Thursday, November 10, 2005

Wooden Wand - Harem of the Sundrum & the Witness Figg (Time-Lag Records, Time-Lag 028-029, 2005/Soft Abuse , SAB012, 2005)

El joven 'Harem of the Sumdrum & the Witness Figg', ha pasado prácticamente por todos los formatos por los que pudo haber pasado; de una edición inicial en cassette a los presentes lp y cd. El enigma del por qué lo resolví al poco tiempo de recibir el disco. Tras escucharlo por primera vez, me fue evidente el por qué esta escueta, discreta música ha ido superando instancia tras instancia, convenciendo a cada vez más y más gente no sólo de su patente calidad, sino también de la necesidad de que sean más los que puedan escucharla. Se trata de un pequeño catálogo de canciones que a veces adorna las presentaciones de Wooden Wand & the Vanishing Voice, y que ha ido creciendo con una cohesión perfecta. La tónica para cada una de los temas que forman este cancionero parece estar tan bien encajada al grado de volverse prácticamente la misma: Letras con ecos de temas religiosos, míticos, ambientes folkies, melodiosos y llenos de ensueños, melodías apenas rasuradas por una distante guitarra eléctrica -acompañando el constante rasgueo de la acústica-, y la fantástica voz de Wooden Wand -James Toth-, a veces recordando a Marc Bolan, otras a Shane MacGowan. Siempre grandiosa.
A la manera de Devendra Banhart, Wooden Wand tiene la capacidad de evocar los momentos más brillantemente iluminados de su herencia folk americana. 'Leave Your Perch' es una de esas canciones que suenan como si hubiesen sido grabadas hace treinta años por un oscuro artista folk que la tierra se tragó. La atmósfera en las más de las piezas recuerda a la del 'Songs from a Room' de Leonard Cohen, con su reberveración natural, distante y profunda, y la manera en que el espacio se adecua a los preciosos y precisos rasgeos de las cálidas guitarras acústicas. Y pesar de que se siente la magia del mencionado disco del canadiense, la pesadumbre y lo taciturno aquí sobran. 'Vengeance, pt.2', uno de los temas claves del disco, ilustra con voz bohemia, la verdad eterna: '...and God said 'Vengeance is mine'' y lo terrible de estos argumentos se resbala delicioso a través de las ágiles rimas de Toth. 'Sundrum Ladies' es de esas canciones arquetípicas como 'Teachers', 'Fly' o 'It Ain't Me, Babe' que parecen arrancadas de algún momento en el tiempo que no podemos trazar. Es de esa música eterna, perfecta que vale una década completa.
Las versiones a encontrarse ahora mismo son dos: El lp de Time-Lag, limitado a setecientas sesenta copias y acompañado de un 7", exclusivo, de Wooden Wand Jehova, o la exacta réplica editada por Soft Abuse en cd.
'Harem of the Sundrum & the Witness of the Fig' es un disco cubierto por un halo de perfecta inocencia, un trabajo noble hecho por un artista totalmente desinteresado en términos impositivos de 'seriedad' o 'producción', absortamente concentrado en la cuidadosa confección de sus graciosas, bellas canciones. Cada una de las cuales suena tan fresca como grabada al primer corte y con la voz de James Toth brotando como una cascada de color, sin cuidados, sin preocupación y con el desgarbo que caracteriza a los grandes, a Barrett, a Dylan.
Así es que me he convertido en un eslabón más de la cadena que insiste a gritos: ¡'Harem of the Sundrum & the Witness Fig' es un disco totalmente n e c e s a r i o y sin desperdicio!

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