la banda de Stan Reed, conocido por la célebre y desaparecida PsychForm Records y por la presente y genial Gnarled Forest. Aquí se hace acompañar por Sean Dow y el también veterano wm Rage. En este vinil conviven, pues, dos gargantúas del ruido por derecho propio.
Como podía preverse, su primera entrega colaborativa -y ojalá primera de muchas- es, en una palabra, electrizante. Partiendo del silencio y dejando reptar a la distancia pequeños monstruos de ruido, ambos artistas conjuran un desborde ensordecedor de ruido blanco, amplio en ambos extremos. Graves rugientes. Agudos filosísimos. Cada generador de ruido sigue una rúbrica tan fuertemente entrelazada que, entre los miles de movimientos posibles, prácticamente no puede detectarse nada más que la estática, inmanente, furiosa, como una aparición inmóvil que, si pudiera, te devoraría vivo.



La segunda cara de "Planned Obsolescence" son oleadas fantasmales de ruido blanco, precipitándose crueles, sin mayor sentido que la cada vez más constante frecuencia de su abisal magnificencia. El trazo lejano de una secuencia de saturación corre entre los recovecos del mundanal de gis. Pero eso es todo. No más. Sólo ruido obliterante, conduciendo al escucha hacia el olvido en un delirio delicioso. Obligatorio. En serio me sorprende que aún no se haya acabado. (S.S.)

Tuesday, January 12, 2010


Mixturizer - Mxtrzr (R.O.N.F. Records, RNF040, 2009)

Breves despuntes de tonalidades se desprenden de entre un caústico líquido sonoro. Señales tan torcidas entre sí que forman un estanque de ruido blanco difícil de escapar y que sólo hacia un rato dejan pasar los zumbidos y los sonidos degradados hasta el gis. Así comienza "Mxtrzr," la más reciente oferta sónica del proyecto de Manuel Cubas, Mixturizer. "Energía Adormecida," primer corte, no para de apuntar hacia arriba, inhibiendo cualquier traza de pensamiento, absorbiendo con sus abromadoras señales cualquier reacción o sentido.
"Electroshock Incesante" y "Decipher Dementia Decay" son cortes que uno podría más regularmente esperar de Mixturizer, por su ya bien conocido empleo de guitarra saturada de efectos corriendo contra un marco flexible de ruido relativamente ligero. Lo que hace de "Mxtrzr" un trabajo tanto más sorprendente se trata en realidad del empleo que Cubas hace del harsh noise en cortes como "Torturexploitation," "Pre-Senile-Dementia" o "Desgarradora Realidad" o del industrial más mecanizado de "Sin Forma Determinada." En "Desgarradora Realidad," precisamente, es donde mejor puede apreciarse el trabajo instintivo e inédito que Cubas realiza, atacando efectos con frenesí, creando sonidos que revolotean como aves eléctricas y que chocan con gigantescas moles de ruido o con totalmente imprevistas cacofonías cuasi beats. Por su parte, "Pre-Senile-Dementia" bordea en el HNW con su muralla impasable de distorsión y herrumbre.
Ante todo, "Mxtrzr" se constituye como el trabajo más variado de Mixturizer a la fecha, uno que dicta caminos a seguir y grandes despliegues de nuevos talentos y de oficios bien aprendidos. No se engañen, es en formato digital y tiene un arte fabuloso, pero este trabajo es pura brutal energía análoga. (S.S.)