Friday, March 31, 2006



Clon - Sudden Ionospheric Disturbances (Gameboy Records, s/n, 2006)
Abiertamente más hóstil que otros de sus proyectos, Clon, alias de Jorge Castro (Cornucopia), basa sus sonidos en la misma temática droner, llena de movimiento y túneles sonoros, aunque recurriendo más constantemente a una gama aural más cercana al noise. En 'Sudden Ionospheric Disturbances', Castro ofrece un álbum en dos piezas que forja sus sonidos precisamente a partir de la representación de abruptas disrrupciones ionoesféricas; es decir, cambios físicos inesperados en la atmósfera provocando disrrupciones, asimismo, en el espectro sonoro de las frecuencias altas.
La primera, 'Tropsphere', toma su nombre de la capa de la atmósfera más cercana a la tierra, víctima perpetua de la mayor parte de los fenómenos climáticos. Esta pieza establece una representación casi paisajista de la violencia y densidad que vive dicha capa de la atmósfera. El vapor desintegrándose en la tropósfera se asemeja a las notas musicales que se pierden en el limbo sonoro de 'Tropsphere', intensa, pesada e ineludible.
En una óptica similar, la segunda pieza de este cdr, 'Ionosphere' alude nuevamente a una región atmosférica, en este caso, una invadida por electrones en colisión, la ionósfera. Esta región, además de ser hogar de las auroras boreales, provoca, como ya se mencionó, la diseminación de las ondas de radio de alta frecuencia. Nuevamente, Castro vuelve a poner las imágenes y los procesos físicos en sonido, con misteriosos y lentos movimientos de drones atonales colapsando dentro de sí mismos y con los vuelcos constantes de la estática forjándose y disolviéndose lentamente en el espacio.
'Sudden Ionospheric Disturbances' posee tantos elementos de dark ambient como cualidades representativas para poder escapar el seguimiento forzoso del concepto, conservando el interés. En cualquier caso, el contexto decididamente provoca una experiencia diferente. Tomando en cuenta cuan difícil es encontrar trabajos que superen lo meramente anecdótico hoy en día en la escena, es bueno tener referentes a los cuales poder aferrarse por momentos.

Thursday, March 30, 2006


This Heat (ReR Megacorp, this is 1, 2006)

Apenas hace un par de días recibí un mensaje de ReR que decía que la caja que recopila todas las grabaciones de This Heat, proyectada para estas fechas, aún está en sus fases finales. La caja ahora está por ser enviada a sus destinos a finales de abril, fecha tentativa... así es esto. Pero no todo es malas noticias. Apenas unos días después de haber aflojado el cuantioso varo, recibí la anticipada re-edición del primer disco de la banda, conocido como 'Blue & Yellow' que, como toda la discografía de This Heat, se encontraba limitado a importados japoneses o a viejas versiones descontinuadas a precios infladísimos en ebay. Dice la leyenda que éste es uno de los grandes de esta agrupación, tanto así como 'Repeat' o 'Deceit'.
Apenas lo pongo y me doy cuenta que me cuesta mucho trabajo pensar en otro disco que inicie de una manera tan impactante como éste. This Heat se tragaron, con 'Horizontal Hold', por lo menos cinco años de violentos cambios y revolución. Con sus percusiones cual maquinaria, su recorte cerrado y explosivo de tiempos, su erosionada y decadente guitarra, y ni que decir del anómalo uso de elementos musicales de tradiciones y vertientes indefinidas, tan sólo esta pieza tiene suficientes cualidades para desmoronar los límites entre cualquier tipo de pretensión protopunketa o progre y producir algo seriamente novedoso, amorfo, arriesgado.
'Not Waving', haciendo referencia al mordaz poema de Stevie Smith, cuenta con voz carcomida una historia que se entrelaza con el aletargado relato del propio sax desenvolviéndose en el fondo, abriendo aún otro sendero más a la banda. Y de este camino, tan sólo tras unos cuantos instantes, se desentiende el trío con una absorbente tormenta de golpes sobre tambores llamada 'Water', preludio a su vez de la central 'Twilight Furniture'. Ésta anticipa los bizarros cantos de los Virgin Prunes y la persistencia de los ritmos minimales del post-punk en una canción cerrada, misteriosa y perfecta que integra incluso elementos de cool jazz hacia el final.
La segunda parte del disco, 'Yellow', comienza con la famosa y recurrente '24-Track Loop', pieza que evidencía el aún joven implemento de sintetizadores y procesadores en un contexto de música 'popular'. La pieza posee un ritmo persistente, contagioso e incluso juvenil, como el de las primeras extregas de 23 Skiddoo o de los muy, muy iniciales Cabaret Voltaire, claro, coincidiendo sobre todo en la enorme carga de oscuridad industrial que sólo un puñado de británicos, como éstos, podían ofrecer.
'Diet of Worms' vuelve a la oscura experimentación, casi noisera y minimalmente atrofiada, de belleza ácida, ofreciendo la antesala idónea a la misteriosa 'Music Like Escaping Gas', llena de murmullos, melodías dispersas al borde del colapso y drones de teclas pesadas y las voces de los cimbales que repican e intentan seguir los samplers de las cintas en el fondo. Todo este esquema es brutalmente fracturado por la violenta carga de 'Rainforest' con su estruendo de tambores, perdiéndose entre el tiempo pesado, ritual de 'The Fall of Saigon', precediendo sin problemas las presentes aventuras de Davenport y Wooden Wand & the Vanishing Voice.
Qué más decir, es un disco que no ofrece absolutamente ni un instante de descanso y cuya dinámica y alcance está totalmente fuera de proporción. Sencillamente, cada una de las piezas de este álbum parece formar parte de un género propio y diferente en una inacabable búsqueda entre los ciclos sonoros. Absolutamente sorprendente y fascinante, este disco, rescatado del limitadísimo cassette y claramente grabado con muchas restricciones, es inspirador, mostrando cómo lo que decía Hassan Ibn Saban era cierto, 'la única marca verdadera es la marca interior'.

Thursday, March 23, 2006



Scissor Shock – Calcium Is Dead (Blackk Wainboww. BLK02, 2005)
Scissor Shock son sin duda una de las bandas más demenciales de nuestros tiempos. Nada de lo que hacen, en absoluto, ofrece la más mínima concesión. En este ‘Calcium Is Dead’ ponen, literalmente, a correr una serie de grabaciones instrumentales a alta –demasiado alta- velocidad al tiempo que intercalan cortos sonidos aleatorios, gritos y voces infantiles en una frenética carrera en círculos. El equivalente sonoro al ácido, este es un cdr torcido, de espíritu bromista, divertido, parecido en algunos momentos al de algunas de las rolas más socarronas de …and the Native Hipsters.
Algo es claro de este cdr, estos seis minutos no te van hacer sentir mejor, ni a ponerte a pensar, pero vaya que van a ser el sountrack perfecto para tus más reprimidas y delirantemente oscuras memorias infantiles. La edición es totalmente grandiosa. La banda entrega este 3”cdr en réplicas a miniatura de folders color manila, cada uno ilustrado por niños con crayones y plumones. Una bizarra joyita.


The Pope – I Fucking Hate Those Right Wing Bastards (Blackk Wainbow, BLK03, 2005)
‘I Fucking Hate Those Right Wing Bastards’ de The Pope es un disco de rock hecho y derecho, prendido y cargado de adrenalina. Ocho canciones fuertes, llenas de fluidez y energía pasan fugaces y devastadoras a través de los dieciseis minutos que dura el cdr. En tan reducido tiempo, la banda tiene para reunir elementos de muchos de los subgéneros del amplio espectro actual de la música rock.
Por momentos, The Pope retoma la ponchadez de At the Drive In –‘Nice Drumming Einstein’-, mientras que en otros absorbe la mala leche de Melvins con mayor velocidad y un poco menos de pesadez –‘Feathered Horse’. En algunos casos, incluso, la banda agrega a su complejo rompecabezas de tiempos complejos ligeros toques de música experimental, con sus breves y cerradas secuencias el inicio del disco.
La banda va del punk directo y crudo a instancias de furia casi hardcore y momentos de desintegración proto-industrial con cohesión. The Pope son buenos músicos con visión y un buen entendimiento de los alcances de su propio trabajo.


Ultra Milkmaids & Cornucopia – Basement (Authorized Version, AV007, 2002)
Una enorme colaboración de seis tracks a cargo las bandas Ultra Milkmaids y Cornucopia, ‘Basement’ es una cuidadosa exploración sonora de las profundidades de los abismos post-industriales. Aquí, como en ‘C Works’, los sonidos que invocan ambas bandas en su unión son nuevamente provocados, en su mayoría, por la cuidadosa manipulación digital de atmósferas, drones aletargados, amplios, inexplicablemente suaves y ríspidos a discreción. Incluso por momentos, el poderoso conjunto puede sorprendernos abanicando cuidadosamente tintes de cuerdas y teclas, todo en aras de poner en marcha su perfecta descripción sonora del mundo.
Las invocaciones de ciudades imaginarias llenas de maquinas vibrantes y de quebrantos de metales en convulsión conecta emociones y reacciones inesperadas. Entre las ruinas del mundo, surge una profundísima, sobrecogedora nostalgia por lo humano y la aparentemente extinta música emerge entre el férreo mar de polución –track 3. Pero esa aparente belleza no es más que otro espejismo, parecen querer musitar los cada vez más permanentes ataques de electrónica monótona, chirriante, oscilante.
En otros momentos –como en el cuarto track-, la atmósfera cargada de electricidad, henchida de poderosas vibraciones de cuerdas deformadas, pelea hasta la misma descomposición con los punzantes zumbidos del sube-y-baja noisero. El silencio es impensable.
‘Basement’ es una poderosa colaboración que deja ver la incesante búsqueda de estas dos agrupaciones a por elementos sonoros que produzcan conjugaciones nuevas a través de la ruptura y la regeneración. Sonidos orgánicos, apabullantes que llevan al inconsciente al fondo de sí mismo a rastras, pero con una imborrable sonrisa.

Tuesday, March 14, 2006



Cornucopia - C Works (Sonora, RA000)

Tras escuchar ‘C Works’ de Cornucopia, me queda claro que, en cuanto a creación artística, la geografía sí importa. Cornucopia, de Puerto Rico, no hacen música que se parezca a la que sus propios colaboradores y contemporáneos, y afortunadamente. Escuchar ‘C’, pieza de 37 minutos contenida en el primer disco de este set doble, me hizo pensar mucho más en los productos alquímicos de los escultores de sonidos de los ochentas/noventas -en trabajos como ‘Kill the King’ de The Hafler Trio o ‘Birds’ Wings Were Glued to their Bodies and Their Feet Froze to the Ground’ de Organum- que en los más terrenales trabajos que abarrotan la escena mundial.
A pesar de las referencias, me cuesta trabajo decir que un trabajo tan elaborado como este sea meramente ruido (¡Quién lo iba a decir!). No, no se trata de Cornucopia luchando contra el azar para lograr crear una resultante regular. La cuidadosa organización de esta pieza inicial supera con creces ese estadio. ‘C’ es música en todo sentido: avantgarde, abstracta, atonal, pero música al fin y al cabo, y del más alto orden, resistiendo con ímpetus enormes todo dejo de melodía y formalismo y yendo de lleno hacia la experimentación.
Raptando elementos sonoros, forzándolos a salir de sus propios contextos, el dueto de Claudio Che y Jorge Castro extraña la naturaleza de decenas de minúsculos elementos musicales, conversacionales o –llanamente- audibles y la manipula en una serie de ensanchamientos, deformaciones, mutilaciones y ensimismamientos en una hirviente caldera sonora. El sentido de la mayor parte de los sonidos se entiende como dedicada manipulación a través de una infinita gama de efectos y procesos. Las intenciones son variadas, a veces evocativas, como en el caso de la recurrencia de sonidos acuáticos, otras musicales, como el flautín que compone aquel mortecino fraseo en los últimos minutos de la grabación.
De manera dantesca, ‘C’ establece un túnel de sonidos que va desde instancias llenas de ensoñación mientras emerge hacia convulsiones y laberintos de palabras y sonidos sin dirección, enmarcadas por una infernal serie de abrasivos loops modificados en tiempo real. ‘C’ es a su vez un trabajo enorme, aterrorizante y claustrofóbico, así como de una calidad pocas veces vista. No hay mucho más que decir; sin duda, en algún tiempo será referencia obligada.
El segundo disco del set comprende los correspondientes remixes de 'C', realizados por algunos de los muchos aliados del dueto. Los nombres son poco menos que impactantes: Lasse Marhaug, Black Sand Desert, Ultra Milkmaids, Francisco López y otras tantas bandas y proyectos de todos los extremos del orbe.
Si el remix permite al manipulador exhaltar las cualidades que le parecen más apremiantes de dado trabajo musical, es en este caso sorprendente como las cualidades extraídas de cada pieza son tan radicalmente diversas. Los sonidos chillantes y abrasivos del remix de Omei, por ejemplo, son sumamente diferentes a las texturas ambientales de Needle & Sony Mao, y ni qué decir del tratamiento coiliano que 'C', aquí rebautizado como 'The Bride' Glass Domain', recibe a manos de Kim Cascone, quien, de buenas a primeras, le convierte en algo parecido a un track inédito del primer 'Musick to Play in the Dark'.
Es un orgullo que una banda como ésta pertenezca a la comunidad latina. 'C Works' es un disco enorme y esencial.
Este video sí que vale la pena verlo.

Sunday, March 12, 2006

Moth Drakula - Blackened (Swampland Noise, SWL042, 2005/2006)

La historia de 'Blackened' se remonta al año pasado; de acuerdo con los planes de Swampland Noise, la preventa del disco cerraría el quince de septiembre y no se producirían más discos que los que se hubieran pagado a la fecha. Sin embargo, hace unos cuantos días, distribuidoras como Hanson, Eclipse y Fusetron comenzaron a ofrecer copias y, en el más reciente update de Swampland, se dejaba en claro que la experiencia había sido un parcial fiasco para banda y disquera ¿Problemas en la producción?, ¿en la edición de temas?, ¿en las ventas totales? Las posibilidades son muchas para un proyecto de esta envergadura. Y es que 'Blackened' es sin duda ambicioso: un lp doble con material suficiente para rebasar con creces la gama sonora que Moth Drakula acostumbra conjurar en los frugales asaltos de la mayoría de sus cintas, confinadas a los diez minutos.
Sin embargo, en cuestión sonora la banda no sale nada mal librada. La variedad que se presenta en este álbum es muy interesante, ruido que atraviesa por un filtro de etapas -del drone, al metal-noise, a la psicodelia-, 'Blackened' es un enorme túnel de densidades variables que parece por momentos inagotable. El ataque en cada uno de los casos deja ver, sin duda, una banda cargada de energía y totalmente desinteresada en la inmanencia. El eje caústico y ríspido de 'Blackened' es el ruido herrumbroso de los aparatos análogos, y su resultante, un producto sonoro lleno de tensión y crudeza.


Religious Knives - RK3 (Heavy Tapes, s/n, 2006)

Hasta éste, 'RK3', los discos de Religious Knives habían sido crudos manifiestos de abrasión, producidos a base de las habituales distorsiones y efectos herméticos e invencibles. Con 'RK3', Religious Knives parecen haber roto esta tradición para bien, haciendo un disco que no sólo despacha los lugares comunes, sino que además ofrece alternativas a partir de la propia instrumentación, compuesta por una amplia gama de recursos acústicos, drones vocales, percusiones, teclados y otros pequeños juguetes imposibles de identificar.
Dividido en cuatro partes, este cassette doble es una labor de introspección y profundización. El ritmo decadente y pesado más o menos establecido en el primer lado de la cinta se ve totalmente olvidado al llegar a su contracara, una cuidadosa, impactante sesión de drones y atmósferas producidas por las voces de Bernstein y Miller, apenas manipuladas por algunos efectillos. Por su parte, la segunda cinta parece referir más a las bandas de teclados oscuras de finales de los ochentas como Cindytalk, Cocteau Twins o incluso The Cure circa 'Disintegration' que a cualquier otro ejemplo de proyecto de noise o drone, con los Knives sosteniendo dinámicas lentas, abiertas y, sobre todo, repletas de musicalidad. Esta segunda cinta ofrece una pieza larga dividida en dos partes de diez minutos. La segunda parte abandona a buen grado las ensoñadas melodías de la primera parte y se vuelca, hacia el final, a crear una atmósfera estática y misteriosa en distorsión controlada.
Esta nueva vertiente para los Religious Knives es, sin más, sorprendente. Si así es como el dueto habrá de seguir trabajando, realmente han dado un giro inesperado, proponiendo elementos y composiciones que no son de uso común para las más de las bandas la escena actual. De manera relativamente similar a lo que Taurpis Tula han venido haciendo con sus últimas grabaciones, Religious Knives han logrado imponer una evolución insospechada a sus propias creaciones y han roto, afortunadamente, sus mismas limitantes.
Gengivas Negras - Possuindo o Casiotone (Container Inc., Cont002, 2001)

Gengivas Negras son un enigmático dueto brasileiro que ya viene trabajando desde 1997, ofreciendo su música para la sensacional netlabel Container Inc-parada obligada. Las mayores virtudes que este proyecto tiene son una capacidad para asombrar y una contagiosa noción de ritmo. A la manera de las primeras bandas que migraban de los sórdidos parajes protoindustriales, estos cuates tienen la capacidad de recurrir del mismo modo, y a partes iguales, a violencia e ingenio para producir música notoria, electrizante, llena de referentes -el fantástico sample tomado de '2001', las ocasionales percusiones a la Test Dept., los teclados tecnosos. En suma, esta banda retoma el oscuro, decadente testamento de las bandas proto-houseras pre-noventas y lo actualiza gracias a un convincente, novedoso empleo de elementos noiseros y ambientales, ya ni que decir decir de la correcta, tanto más adecuada, instrumentación. Un disco hecho con huevos, si no me creen, escuchen el track 'Michelle-Chapman Remix'. Este disco se puede descargar aquí.
Black Jesus & the Happy Sunbeams - Magik Artifakts

Black Jesus & the Happy Sunbeams son una misteriosa agrupación que ha editado, hasta donde tengo entendido, un solo disco, 'Magik Artifakts', en dos compañías diferentes, X Died Enroute Y y Blackk Wainbow. El tiraje de ambas ediciones no rebasa las cincuenta copias en total y, en poco, será una más de esas fantásticas rarezas a extrañarse.
Se trata de un 3" cdr sumamente bizarro y alucinante, lleno de psicodelia y colores. La primera pieza, 'Calavera del Sol', es una delirante sujeción en el tiempo, con apenas una mínima serie de variaciones en las percusiones y la ocasional aparición de algún instrumento de viento. En ésta, tras concretar una suerte de ciclo minimal, aparece una voz de la nada y comienza a musitar una fragmentaria y casi indistingible serie de oraciones que terminan con las palabras 'calavera del sol' forjando una inesperada última parte de este ciclo.
La siguiente pieza, llamada 'Whyte Magik', se establece a partir del mismo principio de repetición aunque, en esta ocasión los vertiginosos ciclos se cierran en su propio eje de brillo acústico para correr a la velocidad de las palabras del cantante. La pieza cierra con un delicioso fraseo a la Blithe Sons con una portentosa aura de buena vibra. Sin embargo, la oposición no tarda en llegar gracias a la final 'Blackk Magik', que hace lo propio con su pesado andar de marcha, llena de ebriedad y delirio. Un alucinante disquillo que guarda grandes secretos.

Thursday, March 09, 2006


The Graveyards - Pest Journal (Sloow Tapes, Sloow Tapes Gennaio, 2006)

'Pest Journal' es un cassette que contiene otra más de la reciente multitud de improvisaciones de The graveyards, dando continuidad a la prolífica racha del trío. La primera parte de la cinta contiene un trabajo mucho más espacial de lo que pudiera esperarse, con respuestas muy abiertas entre contrabajo, sax y cimbales arqueados, forjando las fluctuantes cadenas de inacabables contestaciones con apenas ligeras variaciones de tono y volúmen. Conforme la pieza corre, el tiempo va cerrándose entre los intercambios de los instrumentos que, sin embargo, siguen siendo tan abstractos y arrítmicos como en un principio. Tras una serie de intermitentes apagones, la música comienza a tomar un poco más de consistencia, y, hacia el final de la cara A, pueden incluso distinguirse ritmos y secuencias materializándose.
La cara B de 'Pest Journal', sin embargo, no persiste en estas intenciones, ofreciendo una improvisación mas 'tranquila', un tanto más tópica y contrastante con respecto al usual arsenal que la banda emplea. De hecho, Olson, al sax, recurre constantemente al uso de temas, cuyas alternancias y fraseos se vuelven, insospechadamente, el foco de esta parte de la cinta. Hall y Buetow le siguen con persistencia casi visual, dejando la dinamita guardada para la siguiente entrega del también grandioso y prolífico Death Knell.
'Pest Journal' sobresale por su mesura y por su abierta ruptura con los tiempos convencionales, ofreciendo material de tonos cálidos y temple. Ni que decir del trabajo de edición de la sublime Sloow Tapes en una fantasmal y casi agotada edición de noventa copias numeradas.

Tuesday, March 07, 2006


Roman Torment - Bewilderment (Callow God Sound/Swampland Noise, Callow God 18/Swampland Noise 35, 2006)

Roman Torment regresan a la carga con este bestial 'Bewilderment', un cassette que en diez minutos se cuela en cada poro y que cubre cada signo vital con su manto de tóxica oscuridad. Inescapable, frenético, en expansión, el primer lado de esta cinta parece querer remitirnos a un hipnótico fuego. Su segunda cara es aún más violenta y pasmosa, con una amplitud cada vez más abarcante, ahogando en un santiamén a las voces sampleadas que osaron ponerse en su camino. Ruido tan violento y cerrado como puede llegar a hacerse.

Pedestrian Deposit - Morose (Callow God Sound, Callow God 12, 2006)

Pedestrian Deposit es uno de los pocos proyectos de noise que parecen lograr insertar de manera efectiva elementos musicales en una construcción ruidosa sin suavizar el total de su oferta. En su más reciente producción, 'Morose', Pedestrian Deposit logran formular un set de dos composiciones, literalmente. La primera, 'Impartial', por momentos parenta ser una entrega más de industrial oscuro con sonidos de máquinas perforando y llenando el espacio. Por lo menos eso es lo que parece hasta que el ataque ruidoso golpea con sus patrones circulares y absorbe tiempo y espacio en un instante, Tras habernos internado en la densa jungla del ruido, Pedestrian Deposit vuelve a sacarnos de balance, concretando una parada en seco a las intensas nubes de ruido y formulando una densa cortina de drones cayendo al tiempo que una secuencia melódica emerge. Hacia el final de la pieza, queda la impresión de que la musicalidad de 'Impartial' sonaba incluso progresiva.
Para 'Never Let You Go', Pedestrian Deposit vuelve a ofrecer evidencia de cómo sus creaciones rebasan el estadio de lo meramente llamado noise. En esta pieza hay nuevamente una abierta catársis noisera. Sin embargo, el empleo de loops en la generación de monolíticos drones y la persistencia en las instancias oscuras y pesadas hacen que la creación tenga una dimensionalidad mucho más amplia y lograda.

Taurpis Tula & Spykes (American Tapes, AM519, 2006)

Taurpis Tula en su discografía, la cual suma ya cinco títulos, han demostrado ser una de las bandas con una trayectoria menos lineal en el underground actual. En este, su más reciente trabajo, un split con Spykes, el ahora trío vuelve a cambiar de piel, esta vez ajustando su sonido para permitir la inclusión del prolífico Alex Neilson (Jandek, Directing Hand, Richard Youngs) en batería y percusiones. Sus incursiones son de hecho sustanciales, otorgando una nueva dimensionalidad al sonido de la banda permitiendo que la toxicidad que conjuran llegue aún más al fondo. Queda claro que la improvisación de la banda es aquí aún más volátil y siniestra que nunca, con un fuerte énfasis en los sonidos densos e inestables de guitarras que por momentos parecen querer establecer riffs y otras veces simplemente dejarse llevar por la mareadel feedback. En el fondo, la voz y la lap-steel de Heather Leigh viene y va así como los ocasionales arqueos efectuados sobre torturados cimbales, entrelazándose hacia la atmósfera con la furiosa y ácida percusión. Taurpis Tula cada vez se pulen más como herramientas idóneas para representar el caos y el azar.
Por su parte, Spykes ofrece improvisaciones una trinchera totalmente diferente. Para empezar, la mayor parte de 'Morden Towerings' está grabado en monoaural, de manera que escucharle es como estar frente a dos discos totalmente diferentes que se prenden y apagan intermitentemente. La primera parte es un ejercicio de respiración a la manera del 'A Missing Sense' de Nurse With Wound, presentando por un lado espasmódicos golpes de espamódicas proporciones y por el otro silencios largos y angustiantes e incluso una serie de breves atmósferas en teclados. Obviamente perturbador, este track inicial es de esos que te hacen volver la mirada para asegurarte de que lo que escuchaste fue parte del contenido de la grabación. La segunda es un tanto menos inquietante, aunque igualmente experimental. Se trata de una oscura secuencia de lentos movimientos atmosféricos encuadrando una radical serie de manipulaciones acústicas en efectos y de las características percusiones en convulsión de John Olson. Una pieza tan lúgubre y potente que por momentos remite incluso a 'Armenia' de Einstürzende Neubauten. La secuencia final, un percusivo bajeo profundo y sensual introduciendo un brutal, poderoso cierre es simplemente genial.
La tercera es una pieza muy evolucionada, repleta de ritmos inconstantes cerrándose y una cierta cadencia en los elementos musicales -¿es eso muy en el fondo una guitarra?-. Música llena de espacios e invadida por la cruenta distorsión. Incluso por momentos pueden escucharse melódicas voces cortando las punzantes descargas de electrónica explosiva. En esta pieza Olson vuelve a hacer uso del truco de los dos canales separados y el efecto es nuevamente formidable, una suerte de blues industrial a la Swans, persistente y lejano. La cuarta pieza agrega un elemento más atmosférico al total del cd, apenas levantado el vuelo por momentos para volver a dejar caer sobre el profundo abismo su monótona, pesada carga.
Este trabajo, en el propio catálogo de Olson, es una anomalía. Ofreciendo una construcción basada casi exclusivamente en elementos acústicos, el fundador de American Tapes parece estar redimensionando tangencialmente su producción. Es ridículo pensar que John Olson, un cuate que debe de grabar al menos un par de discos a la semana, pueda aún, tras todo este exceso, seguir sorprendiendo a cada nueva entrega. Y así es.

Monday, March 06, 2006



Tovah Olson - The Unmentionables (American Tapes, AM516, 2006)

Tovah Olson habita en un mundo único, en el cual la magia psicodélica de los cantares folk se adhieren perfectamente a la hiel de la experimentación ruidosa. El último en su más reciente serie de trabajos, 'The Unmentionables', acarrea ligeros remanentes de ambos mundos, aunque, sin duda, se centra sobre todo en el segundo. Este cdr exhibe representaciones oscuras de paisajes cubiertos por infatigables drones y una indescriptible masa de pequeños segmentos acústicos que se pierden y revolotean en anarquía. La ocasional aparición de un teclado buscando un eje más claro se diuelve ante la presencia de los efectos y los espacios dejados al descubierto por la reberveración. Hacia el tercer track, el tiempo se ha deshumanizado totalmente, ofreciendo los sonidos lentos, orbitales de cuerpos celestes siguiendo su eterno cauce en las lejanías del éter. Vibraciones pesadas que golpen las entrañas como puños y que trizan los nervios se abren paso mientras la famosa J'Tar de los Olson resuena y se dja caer pesada tiempo tras tiempo sobre el estertoreo paso de los titanes electrónicos que se desvanecen.
The Graveyards - Mondrian, but with Razor Blades (Editions Brokenresearch, s/n, 2006)

'Mondrian, but with Razor Blades' abre con un furioso combate entre la batería de Ben Hal y el saxofón de John Olson. Y a pesar de que la técnica de este último se vuelva cada vez más interesante, el papelón sin duda aquí se lo lleva el inasible, vertiginoso trabajo de Hall, con su fluida intangibilidad, concretando ritmos trozados e hilvanados en serpentinas sonoras. La reducida alineación de The Graveyards en este trabajo (faltan Zeh y Buetow en cello y bajo respectivamente) no se ve reducida en absoluto. El tono de este 3"cdr es cabalmente combativo y sin espacio alguno para respiros, poco menos de quince minutos de furía desatada con maestría y vehemencia.


The Sunken - Nightmarijuana (Knife in the Toaster, KT041, 2006)

Escuchar el debut de The Sunken, Nightmarijuana, es una experiencia similar a estar en el ojo de un huracán. Durante la duración completa de la cinta, el misterioso dueto de Gene Symptoms y Suicidal Tendons produce variaciones en la intensidad de estática saturada de una manera demoledora. La primera cara de este cassette presenta una pieza adecuadamente llamada ´Large Joint of Beef with a Twoo Foot Skewer', la cual se trata de una pesada carga de herrumbre sonora que sube abrumadoramente de intensidad y volúmen a lo largo de sus cuarenta y cinco minutos de duración. El sonido de notas perdidas en el gris abismo del gis va de la meláncolica quietud que parece referirse a visiones de vientos desérticos hasta el solemne y quieto estertor de maquinaria pudriéndose en un páramo post-industrial. Por algunos momentos oscuro, discreto y aterrador, por otros increíblemente directo y crudo, el primer lado es simplemente excelente, bien controlado y con un muy buen sentido de dirección.
No podría decir, sin embargo, que el lado B de 'Nighmarijuana' comparte dicho sentido, siendo más bien una jam que tuvo su origen en loops vocales y que terminó por deformarse al grado de llegar a parecer una serie de acelerones de carros en juegos de videos. Sobradamente árida y hóstil, esta segunda parte, llamada 'Large Joint Skewer with a Two Foot Beef', es una genuina sobrecarga de tensión y ruido. A pesar de que el ataque de esta segunda parte es tan intenso, debo admitir que no puedo dejar de sentir que The Sunken son mucho más poderosos cuando concentran su sonido en improvisaciones lentas, 'ambientales'. Abrumador, hóstil y efectivo, 'Nighmarijuana' es una tremenda sacudida neuronal y un impactante debut.